Seonghwa no podía dormir.
Lo cual, era muy raro, porque Seonghwa era una criatura de hábitos y pasarse la noche mirando al techo sin poder pegar ojo no era algo que acostumbrara a hacer.
Uno podría pensar, conociendo la situación de Seonghwa, que podía ser culpa de sus vecinos. Que Hongjoong estaba montando un mueble de Ikea en el salón, o que estaba escuchando una playlist de alguna película musical de Disney de los años dos mil, o simplemente viendo Back to the Future con Yunho por milésima vez solo en ese mes. Pero no, eran casi las cuatro de la mañana y la residencia Kim-Jeong estaba en completo silencio (o no realmente, también podía ser que Hongjoong estuviera haciendo menos escándalo del que hacía siempre y sí estuviera montando un mueble de Ikea con nombre raro en su salón mientras Yunho dormía. Nunca lo sabría).
Tampoco era que no podía dormir por estar pendiente de Wooyoung, o de Jongho, o de los dos. Aunque Wooyoung estuviera en su casa, Seonghwa no tenía la necesidad de quedarse despierto por si le pasaba algo, porque Wooyoung se fue a dormir estando perfectamente contento y sano, y no le daba asma desde los cinco años y las pesadillas últimamente eran poco comunes (además, Wooyoung decía que Shiber Woosangsan le protegía del mal. Seonghwa le sonreía con la boca torcida y cambiaba de tema, no queriendo saber demasiados detalles sobre cómo el muñeco bebé de Wooyoung le protegía del mal). Jongho estaba en su casa, donde debía estar, y de pasarle algo, Jongho le llamaría sin pensarlo dos veces. Así que no, cuidar de su sobrino o de Jongho no era la causa de la noche desvelada de Seonghwa.
Uno ahora podría pensar, ¿por qué Seonghwa no podía dormir, si sus vecinos no estaban montando escándalo, y Wooyoung estaba bien dormido en su cama y Jongho estaba seguro en su casa?
La razón, por muy sorprendente (no) que pudiera sonar, eran sus vecinos. Y sí, no estaban montando escándalo, pero sí tenían a Seonghwa al borde del colapso. Lo cual, no era tan raro porque pasaba más de lo que Seonghwa estaba dispuesto a admitir. Sin embargo, esta vez, Seonghwa pensaba que estaba más que justificada su reacción. Todo había empezado durante las dos semanas que Hongjoong pasó fuera de la ciudad y Yunho se apareció en su casa en la décima noche sin Hongjoong.
Bueno, no, había que rectificar.
Todo empezó el día que Seonghwa se dio cuenta que Yunho le gustaba más que como un vecino/amigo. Seonghwa, que ya tenía una edad, no sintió la necesidad de negar y ocultar sus sentimientos, es más, trataba de acercarse mucho al chico alto e insinuar su atracción. Pero Yunho parecía confundir su actitud con simple amabilidad. Seonghwa, de todos modos, tras un par de meses, dejó de intentarlo. Era muy consciente que Yunho, la mayor parte del tiempo, solo tenía ojos para Hongjoong. En una ocasión, cuando Yunho estaba en el balcón y él regando sus plantas en el suyo, Seonghwa quiso decirle algo al respecto, incluso pedirle una cita, pero Yunho no le dejó terminar de hablar, pues Hongjoong había soltado un grito desde dentro del apartamento y Yunho corrió a ver qué pasaba, y nunca más volvió a salir a retomar su conversación con Seonghwa.
Seonghwa recordaba lo mal que se sintió en ese momento, tanto que ni siquiera terminó de regar sus plantas. No estaba enfadado con ninguno de los dos, pero le hubiera gustado que las cosas hubieran sido un poco diferentes. (Además, nunca se enteró de qué hizo gritar a Hongjoong. Esperaba que no fuera nada serio). Seonghwa pensó ese día que todo hubiera sido más fácil si sintiera celos por Hongjoong, si su verdadera intención fuera interponerse entre sus dos vecinos y su extraña relación. Pero no era así, Seonghwa no sentía celos de Hongjoong, por mucho que le hubiera gustado estar en su posición.
Todo continuó cuando Seonghwa, que no era tonto, se dio cuenta que Hongjoong podría tener algún tipo de interés en él. Lo cual, para Seonghwa, era muy sorprendente. (Seonghwa no quería ni mencionar las pocas interacciones que tuvo con Hongjoong antes que Yunho se mudara con él, no eran muy agradables).
