ㅡJongho, ¿podemos hablar?
La señora Choi era una señora bajita, con la cara redonda y una sonrisa amable. Jongho tendía a no sentirse seguro alrededor de gente adulta, pero nunca con la señora Choi. Su esposo estaba bien, pero Jongho prefería estar al lado de ella. Era un poco mayor, con una edad que le hacía parecer más la abuela de Jongho que su madre, pero a Jongho no le importaba. Era la primera vez en mucho tiempo, posiblemente desde que era un niño que aún soñaba y creía en finales felices, que Jongho tenía una pizca de esperanza. Los señores Choi le querían, o al menos hacían un estupendo trabajo fingiendo que lo hacían. Jongho estaba cansado de estar siempre a la defensiva, pensando constantemente en cómo escaparse, en cómo esconderse del mundo y hacerse pequeñito en un hueco y desaparecer. Era agotador estar en tensión, con miedo. No había cambiado de opinión; aún creía que los señores Choi le abandonarían como las otras familias que vinieron antes que ellos, que todo llegaría a su fin tarde o temprano. Sin embargo... Solo era un niño. Y estaba triste y exhausto y los señores Choi hacían un gran esfuerzo al intentar entenderle y darle lo que necesitaba. Era imposible para él no querer más. Quería todo lo que pudieran darle, para guardarlo en su pecho y en su mente para cuando estuviera solo otra vez.
Por eso, ver a la señora Choi tan seria aquella mañana y diciendo esas tres palabras, bloqueó a Jongho. Aunque lo que quería era coger la mochila llena con sus cosas que guardaba debajo de la cama y salir corriendo y no volver más, Jongho se quedó quieto. Su cerebro y su cuerpo estaban desconectados. Aquello no pintaba bien, era el momento. La señora Choi le iba a decir que ya no era bienvenido, que había sido un placer pero que él no era el hijo que ella y su marido buscaban. A lo mejor si no fuera un adolescente, o si no estuviera tan enfadado con el mundo todo el tiempo, a lo mejor si esto, a lo mejor si lo otro. Jongho ya había escuchado todas las excusas habidas y por haber, pero eso no hacia la experiencia menos dolorosa.
ㅡ¿Ha pasado algo...? ㅡdijo Jongho, con un nudo en la garganta que le impedía hablar con la urgencia que sentía. Debía verse en su expresión corporal, sin embargo, en sus manos inquietas y en la tensión en sus hombrosㅡ. Me he estado portando bien... Y estoy yendo a mis clases y ya no me peleo con nadie y...
ㅡNo pongas esa carita, querido ㅡdijo la señora Choi con una pequeña sonrisaㅡ. Tranquilo, no es nada de eso. Yo sé que te estás portando bien.
Jongho juntó las cejas y miró a la mujer sin decir nada, buscando algo en su rostro que delatara la mentira. Pero la cara redonda de la señora Choi estaba libre de muecas y no parecía enfadada, o decepcionada. Jongho no quiso relajarse aún de todos modos.
ㅡ¿Entonces...?
ㅡMe gustaría que habláramos de... ¿Cómo se llamaba? El muchacho ese del que hablas tanto.
ㅡ¿Gunho?
ㅡNo, no... Creo que me habías dicho que era cocinero, ese.
ㅡOh, Seonghwa hyung. ¿Qué pasa con él?
ㅡQuisiera saber más sobre tu relación con él ㅡla señora Choi habló despacio, como si estuviera pensando la mejor manera para decir lo que tenía que decirㅡ. Estoy un poco... preocupada.
Jongho no tenía que ser adivino para intuir qué podía estar preocupando a la señora Choi, por lo que se apresuró en contestarle.
ㅡNo está pasando nada raro entre hyung y yo.
La mujer levantó las cejas.
ㅡNo es que no quiera creerte, pero eso no me alivia en absoluto.
ㅡNo veo cuál es el problema entonces ㅡJongho cruzó los brazos sobre su pecho y continuó mirando a la señora Choi con el ceño fruncidoㅡ. Te lo estoy diciendo. Seonghwa hyung no es así... Él nunca... Él no es así. ¡No pienses cosas que no son!
