historia paralela 11

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“No, ¿quién es? ¿Hay alguna dama que no haya visto antes?"

“Uf, es hija mía. Quería echar un vistazo".

“¿Es usted la hija del director Shin? ¿Escuché que te aceptaron en una universidad en Seúl?”

"¡Hola!"

Cuando los adultos se acercaron, Ji-soo se levantó y los saludó alegremente. Los hombres que rodeaban el banco comenzaron a elogiar seriamente a Ji-soo.

"Guau eso es increible. Solicité ingreso a todas las universidades de Seúl".

“Ni siquiera hables. ¿Cuánto se paga la matrícula de la academia por él? Mi columna está muy doblada. Pero era tan inteligente e inteligente, como mi mamá, que terminé siendo aceptada en una universidad en Seúl”.

"Vaya, qué hija tan obediente".

“Dicen que estoy en la misma clase que Yi-heon. Por eso vine a ver a mi amigo hoy".

El padre de Ji-soo escuchó y lo ignoró mientras conducía hacia el antiguo club de fútbol, pero cuando llegó el momento de jugar, habló elocuentemente sus líneas tal como Ji-soo le había dicho.

"¿Qué? ¿Eres amigo de la escuela de Yi-heon? Oh, entonces también debes ser amigo de Se-kyung".

Los hombres de mediana edad quedaron asombrados por la asombrosa coincidencia y empujaron a Song Yi-heon, que estaba detrás de ellos, al banco.

“¡Nuestro Sr. Song también es un estudiante de secundaria! ¡Siempre lo olvido! Si miras la forma en que habla, parece que tiene la misma edad que yo".

"Soy un adulto, hermano".

Song yi-heon, quien esquivó como una locha la mano que intentaba acariciarle la parte superior de la cabeza, se paró frente a Ji-soo. Así como saludó a los adultos alegremente y con confianza, Ji-soo también saludó a Song Yi-heon.

"Yi-heon, ¿cómo estás?"

“…….”

Sin embargo, Song yi-heon no lo saludó cara a cara. Esto se debía a que se metía la punta del dedo índice en la boca mientras se quitaba los guantes. Song Yi-heon se metió la punta del guante en la boca y levantó la barbilla, como si los gruesos guantes de invierno no se
quitaran fácilmente. Parecía estar quitándose los guantes lentamente, pero sus ojos miraban a Ji-soo.

Sólo después de examinar todo, desde la cabeza hasta los pies, incluyendo la manta, los tapones para los oídos y la bufanda que llevaba Ji-soo, la compresa caliente en su mano y la tapa del termo en el banco, Song yi-heon escupió los guantes de su boca. .

"¿Cómo estás?"

"Eh. Escuché que pasaste la universidad. Para Se-kyung-”

Después de eso, Ji-soo comenzó a charlar, pero Song Yi-heon no podía oírlo. Las cosas que llevaba eran cosas que Se-kyung llevaba para él. Cuando vi que alguien más lo usaba, mi estómago se retorció de manera extraña, crucé las piernas y surgió un sentimiento de
hostilidad, como, '¿Mira esto?'
… Probablemente se lo prestó porque hacía frío.

Song Yi-heon intentó no pensar demasiado en ello. Era tan feo sentir celos de una joven. Estaba poniendo los ojos en blanco para dirigir mi enojo hacia Choi Se-kyung, quien me había prestado eso, pero Jogi, el presidente del club de fútbol, llamó a Se-kyung.

"Se-kyung también debería jugar un juego, ¿verdad?"

"¿Es eso así?"

Se-kyung, que siempre decía que estaba bien, se despertó. Me torcí el tobillo, calenté ligeramente y salté en el lugar para calentar.

yo, un gangster, me converti en un estudiante de secundaria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora