HARRY POTTER: THE DURMSTRANG YEARS

Capítulo 12: The Dragon And The Goddess Of Death

El viaje de vuelta al colegio fue tan rápido como antes y Harry pronto se encontró de nuevo subiendo la cuesta hasta las primeras almenas. El camino no era demasiado empinado, pero sí largo, y Harry tuvo que pedir a los demás que aminoraran un poco la marcha antes de llegar a la cima.

-Tendremos que trabajar en esos niveles de forma física tuyos Harry-, bromeó Malinowski, -o nunca lograrás pasar las clases de lucha de El Dragón-.

-O las de Mara-, se rió entre dientes Radomiła.

-¿Quiénes son ellos?- preguntó Harry.

-Son los apodos de los dos principales profesores de lucha de la escuela-, explicó Karol. -Ráða Andrés Maksimov, el Dragón, antes era conocido como El Dragón de los Urales. Antes de enseñar aquí era general del ejército mágico ruso y era famoso por derribar ejércitos enteros él solo con su técnica especial que hace que parezca que respira fuego. Sin embargo, es un gran profesor, entrena mucho el combate cuerpo a cuerpo; dice que es importante que los mágicos sepan defenderse sin sus varitas y suele hacer que todos las guarden antes incluso de poner un pie en su clase-.

-Eso tiene sentido-, convino Harry. -Parece que lo respetas mucho-.

Viktor y Malinowski asintieron, al igual que Karol.

-Es un poco nuestro héroe-, admitió Malinowski, -pero no somos sólo nosotros los que pensamos así, hay un montón de alumnos en la escuela que tratan de emularlo; por lo general se puede saber quiénes lo hacen por el pelo muy corto. Verás, el Dragón cree que las cosas como el pelo largo y las túnicas sueltas son un peligro y deberías intentar no llevar nada parecido a sus clases, porque tiene la costumbre de prenderles fuego al azar-.

Harry hizo una mueca al pensarlo. -Entonces hay que dejar las túnicas exteriores con varitas-.

-Buena idea-, sonrió Krum.

Harry miró a Radomiła y sus túnicas de colores brillantes. -Por lo que parece no sigues las enseñanzas de El Dragón-.

-Oh, dioses, no-, se rió ella. -Prefiero las enseñanzas de Ráða Carna Kohut, apodada Mara, la diosa ucraniana de la muerte. Es una famosa asesina-.

-Fue una asesina famosa-, señaló su hermano. -Ahora es profesora-.

-Eso es solo una tapadera-, resopló Radomiła. -Hay más de un rumor de que sigue aceptando trabajos aparte, pero tiene que cambiar su cara para que la gente no la reconozca-.

-Ya veo que el reconocimiento es un problema para los asesinos-, asintió Harry.

-No para Mara-, se rió Radomiła. -Al parecer, a veces se limita a aparecer en las fiestas para ver cómo todo el mundo entra en pánico y empieza a preguntarse a quién van a matar. Al parecer, incluso hubo una vez en la que alguien acabó muriendo y las autoridades la interrogaron durante años, pero al final tuvieron que dejarla marchar. Sabían que había matado al tipo, pero no tenían pruebas para detenerla, nunca encontraron el arma-.

-¡Vaya!- Harry se quedó boquiabierto. -Eso parece una locura-.

-Molesto, más bien-, resopló Radomiła. -Ráða Kohut nunca nos da detalles sobre sus asesinatos, así que no tenemos ni idea de cómo lo hizo-.

-Ni siquiera sabemos cuál es su número de muertes-, admitió Karol.

Harry frunció el ceño. -Entonces, ¿cómo saben que ha matado a alguien?-.

-Porque se enfrenta a objetivos gubernamentales-, explicó Radomiła, -y por eso tiene que haber pruebas de la muerte para cobrar la recompensa, así como algún tipo de prueba de que fuiste tú quien lo hizo, aunque esa información, por supuesto, seguirá siendo alto secreto-.