Extra 2

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10 años después

El clima en la manada era especialmente frío ese día, diciembre les había traído las bajas temperaturas y la nieve que tanto Minhyuk amaba, su pequeño hijo ya no era tan pequeño, ahora era un cachorrito de diez años que disfrutaba jugar con sus primos mayores, Niki y Chae.

Felix ya se estaba enfadando, llevaba casi media hora queriendo que los dos lobos café y negro que corrían por todas partes al fin se convirtieran en niños de nuevo y que la juguetona Chae dejara de aventarle bolas de nieve, pero simplemente no podía, los chicos estaban especialmente rebeldes ese día y Felix quería amarrarlos a un árbol o hacerlo él mismo.

— ¡Chae ya basta!— pidió al borde del colapso, pero la niña solo sonrió para luego aventarle otra bola de nieve al rostro

— Atrapame si puedes, Tío Lix—

Felix negó ya muy enojado, dos lobos pasaron corriendo por en medio de sus piernas y lo derribaron, calló de culo al suelo y gritó de miedo y frustración.

Cuando Felix gimió de dolor, al fin los tres chiquillos se detuvieron y miraron a su tío y papá con pánico, Scar había sentido el dolor de Felix atraves del lazo y no se hizo esperar cuando un enorme lobo de dos metros apareció en la escena, su mirada intensa de enojo les hizo bajar la cabeza a los niños, Minho apareció para levantar a su sol.

Felix suspiró tratando de alguna manera apaciguar el dolor, estar en su quinto mes de embarazo era casi una tortura cuando Minhyuk se portaba así de mal y cuidar a los gemelos era ahora un sacrificio enorme pues ambos eran muy hiperactivos y acompañan a Minhyuk en sus maldades.

— ¿Estás bien amor?—

Miró hacia arriba, a los ojos preocupados de Minho qué lo observaban con atención, asintió dándole una sonrisa de alivio y miró más allá de su esposo, a su hijo que ahora era de nuevo un niño y se acercaba a él en pasos pequeños, totalmente arrepentido de causarle problemas a su papi y poner en peligro a su hermanita en camino.

— Lo siento papi, con Niki no lo volveremos a hacer — prometió, aunque Felix sabía que era mentira

Negó sonriendo y acariciando el cabello de su cachorrito, Niki también se acercó a pedir disculpas, la única que no lo hizo fue la orgullosa Chae, que pasó a su lado sin decir nada, aún estaba resentida por dejar de ser la única chica entre tantos chicos, aún pensaba que le quitarían su lugar en la manada.

— Por supuesto que no lo van a volver a hacer, ya están grandes y comprenden bien, Changbin y Hyunjin me están ayudando en las rondas, sus tíos también así que eso arorilla a Felix a cuidarlos, pero si vuelvo a escuchar que lo están desobedeciendo, los llevaré ahí afuera y no los trataré como mi familia ¿de acuerdo? —

— Si señor— corearon ambos niños y con expresión afligida regresaron a la cabaña

— No tienes que ser así de duro con ellos, son niños, amor—

Felix se abrazó al pecho de su pareja, siendo separados por su bebita en el vientre, Minho aspiró el olor del cabello de su chico, lo amaba tanto y quizás era lo único que lo hacía volver en sí después de sus enojos.

— Tienen que comprender, Lix, tu no estas igual a hace cinco meses, tienen que entender que no pueden jugar así de rudo contigo —

Felix suspiró sabiendo que no lograría sacar a Minho de su terquedad, siguieron un rato más ahí abrazados bajo la poca nieve que caía con suavidad sobre ellos, Felix sonrió cuando vio venir al enorme lobo de Changbin, Spear y a Hyunjin montado sobre él, la pareja se veía tan imponente aún con el paso de los años y su amor seguía igual de intacto como su belleza.

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