Capítulo 12

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Los celos de los Alfas regularmente duraban 2 días, pero para un Alfa dominante como a Minho, le duraba cuatro días, cuatro días en los que se la pasó acurrucado en los brazos de Felix como cuando era un cachorro, en esos días, no hizo más que besarlo en todo el cuerpo, menos los labios y acariciarlo por completo, haciendo suspirar a Felix de pura excitación que nunca llegaba a nada más.

Ahora Minho estaba en su cuarto día y el celo se estaba yendo de su cuerpo, sin embargo no dejaba de besarle las mejillas y acariciarle la cintura, dejando su olor sobre el cuerpo de Felix, negándose a dejar a aquel tibio cuerpo que lo había echo dejar de sentir dolor en los momentos más altos de su celo.

Felix respiró entrecortado cuando Minho bajó sus besos hasta su clavículas y se dedicó a dejar mordidas, mordidas que le hacían respirar hondo y aferrarse a la espalda de Minho, sus erecciones se tocaban por encima de la ropa interior, pero ninguno se había atrevido a ir más allá de los delicados besos en la piel del otro.

— Minho— Felix respiró hondo y exhaló apretando los brazos del mayor — Ya no puedo, Minho —

El mayor se levantó de su cuerpo por encima de su cabeza, sus ojos rubís ya se veían un poco más claros y su cabello castaño pegado a su frente sudorosa hacían a Felix imaginarse escenas no aptas para él en ese instante.

¿Lo quieres mi luz? —
El lobo preguntó cerca de sus labios, dejando mordidas que hacían a Felix gemir bajito

— Yo....no lo sé — admitió derrotado

El lobo decidió por ambos y se comprometió a ese día al fin sellar sus destinos con una marca de unión, empezó a dejar besos lascivos en el cuello del peliazul, rozando sus erecciones y haciendo a Felix gemir aún más, llevó sus dedos al trasero del menor aún por encima de su ropa y por primera vez unió sus labios, Felix, quien había tenido múltiples aventuras en sus viajes, jamás había sentido un beso tan lleno de sentimiento y pasión como el que estaba recibiendo justo ahora.

Sus lenguas salieron a danzar con la del contrario y ambos gimieron el nombre del otro, Minho llevó sus dedos esta vez por dentro de la ropa del menor y tanteo aquella entrada que le pedía a gritos profanarla, Felix se dejó hacer, el lado sumiso del humano lo estaba volviendo loco, porque aunque le gustara los gruñidos, mordidas y rasguños a la hora de estar con su pareja, también le encantaba ver como este se doblaba hacia su toque, el como perseguía sus labios cada vez que se separaban, como rozaba sus dedos queriendo cerciorarse que no se había ido lejos.

Se miraron a los ojos y por primera vez en días, Felix volvió a observar aquellos ojos cafés que lo hacían perder el aliento, mirándose a los ojos Minho lo besó aún más fuerte y al mismo tiempo insertó el primer dígito, Felix soltó un gemido totalmente de complacencia y ajustó sus piernas a cada lado de las caderas del mayor, queriendo asegurarse que no se fuera de su lado.

Minho lo fue preparando cada vez más hasta que tres dedos bailaban en su interior, Felix respiraba bajito, soltando gemidos que eran acallados por los labios rojos e hinchados del mayor, cuando Minho sacó sus dedos dentro de él, se sintió vacío y se quedó observándolo, esperando su siguiente movimiento.

Más este nunca llegó, Minho se levantó de encima suyo en un parpadeo y con la misma rapidez desapareció de la habitación, Felix quedó ahí en medio de esa cama, con los labios hinchados, una erección en su entrepierna, la respiración acelerada y un vacío en su pecho que le rompía el alma, pero sobre todo, con el corazón doliente.







Minho se alejó lo más que pudo de aquel ser que alteraba todos sus sentidos, respiraba con fuerza para poder volver a tomar el control de su cuerpo, su lobo lo rasguñaba haciéndole daño y Minho cerraba los ojos en un intento de que no saliera a la superficie.