Un día Hongjoong empezó a aparecerse por su casa, en pijama, con orejas y cola de gato o con las más extravagantes vestimentas (como esa vez que vino con peluca blanca y corona, y se encogió de hombros, diciendo que era el rey George III. Seonghwa no quiso preguntar). Y no venía por nada en concreto, venía por un montón de cosas diferentes: que si necesitaban sal, o azúcar, a pedirle a Seonghwa su balcón por unos minutos porque la luz era más bonita ahí aunque el cocinero no entendía eso porque su balcón solo estaba a un metro a la derecha del de sus vecinos y dudaba que hiciera mucha diferencia. También vino una vez, vestido como un mecánico (Seonghwa quería saber si Hongjoong tenía un baúl lleno de disfraces o algo), pidiendo una llave allen. Seonghwa recordaba que se quedó en blanco un momento, pues lo último que esperaba que Hongjoong le pidiera era una llave allen. Después de ver que Hongjoong iba en serio y sí quería la llave allen para sabía dios qué, Seonghwa asintió porque, por supuesto, Seonghwa tenía una caja de herramientas enorme, claro que tenía una llave allen.
Las visitas de Hongjoong se hicieron tan habituales como sus propias visitas al otro apartamento con la excusa de llevarles comida. Que siendo sincero, era en parte una excusa para verles y en otra parte preocupación extrema por los hábitos alimenticios de sus vecinos. A veces, Hongjoong ni siquiera iba a buscar algo, se sentaba en el sofá de Seonghwa y se quedaba media tarde hablando con él por el simple gusto de hablar con su mejor vecino Mars Park. A veces, le pedía ser modelo para lo que fuera que estuviera fotografiando, pintando o moldeando en un trozo arcilla. A veces, Hongjoong se confundía de puerta y sintiéndose como en su casa y sin preguntarse qué hacía Seonghwa ahí, se tiraba al sofá y se dormía hasta que Seonghwa avisaba a Yunho para que fuera a recoger a su compañero de piso.
Seonghwa supuso que entre todas esas ocasiones en las que Hongjoong llegó como un torbellino a hacerse un hueco en su día, acabó por enamorarse de él también. (Aun si Hongjoong era un poquito más excéntrico de lo que Seonghwa podía aguantar, pero el muchacho se hacía querer).
Y ahora sí, volviendo al décimo día sin Hongjoong durante su visita a su abuela. De todo lo que podía pasar esa noche, lo último que esperaba Seonghwa era tener a Yunho en su regazo, dándole besos como si no hubiera mañana, como si no importara nadie más en ese momento. Aunque Seonghwa sabía que los dos tenían muy presente a Hongjoong, eso no impidió que los dos acabaran en la misma cama en la que ahora Seonghwa no podía dormir. Seonghwa no podía negarlo, se había sentido eufórico con Yunho entre sus brazos y la imagen de su vecino con la cara sonrojada y mordiendo la almohada para no hacer mucho ruido le nublada la mente más veces de las que le gustaría. Yunho nunca se había visto más bonito que en ese momento y Seonghwa no quería que acabara nunca. Pero las cosas se pusieron raras por la mañana, con Yunho volviendo a su casa en cuanto pudo, prometiendo que vendría más tarde a hablar con él de todo lo que había pasado.
Claramente, Yunho no volvió y Hongjoong regresó de casa de su abuela un par de días más tarde.
Seonghwa se preguntaba si Yunho se había arrepentido y ahora no quería saber más de él. Sería extraño, ya que Yunho le había besado tras preguntarle cuál era su opinión sobre el hecho de que Hongjoong quisiera compartir una casa con los dos. Sin embargo, Seonghwa ya no sabía qué creer.
Como aquella vez en el balcón, Seonghwa se sintió triste, mal, decepcionado.
A lo mejor gustarle a los dos no significaba demasiado. A lo mejor ellos dos no querían a nadie más. A lo mejor Seonghwa debía no hacerse ilusiones.
A lo mejor Seonghwa no encajaba entre Hongjoong y Yunho.
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You say the price of my love's not a price that you're willing to pay 🎵
Este cap no iba a ser así but :))) (?) Sé que iba a decir algo but i don't remember now so....... ya me diréis qué tal 😳
Nos leemos :^)
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Door 1117 {ATEEZ}
Fiksi PenggemarEn donde Yunho y Hongjoong son compañeros de piso y Seonghwa es el vecino.