Door 1117 {ATEEZ}

Espías en el parque y conversaciones incómodas

Kim Hongjoong no era el tipo de persona al que uno acudía cuando necesitaba ayuda o consejo porque no era la persona más responsable del mundo y eso era una verdad universal. Por lo cual, la situación en la que se encontraba aquella tarde era muy interesante.

Todo empezó el día anterior cuando recibió un par de mensajes bastante siniestros teniendo en cuenta que no sabía quién diablos le estaba hablando.

("Podemos vernos aquí mañana a las seis? Te tengo que pedir un favor"

Hongjoong se quedó mirando el mensaje y el link en azul con la dirección ((a un parque en el centro)) y se preguntó a sí mismo en voz alta si era posible que hubiera sido transportado a una película de acción y aquella persona anónima era un espía con el que debía reunirse en un lugar público para recibir información necesaria para su caso. O algo por el estilo.

Sin embargo, sus fantasías de detective se vieron truncadas cuando llegó el siguiente texto:

"Soy Jongho por cierto. Seonghwa hyung me ha dado tu número."

Un poco decepcionado porque su vida no era una película de acción, Hongjoong le respondió al chiquillo con un "okiss" y una imagen de Piolín ultra decorada con brillos y estrellas y una frase súper cursi agradeciendo a Dios, la cual Yunho se la había mandado a él varios días antes).

Sentado a su lado en un banco cualquiera del parque y abrazando la mochila del instituto (usándola de escudo contra el mundo, pensó Hongjoong), a Jongho le temblaba la pierna izquierda y miraba a todos lados menos a Hongjoong. Desde el primer encuentro entre los dos, Hongjoong supo de inmediato que Jongho era ansiedad contenida en el cuerpo enclenque de un adolescente, así que no le caía de sorpresa sus nervios.

Lo cual no significaba que Hongjoong tuviera más paciencia con el pobre chico, pues empezaba a desesperarse.

ㅡNo es por nada ㅡempezó a hablar Hongjoong, rompiendo el silencio que se había formado alrededor de ellos como una burbujaㅡ, pero llevamos aquí diez minutos y aún no me has dicho qué quieres.

ㅡDame un segundo ㅡdijo Jongho, cerrando los ojos con fuerzaㅡ. Tengo que mentalizarme.

ㅡ¿Mentalizarte? ¿Qué diablos me vas a pedir, esconder un cadáver?

ㅡOjalá.

A Hongjoong le parecía gracioso el dramatismo de Jongho. ¿Qué podría ser tan serio que la posibilidad de haber matado a alguien y tener que pedir ayuda para esconder el cuerpo fuera más fácil de admitir que lo que fuera que Jongho necesitaba?

ㅡSi es tan serio, ¿por qué me necesitas a mí? O sea, soy un adulto más o menos responsable que paga sus impuestos y hace tres años y ocho meses que no termino pasando la noche encerrado en comisaría, pero... Me imagino que los señores Choi o Seonghwa hyung serían de más ayuda que yo.

ㅡNo creo que sea buena idea... Seonghwa hyung haría demasiadas preguntas y los señores Choi son literalmente mis casi-padres y hay cosas que uno no quiere hablar con sus casi-padres...

ㅡ¿Y Yunho? Él te puede dar terapia. Pero no sé si sea buena idea, teniendo en cuenta que os conocéis fuera del ámbito profesional y tal... Pero bueno, es gratis, a quién le importa.

ㅡPrefiero lanzarme delante de un tren en marcha antes que hablar con Yunho hyung sobre esto. Y no necesito terapia, estoy perfectamente.

ㅡWow, ok, no hace falta llegar a esos extremos.

ㅡHyung, es que no lo entiendes, literalmente quiero morirme ahora mismo pero eres mi única opción.

ㅡLo entendería si me dijeras de una vez qué diablos quieres. Y no quiero que te lo tomes a mal, pero muy perfecto no estás cuando no dejas de exclamar que te quieres dar de baja de la existencia cada dos frases ㅡHongjoong suspiróㅡ. Tanto misterio, muchacho, me está consumiendo la curiosidad.