"Lo quiero ahora, déjame ir ahí y terminar lo que no hicimos, mi pobre luz se debe sentir usado"

Su lobo exigía en voz alta, rasgándolo como si en verdad quisiera hacerle daño, Minho negó pegando su cabeza al árbol más cercano.

— No quiero, Scar, por favor piensa bien esto, si lo marcas no habrá vuelta atrás, ni siquiera conocemos su pasado— pidió entre jadeos

El lobo no estaba de acuerdo ¿qué le importaba a él el pasado de su luz? Él era su presente y su futuro, lo que hubo antes ya no importaba ahora, él se encargaría de pintar su vida de otro color y dejar atrás todo aquello que a su luz le causó daño.

"Te dejaré que lo conozcas y cuando lo hagas lo marcaré, pero no quiero que lo vuelvas a tratar mal o jamás te dejaré volver a salir a la superficie"

Amenazó con voz dura, Minho entendió entonces que su lobo no se daría por vencido y aunque le costará aceptarlo quizás tenía razón, no podían separarse ahora de Felix, había sentido como todo su ser se sentía menos pesado a su lado y quería sentirse así por siempre, pero aún habían cosas que arreglar.







Felix se quitó las lágrimas con furia, se tapó por completo con las sábanas y sollozó en silencio, Minho era un tonto y él un estúpido por haberlo dejado ilusionarlo de esa manera.

Se sentía usado, como un pedazo de carne y agradeció que Minho hubiera partido antes de haberse acostado porque si no, se habría enamorado de Minho y ese era un error que no podía permitirse al menos que quisiera terminar destrozado.

La puerta fue abierta por una silenciosa Dulce que dejó una bandeja con comida en la mesa de noche, Felix ocultó su cara entre las sábanas, no queriendo dejar ver su pena de esa manera, no estaba listo para aceptar que Minho le había echo daño.

— Felix, come, te prometo que todo tiene una explicación, no llores, si Minho se quedaba aquí te pudo haber marcado y te aseguro que eso no es algo que tú quieres ahora mismo—

Felix quitó la sábana de su rostro y la miró mientras se sacaba las lágrimas de su cara y Dulce le ponía una camisa sobre sus hombros desnudos, sin decir nada que pudiera incomodarlo.

— ¿Qué es eso? La marca ¿qué es?—

Sorbió al hablar y Dulce le dejó la bandeja en su regazo, tomando los palillos lo comenzó a alimentar, mientras Felix esperaba una respuesta que hiciera que dejara de odiarlo por haberlo abandonado así.

— Los Alfas en sus celos no desean hacer otra cosa más que estar con sus parejas, pero en el cuarto día es que sus colmillos pican tanto y el deseo de sellar sus destinos es demasiado que hacen una marca de unión y la sellan con el nudo— Felix masticó asintiendo, esperando que prosiguiera — Se hace en el acto sexual, el Alfa tiene un nudo en la base de su pene que no permite que se despeguen hasta que haya bajado y su esperma quedé por dentro tuyo por mucho tiempo, en ese instante se hace la marca, justo aquí — le señaló el lugar donde Minho lo había llenado de chupones los últimos días — El Alfa te ensarta sus colmillos aquí y muerde todas las capas de piel hasta llegar a la vena que va al corazón, para así asegurar que sus corazones latan a un solo compás y desde ese momento ambos son uno mismo, duele y mucho y normalmente se hace en los celos de los Omegas para así asegurar que no les duela tanto, quizás Minho se fue porque no quiso lastimarte, Felix, jamás se ha visto que un Alfa marque a un humano, no sabría decirte si sobrevivías si Minho llegara a marcarte —

— Yo— Felix se tocó el cuello con temor— Yo, es mejor que se haya ido ¿verdad?— preguntó lloroso, Dulce asintió con una expresión comprensiva — ¿Pero porque duele tanto?—

Sus lágrimas salieron sin permiso alguno y Dulce decidió abrazarlo, Felix se dejó consolar y le pidió a la luna el entendimiento para procesar las desiciones de Minho, porque aunque él podía entender que podía salir lastimado, si era con Minho podía soportar todo, solo por él.






















No cojieron🙄

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