yo, un gangster, me converti en un estudiante de secundaria

historia paralela 9

A Shin Ji-soo le gusta Song yi-heon. El detonante fue un incidente ocurrido en el primer semestre de tercer grado cuando la clase se quedó sin matrícula. Song yi-heon impidió que Hong Jae-min, acusado de ser un ladrón, cometiera violencia, y su apariencia confiable hizo
mella en los ojos de Ji-soo.

Incluso si Song Yi-heon bebía sopa como si tuviera resaca cada vez que almorzaba, incluso si quedó en último lugar en el examen de mitad de período, e incluso si hacía viejos chistes y enfriaba la atmósfera, Ji-soo solo pensó en Song. Yi-heon estaba genial.

El día del examen simulado en junio, me alegró decir que obtuve el número de teléfono naturalmente usando el café de la sala de escape como excusa, pero ese día, Song yi-heon derribó la puerta del café de la sala de escape y izquierda.
Una vez, estaba tan frustrado que secretamente puse chocolate en el casillero de Song Yi-heon. Después de ver la reacción de Song yi-heon, trató de confesar si quería tener novia, pero Ji-soo contuvo las lágrimas y tuvo que renunciar a su intención de confesar porque la criticó frente a la clase por no salir con nadie.

Gracias a esto, pude concentrarme en mis estudios y ser aceptado en una universidad en Seúl, pero terminé extrañando a Song Yi-heon. Ji-soo ni siquiera sabía en qué universidad o departamento habían aceptado a Song I
Yi-heon heon. El anuncio de aceptación ya casi habría terminado, pero Song yi-heon estaba en silencio en la sala de chat donde estaban reunidos sus compañeros de clase.

Cuando mi profesora me preguntó si había revisado el calendario de la ceremonia de graduación, simplemente agregué una línea a la línea de "sí" que hizo la clase.

“¿Qué es esta foto de perfil? Ni siquiera tú."

Ji-soo amplió la foto de perfil de Song
Yi-heon heon, quien había enviado un globo de diálogo que decía '¡Sí!' mientras hace pucheros. En una foto grupal tomada de dos filas de hombres de mediana edad con el telón de fondo de un campo de fútbol con focos brillantes, Song yi-heon era el único adolescente en forma.

Sin embargo, la sonrisa traviesa de Ji-soo hizo que el corazón de Ji-soo se acelerara. El amor es verdaderamente algo triste y cruel... … . La chica de secundaria, que acababa de convertirse en adulta y sufría una fiebre de amor, acarició afectuosamente el rostro de Song Yi-heon.

"¿oh?"

Y al cabo de un rato, se levantó y alzó la voz.

"¡papá papá!"

"Padre, tus oídos están bien".

Un hombre que llevaba una bolsa grande de bocadillos de camarones para karaoke salió lentamente y se sentó en el sofá, y Ji-soo le tendió su teléfono celular. Su padre estaba de pie detrás de Song Yi-heon, que estaba en cuclillas en la primera fila.

"¿Por qué papá se toma una foto con Song Yi-heon?"

“¿Song Yi-heon? ¿Quién es él?"

A diferencia de Ji-soo, que estaba ansiosa por la inesperada coincidencia, su padre estaba despreocupado. Cuando amplié la foto y se la mostré, sacudió la cabeza y dijo: “Ah”, como si lo recordara.

“Ah, ese amigo. Así es, el nombre es Song… Era una broma. Papá, ha estado yendo temprano al club de fútbol desde la semana pasada. Es miembro allí. Este amigo tiene la misma edad que tú".

"¿Club de fútbol? Papá, ¿juegas fútbol?”

"Mi hija vive en la misma casa y no sabe lo que hace su padre".

Los ojos de Shin Ji-soo se abrieron como platos. ¿Está haciendo lo que hacen esos tipos? No lo entendí, pero eso no era importante en este momento. Ji-soo no perdió la conexión con Song Yi-heon que había desarrollado gracias a su padre.