Eran las tantas de la noche y Yunho estaba despierto. Acababa de llegar de una fiesta a la que había sido invitado y que no pudo rechazar; ni siquiera se lo pasó bien, el alcohol no le llamó la atención aquella noche y nadie del lugar parecía interesarle lo suficiente para tratar de divertirse con alguien. Yunho se quitó los zapatos en la entrada y dejó la chaqueta colgada en un perchero. Los zapatos de Hongjoong estaban ahí, descolocados y con los cordones aún atados. Yunho no había visto a su compañero de piso en todo el día, y por lo que pudo comprobar al abrir la nevera y ver el plato de comida sin tocar que le había dejado Yunho antes de irse, Hongjoong aún no había salido de su cuarto. La casa estaba demasiado silenciosa para ser la hora que era, ese era el momento de más actividad en la rutina de Hongjoong. Sin embargo, no se escuchaba nada en todo el apartamento. ¿Estaría Hongjoong durmiendo? No, imposible, Hongjoong no dormía si el sol no había salido. ¿Estaría tan concentrado en sus proyectos como para no hacer nada de ruido? No, tampoco era probable, pues Hongjoong siempre trabajaba con música, por muy tarde que fuera o por muy concentrado que estuviera. Yunho se acercó a su puerta y dio unos golpecitos con los nudillos.
ㅡJoong, ¿estás vivo?
No hubo respuesta. Yunho volvió a tocar la puerta.
ㅡHongjoong, sé que estás ahí. ¿Estás bien? No te has comido la cena que te he dejado...
Hongjoong no respondió, pero Yunho le escuchó moverse por la habitación, así que ya no tendría que preocuparse de que estuviera inconsciente o muerto en su cama. Yunho se mordió el labio inferior y decidió no molestarle más, si Hongjoong no quería salir de su habitación ni contestarle, debía ser por algo. No iba a presionar más, ya Hongjoong le contaría que le pasaba (o no, porque Hongjoong era muy privado con sus sentimientos y las cosas raras que le pasaban por la cabeza a veces).
ㅡBueno, me voy a dormir. Si necesitas algo, ya sabes dónde estoy... Y come algo o te vas a desmayar y no estaré ahí para cogerte y que no te abras la cabeza con los cachivaches que tienes ahí dentro... ㅡYunho rió un poco y seguidamente suspiró ante la falta de respuestaㅡ. Buenas noches, Hongjoong.
Yunho se metió a su cuarto y sin molestarse en ponerse el pijama, se tiró a la cama y se durmió en seguida.
Cuando Yunho se despertó unas cuantas horas más tarde, Hongjoong seguía encerrado en su cuarto. Lo primero que Yunho hizo tras quitarse la ropa del día anterior y ponerse algo cómodo, fue abrir la nevera y comprobar si Hongjoong se había comido la cena, y en efecto, el plato ya no estaba ahí (ni el flan que Yunho pensaba comerse ese día...). Yunho quiso enfadarse pero no pudo, estaba aliviado porque Hongjoong había comido, aunque se hubiera robado su flan. Yunho se preparó un sano desayuno formado por cereales y el último plátano que quedaba. Desayunó en el sofá, viendo la televisión sin prestarle demasiada atención y pronto se vio pensando en lo silenciosa que estaba la casa sin Hongjoong armando escándalo o con la música puesta. Era domingo, los domingos eran días de limpiar la casa con música triste de fondo y Yunho no se podía creer que aquel día no fueran a hacerlo juntos. Yunho dejó el bol y la piel del plátano en el fregadero y en la basura respectivamente, y volvió al salón a acostarse en el sofá a ver lo que fuera que estuvieran pasando en algún canal. La siguiente media hora pasó en tranquilidad, con Yunho casi durmiéndose de nuevo. Sin embargo, se estaba aburriendo, así que apagó la televisión y decidió ponerse a recoger la casa él solito.
Abrió la puertecita que daba al pequeño balcón que tenía el apartamento; no era muy funcional para ellos, porque no era en absoluto grande. Ellos no eran como Seonghwa, que tenía el espacio lleno de macetas con bonitas flores. Yunho miró a su derecha, donde estaba el otro balcón y sonrió al ver a Seonghwa arrodillado en el suelo, regando unos nomeolvides.
ㅡHola Seonghwa.
ㅡBuenos días ㅡSeonghwa dejó la regadera a un lado y sonrió tambiénㅡ. ¿Qué tal estás?
ㅡBien, aburrido ㅡYunho se apoyó en la barandilla y suspiróㅡ. Los domingos son tan aburridos.
