Capítulo 9

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Azotó la puerta de la cabaña con fuerza y de un puñetazo rompió una de las bases del porche, tomando su cabeza entre sus manos bajo la mirada y empezó a respirar de manera errática, quería ir ahí y estrangular a ese chico y luego estaba ese otro sentimiento que le pedía ir ahí y dejar que su lobo se lo devorara y no de la forma convencional.

Changbin venía llegando a la cabaña de enfermería cuando observó el estado deplorable de su amigo, fue una enorme sorpresa para él cuando lo vio llegar hace cuatro días con ese humano en sus brazos, inconsciente y pálido, ambos mojados y por alguna razón que Changbin no supo hasta después, con el lobo de Minho sobre la superficie, tomando el control de su consciencia.

Puso a Hyunjin tras de sí, su pareja tomó su mano con fuerza, temiendo del enorme Alfa que soltaba muchas feromomas con olor a café cargado.

— Ve adentro, amor, te seguiré en un momento —

— Tómate tu tiempo ¿si?—

Ante el asentimiento de Changbin, Hyunjin le dio una última mirada al Alfa exaltado y entró a la cabaña, Dulce le había hablado sobre el humano que estaba lesionado y como Hyunjin era el único que había convivido verdaderamente con humanos, creían que sería buena idea que conviviera con él.

Por otra parte, mientras Hyunjin entraba a la habitación del pobre chico, Changbin se acercaba a su amigo con cautela, cuando estuvo lo suficientemente cerca de él empezó a acariciar su espalda en círculos, escuchando al Alfa gruñir con dolor, Changbin aveces deseaba llevarse un poco de ese dolor y hacer sufrir menos a su amigo.

— Minho, si quieres podemos salir a correr, tienes que estar calmado, el clan Wosk vendrán mañana—

Minho asintió y levantó la mirada, dejando ver así un par de ojos rubís que Changbin hace tiempo no miraba en el cuerpo del licántropo.

— Vamos a la pradera— pidió Lee con voz profunda y ambos se convirtieron

Mientras los dos lobos corrían por el valle hasta llegar a la pradera, el humano levantaba su vista de su regazo para observar al peli platino que entraba con cuidado a la habitación, sonriendo de medio lado cuando lo vio despierto y recién comido.

Felix se asombró con la belleza de este chico con lunar bajo su ojo, era más atractivo que cualquiera que hubiera visto antes, incluso más que el tonto grandulón que lo asustó hace unos minutos, sus mejillas se incendiaron cuando se percató que había estado observando por demasiado tiempo al chico.

— Hola, soy Hyunjin, me dijeron que eres un humano, así que ya sabes, pensábamos llevarte al lugar de donde vienes—

Con sonrisa en rostro se acercó al confundido peliazul que lo veía con detenimiento, tratando de comprender la razón por la que todos ahí hablaban de manera tan extraña.

— Yo, soy de Sidney, Australia, ni siquiera está en este continente — comentó con una mueca

El vampiro frunció su ceño y asintió, olió al chico, si, como cualquier ser humano olía a uno, pero se percató que también de él provenía un olor a Almendras, Manzanilla y Coco, muy leve, pero lo suficiente para llegar a sus fosas nasales, lo que verdaderamente lo sorprendió es que en realidad no olía a sangre común, todo su ser desprendía un potente olor a Minho, que camuflaba los demás olores en él.

— ¿Qué hacías aquí Felix? Si me explicas podré ayudarte, yo tampoco soy de aquí ¿sabías? Bueno el cincuenta por ciento de nosotros no somos de aquí, Dulce es de América Latina y yo de Transilvania, Tú de Sidney y Chan de Melbourne ¿ves que tenemos similitudes al menos en nuestros orígenes? Puedes confiar en mí, lo prometo—

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