CAPÍTULO 40: Tensiones en la Guardia

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Renesmee POV

El castillo estaba particularmente silencioso, aunque la atmósfera estaba cargada de una tensión que se sentía en cada rincón. Alec había sido asignado a vigilar a Lía durante su estancia y aunque sabía que esto era lo mejor para la seguridad de ella, la situación no dejaba de incomodarme. La idea de que Aro estuviera evaluando a Lía no me convencía en absoluto y conociéndolo, cualquier "evaluación" era solo una excusa para mantenerla bajo su influencia.

Mientras me dirigía a la sala de entrenamiento, oí unos pasos acercándose detrás de mí. No tuve que girarme para saber de quién se trataba. El ligero aroma floral y la presencia calculadamente pesada de Chelsea ya se habían vuelto familiares, especialmente cuando deseaba provocar.

- Qué interesante verte por aquí, Renesmee.- dijo Chelsea en un tono suave, casi meloso, que sabía era pura fachada.- Parece que no te agrada mucho la presencia de tu pequeña amiga en el castillo, ¿o me equivoco?

La miré con calma, tratando de mantener la serenidad.

- Aro pidió evaluarla. Nada más que eso.- contesté en un tono neutral, evitando darle la satisfacción de saber que su comentario me había molestado.

Chelsea soltó una risa burlona y dio un paso más cerca.

- ¿Y qué tal te sientes sabiendo que Alec ha sido el encargado de cuidarla? Después de todo, él y tú... solían ser bastante cercanos, ¿no?

Sabía que lo hacía a propósito, buscando cualquier grieta en mi fachada. Pero no podía dejar que alguien como Chelsea me afectara.

- Alec está cumpliendo su deber.- le respondí con calma.- Nada más. Y sé que él será lo suficientemente profesional como para no caer en juegos... como los tuyos.

Su expresión cambió levemente, pasando de la burla a una sonrisa fría y calculadora.

- Oh, ¿juegos? Mi querida Renesmee, aquí todos jugamos. La diferencia es que algunos ganan y otros... pierden.

Chelsea me observaba como si tratara de ver hasta dónde podía llegar sin cruzar una línea que le costara caro.

- Sabes, Alec y yo tenemos una... relación especial.- continuó, claramente disfrutando de cada palabra.- Él es muy reservado, pero cuando confía en alguien... puede llegar a ser muy generoso.

- ¿Generoso contigo?- la interrumpí, fingiendo un interés que sabía que la desarmaría un poco.- Pensé que su relación era únicamente profesional, Chelsea. Aro no vería con buenos ojos que mezclaran los sentimientos con sus obligaciones.

Ella se quedó en silencio un segundo, intentando no perder la compostura, pero sus ojos revelaban cierta irritación.

- Renesmee, querida, si sigues concentrada en los demás quizás olvides tu propio lugar aquí. Recuerda, no todos aquí te consideran familia de verdad. Algunos solo ven a una híbrida que fue adoptada por conveniencia.

Sentí una punzada de ira, pero no me permitiría ceder a sus provocaciones. Mantuve la mirada firme en la suya y aunque mi tono se mantuvo calmado, no dejé dudas sobre mi postura.

- Lamento que pienses eso, Chelsea. Tal vez sea por eso que me esfuerzo tanto en demostrar mi lealtad con hechos y no con palabras vacías. Tal vez deberías intentarlo también.

Ella me sostuvo la mirada, su sonrisa fría apenas tambaleando. Después de un momento Chelsea se giró, como si la conversación no le interesara más. Pero antes de irse lanzó una última estocada.

- Ten cuidado, Renesmee. No te conviene hacer enemigos en este lugar. Nos veremos más adelante.

Observé cómo se alejaba, sintiendo la tensión en mis músculos comenzar a relajarse. Sabía que Chelsea no abandonaría fácilmente sus intentos de provocación y probablemente aún tenía algunos trucos guardados.

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