Capítulo 24

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Una tormenta se avecinó en el momento en el que el enorme lobo negro salió corriendo, su rapidez cortaba el viento, sus fuertes patas se enterraban con fuerza en la tierra y sus gruñidos le hacían competencia a los truenos que del cielo caían, sus colmillos al descubierto brillaban tanto como los relámpagos en el cielo y entre todo ese mar de árboles, lo veían venir con sus ojos rubí que se podían contemplar a la distancia.

Veinticuatro lobos venían tras él su respaldo que les aseguraría la victoria, sus hermanos que no lo dejarían solo, su lealtad estaba en el Alfa Lee en ese momento y aún aquellos vampiros que venían corriendo entre medio de esas bestias gigantes, se sentían en el deber de ayudar a Minho, su integridad y lealtad estaban para con el Alfa, Volkov sentía la sed de venganza que le transcurría por las venas, la emoción de al fin tener en su pared aquella cabeza que había buscado por tanto tiempo.

La lluvia mojaba sus pelajes gruesos y sus pálidas y frías pieles, en aquella montaña se escuchó los gritos de guerra cuando aquello comenzó, los gruñidos y sus colmillos enterrándose en aquellos huesos que parecían ser de concreto y que aún así rompieron con la facilidad con la que partes un papel.

Volkov corrió entre medio de aquel alboroto, su objetivo no eran aquellos lacayos novicios, su objetivo era aquel que se decía llamar rey y que todavía no bajaba de la montaña.

Scar sintió el impacto de un vampiro en su costado derecho, al mismo tiempo que otro chocaba en su lado izquierdo, enterró sus dientes en uno mientras como el otro lo abarcaba con sus brazos para quebrar sus huesos, al decapitar a uno, el otro fue despegado de su lado en un rápido movimiento, Spear tenía contra el suelo a aquel vampiro, mirando una vez a Scar antes de terminar de matarlo, solo para hacerle saber que no lo dejaría solo.

Ambos lobos empezaron a correr montaña arriba, Andrew era su objetivo y él no había tenido valor de bajar o quizás su plan es que subieran, no importaba, lo derrotarían ya de arriba o abajo.

De un salto Scar llegó al otro lado del lago, donde Volkov arremetía contra Andrew en rápidos movimientos que apenas eran perceptibles para la vista humana, la sangre volaba por los aires, cayendo algunas pistas en el hocico del enorme lobo negro.

— Vaya, vaya, el perrito a venido a jugar —

Andrew aventó el cuerpo de Volkov a un lado, una sonrisa cruzaba por su rostro que chorreaba sangre de su nariz y entrecejo, se los limpió aún sonriendo, mientras Volkov se levantaba de su puesto, deteniendo su costado donde Andrew había clavado una estaca.

Scar rugió y clavó sus patas con firmeza en la tierra floja, miró a Volkov para comprobar que estuviera bien, este asintió, mostrándole la daga que acabaría con la vida de aquel que tanto daño les había echo, Scar estuvo satisfecho con eso y se lanzó, recibiendo un impacto que lo arrojó contra un árbol, el golpe le sacó un chillido y la risa de Andrew.

— Vaya, un Alfa dominante y aún así eres tan débil — se burló

Sus pasos largos se escuchaban entre el chapoteo de aquella impetuosa tormenta, Scar se recuperó del golpe y miró a Volkov, más este estaba luchando con una vampiro que había salido de algún lado, tendría que pelear solo.

— Mírate, solo un patético lobo que tendrá un patético final, Felix se merece algo mucho mejor que esto— escupió con asco

Dándole una patada en su costilla izquierda y volviéndolo a aventar por los aires, el lobo volvió a levantarse, sacudiendo su cabeza para quitar el dolor en su cuello.

— ¿Alguien como tú?— preguntó Volkov burlón, para luego darle fin a la vida de aquel novicio

— Justamente, porque mientras ustedes dos están aquí conmigo ¿quién protege a Felix y a Hyunjin? Ambos serán míos y sus hijos serán mi legado, y eso te perseguirá en todas tus vidas, Lee Minho—

Su sonrisa perversa fue suficiente para que Scar se enfureciera y se tirara a él, sus colmillos se clavaron en el brazo de Andrew, el desgarre se escuchó claramente por encima de un trueno, Volkov aprovechó la situación y corrió queriendo trabarle la daga en el pecho, pero Andrew lo arrojó por los aires con su brazo libre, acercándose a Scar mientras apretaba los dientes conteniendo el dolor.

— No puedes hacer nada por ti mismo, te ocultaste bajo tu papi y ahora bajo Volkov, anda, Lee Minho, ven y lucha conmigo tú solo si eres lo suficientemente valiente —

Volkov se levantó, sacó la rama que había atravesado su pecho y la arrojó a un lado, Changbin a la distancia sintió el olor a miedo de su oreja y bajó de la montaña gran pronto cuanto asesinó a los dos vampiros que querían subir hacia donde Minho estaba.

Mientras el Alfa de pelaje negro peleaba con aquel sucio vampiro, Felix, las Omegas y Hyunjin trataban de detener la puerta del refugio que era empujada con fuerza desde el otro lado.

El miedo se respiraba en el aire, si estaban tan cerca era porque habían logrado acabar con los Betas, las Omegas que estaban emparejadas con ellos lloraban mientras hacían la fuerza para que no entraran, los cachorros lloraban abrazados unos a otros, creyendo que el fin había acabado, Hyunjin se detenía su barriga mientras con la otra mano apretaba hacia la puerta y Felix se sentía culpable de traer tanta desdicha a la manada que lo había acogido.

La puerta sonó cediendo y todos retrocedieron al ver a los cuatro vampiros que sonreían de manera sadica, sus colmillos picando con la intención de acabar con todas aquellas vidas que ahí se encontraban.

— Aquí hay un buen banquete— se burló el que los lideraba

Se tiraron al ataque y Hyunjin con sus poderes logró detener a uno, su vientre punzó a un costado derecho por la fuerza que estaba haciendo, sus dientes se apretaron y sintió la sangre salir de sus labios ante el agarre, los otros tres empezaron a pelear con las lobas en su forma humana y justo cuando Felix llegó hasta donde los cachorros, importándole poco que su vida corría peligro, tres grandes Alfas llegaron al lugar.

El enloquecido Spear asesinó a uno de un mordisco al solo oler la sangre de su pareja en el lugar, Hyunjin calló sobre sus rodillas y el vampiro al que detenía al mismo tiempo, con la respiración agitada empezó a retrodecer a rastras sobre el suelo, Jeongin estaba luchando con uno y no podía ir, Chan tenía a otro entre sus fauces mientras Changbin despedazaba al tercero, Felix al ver esto, aún con su costilla doliente tomó un vidrio de los que había rotos en el suelo y se abalanzó al vampiro al mismo tiempo que este se daba vuelta.

Un grito que retumbó por encima de los truenos en el cielo fue escuchado por Scar, se levantó del lugar donde había caído y sintió la sangre chorrear por en cima de su lomo, Volkov escupió sangre al levantarse y lo miró con la respiración agitada y el dolor punzando fuerte en él, asintió, los ojos del lobo brillaron y ambos se tiraron sobre Andrew, quien con un solo brazo poco podía hacer.

Los mordiscos, la sangre, los golpes y los gritos, todo se acabó en el momento en el que Scar le mordió el cuello mientras Volkov le ensartaba la daga justo en el centro del pecho.

Un silencio le siguió a eso, las nubes detuvieron su fluir, los truenos dejaron de sonar, el cielo fue despejado y la Luna menguante brilló como un consuelo en aquel oscuro cielo.

— Lo logramos, Alfa de pacotilla—

Burló Volkov para luego dejarse caer con cansancio en el suelo, Scar miró hacia el cielo, sintió un mal presentimiento entre tanta calma y aún así pegó su frente en el barro, su pelaje pegajoso por la sangre derramada y en silencio agradeció.

Gracias Luna por dejarme estar con él.

Sin saber que en el refugio de aquella manada un convaleciente Felix miraba a la luna sobre la montaña con clemencia.

Permíteme estar con él, por favor no nos separes.

Rogó y la Luna en su extrema benevolencia brilló, cumpliendo así su destino de al fin estar juntos, o por lo menos en el mismo lugar.

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