ㅡJongho, no te enfades. Entiende mi punto de vista. Pasas mucho tiempo con un hombre que te dobla la edad, al que no conocemos de nada y que te deja quedarte en su casa como si fuera tuya. Eres un niño y los adultos a veces no son lo que aparentan... Solo quiero asegurarme de que estás a salvo.
ㅡEstoy a salvo con él ㅡdijo Jongho, con la voz temblorosaㅡ. Hwa hyung no tiene otras intenciones. Se preocupa por mí y me cuida... Mi hyung nunca me haría daño.
La señora Choi puso las manos sobre sus hombros y Jongho estuvo a punto de ponerse a llorar. Entendía lo que le estaba diciendo y no estaba enfadado con ella, pero se sentía frustrado. Era inconcebible la idea de Seonghwa hiriendo a Jongho a propósito. Seonghwa era la mejor persona que Jongho había conocido; con su personalidad nerviosa y sus sonrisas torcidas y cómo cocinaba un montón de comida y horneaba un montón de galletas para Jongho porque esa era su forma de demostrarle que se preocupaba, que quería a Jongho. Se le escaparon un par de lagrimitas, porque Seonghwa hyung le quería y de eso estaba convencido.
Tenía miedo por lo que pudiera pasar a partir de ese momento. ¿Le obligarían los Choi a no ver a Seonghwa nunca más? ¿Qué haría de darse esa situación? Estar separado de Seonghwa también significaba no pasar la tarde con Yunho hyung comiendo cereales delante de la televisión; tampoco podría estar con Hongjoong hyung, al que no conocía demasiado pero con el que se reía hasta que le dolían los costados por sus ocurrencias y su forma de ser tan extravagante. Y Wooyoung, tampoco podría ver al niño que se había convertido en su hermanito pequeño al que adoraba, aunque fuera capaz de drenar toda su energía en cinco minutos. Jongho no quería que eso sucediera... Seonghwa, sus novios y su sobrino eran su familia...
ㅡJongho, escucha ㅡla señora Choi le dio un toque suave en la barbilla para llamar su atenciónㅡ. Si quieres seguir viendo a Seonghwa, necesito conocerle primero. No puedo dejar que estés con un extraño y menos cuando sé que vas a dormir a su casa cuando te escapas de aquí... Y de eso tendremos que hablar en otro momento, no sabes los sustos que me das cuando no te encuentro por las mañanas. Me vas a provocar un infarto un día de estos, chiquillo.
Jongho se frotó los ojos con el puño y estiró los labios, mientras observaba a la señora Choi. Era una mujer muy curiosa ella, pensó Jongho, al igual que su marido. Los Choi eran muy extraños y muy diferentes. Jongho estaba acostumbrado a ser tratado con menos delicadeza, a base de gritos y amenazas. Y Jongho ya no lloraba ante malos tratos. Era más fácil pelear y gritar más alto y amenazar también. Pero los Choi no eran de esa manera. Les gustaba sentarse a discutir los problemas que surgían y contestaban a Jongho como si fuera un igual, no un niño con la cabeza vacía.
Eran un poco como Seonghwa hyung.
ㅡ¿Podré seguir viendo a Hwa hyung?
ㅡDepende. Estaría bien que me dieras su número de teléfono para llamarle. Podemos vernos en persona y hablar con él y eso... Y ya después veremos si no tenemos que llamar a la policía y encerrarlo de por vida.
Jongho soltó una risita.
ㅡYa verás que Seonghwa hyung es el mejor. Es un poco rarito, pero es buena persona, te lo prometo.
✨✨
Como que no se me ocurre nada para comentar. He escrito este cap súper rápido, lo cual es sorprendente lol. En fin, ya me contaréis qué tal.
Si hay algo raro, NO, no lo hay. Nos leemos pronto, I guess.
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Door 1117 {ATEEZ}
Fiksi PenggemarEn donde Yunho y Hongjoong son compañeros de piso y Seonghwa es el vecino.