ㅡPensé que tú y Hongjoong hacíais limpieza los domingos ㅡSeonghwa se incorporó y se apoyó en su barandilla también, para quedar a una altura parecida a la de Yunhoㅡ. Aunque no escucho la música.
ㅡAh, no... Creo que la casa tendrá que esperar otra semana para ser limpiada con musiquita.
ㅡVaya ㅡSeonghwa se rascó la nuca y miró a Yunho por el rabillo del ojoㅡ. Oye, quería decirte una cosa...
Fuera lo que fuera que Seonghwa pretendía decir quedó en el olvido cuando un chillido se escuchó desde dentro del apartamento. En un primer momento, ni Seonghwa ni Yunho se movieron, sorprendidos. Cuando el segundo grito llegó, seguido del nombre de Yunho, el más alto salió corriendo, dejando a Seonghwa con las palabras en la boca.
ㅡ¡Hongjoong! ¿Joong, estás bien? ¿¡Hongjoong!?
ㅡ¡Yu-yunho!
Yunho se encontró de repente con un muy agitado Hongjoong entre sus brazos, que había salido como loco de su cuarto. Era raro tener a Hongjoong tan pegado a él, ya que al de pelo rosa no le gustaba demasiado el contacto físico innecesario. Yunho, sin saber qué hacer, se limitó a abrazarle y darle palmaditas en la espalda.
ㅡ¿Qué pasa, estás bien?
ㅡYunho, hay una araña del tamaño de Texas en mi habitación. Como no hagas algo con ella, me voy a tirar por la ventana y quemar el edificio entero.
Hongjoong se apartó del pecho de Yunho y empezó a empujarlo hacia su habitación. Yunho, resignado, entró en el cuarto de Hongjoong y miró por encima, en busca de la dichosa araña que había hecho gritar así a su compañero de piso. Con todo el desastre de ropa, pinturas, cuadernos y peluches que Hongjoong tenía por todos lados, a Yunho le parecía increíble que hubiera visto a la araña. Hongjoong se había agarrado de su camiseta e iba detrás de él, usándolo como escudo.
ㅡLa he visto por mi mesa... Yunho, era monstruosa.
ㅡPuedo apostar lo que sea a que estás exagerando.
ㅡMonstruosa te digo.
Al final, Yunho encontró la monstruosa araña dando vueltas por la pared de Hongjoong; era una cosa diminuta que no debía tener ni el tamaño de la uña del meñique de Yunho. Bufando, Yunho cogió un trozo de papel y consiguió coger al bichito.
ㅡYa está, llorón. La araña seguro estaba más asustada por tus gritos que tú de ella... Pobre cosita...
ㅡ¡Yunho, mátala ahora mismo, no quiero que se reproduzca en mi cuarto!
ㅡNo la voy a matar, no te ha hecho nada ㅡYunho abrió la ventana y dejó salir a la arañaㅡ. Ya está, solucionado.
Hongjoong hizo un puchero casi imperceptible y cruzó los brazos sobre su pecho. Ahora, con la araña fuera de escena, Yunho se quedó observando a Hongjoong. No se veía muy diferente a cómo se veía siempre por casa, con el pijama y el pelo recogido en una coleta en lo alto de la cabeza. Tenía las ojeras de siempre y no parecía más cansado que otras veces. A simple vista, Yunho no podía descifrar qué le pasaba o que le había pasado por encerrarse en su cuarto por tantísimas horas y negarse a hablar cuando Yunho se dirigía a él.
ㅡYa te puedes ir ㅡdijo Hongjoong al finㅡ. Gracias por salvarme...
ㅡOh, sí, claro... Ya me voy ㅡYunho sujetó a Hongjoong por la muñeca y sonrió un pocoㅡ. Sabes que me puedes contar lo que sea, ¿verdad?
Hongjoong despegó los dedos de Yunho uno a uno y le dio un golpecito suave en un cachete.
ㅡLo sé, pero no quiero hablar ahora. Quiero estar solo, si no te importa.
ㅡEstá bien, Joong... Sal a comer de vez en cuando... Y date una ducha, por dios.
Yunho volvió a su lugar en el sofá y se quedó mirando a la nada por un buen rato, olvidándose por completo de que había dejado a Seonghwa colgado y olvidándose todavía más de que debía limpiar la casa.
😌😌
Get yourself a roommate que se preocupa por ti, te salva de arañas tan grandes como Texas y te deja tu espacio cuando sabe que quieres estar sol@
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Door 1117 {ATEEZ}
FanfictionEn donde Yunho y Hongjoong son compañeros de piso y Seonghwa es el vecino.