CAPÍTULO 46: Aro y las Verdades Ocultas

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Renesmee POV

A medida que pasaban los días, la tensión en el castillo Vulturi era palpable. La decisión de Lía de regresar a Forks había dejado a muchos confundidos y las insinuaciones de Chelsea sobre el valor de mi lealtad aún resonaban en mi mente. Aro por su parte parecía mantener su calma habitual, pero sabía que algo estaba ocurriendo en las sombras, una intriga que aún no podía entender del todo.

Esa mañana Aro me había llamado a su despacho para una reunión privada. Mientras caminaba por los corredores sentía la mirada de varios miembros de la guardia sobre mí. Sabían que si Aro me llamaba era por una razón importante.

Al llegar a la puerta de su despacho toqué con suavidad y escuché su voz invitándome a entrar.

- Renesmee, querida.- saludó Aro con una sonrisa, levantándose de su asiento y extendiéndome una mano para que me acercara.- Qué bueno que hayas llegado.

- Maestro.- respondí con una inclinación de cabeza, acercándome hasta tomar su mano.

En un segundo, pude sentir su mente explorando la mía, absorbiendo los pensamientos y recuerdos que había acumulado desde mi último reporte. Él soltó mi mano y se recostó en su asiento con una expresión pensativa.

- Debo admitir que Lía me ha resultado... intrigante.- comenzó, entrelazando sus dedos mientras me observaba.- Su habilidad tiene un potencial fascinante, similar al de Chelsea, pero aún sin refinar. Claro que la idea de que haya querido regresar a Forks me ha dejado pensando.

- Entiendo.- respondí esperando que él continuara. Sabía que Aro rara vez compartía sus pensamientos abiertamente a menos que tuviera una razón estratégica para hacerlo.

- Tú también tienes una gran conexión con los Cullen, ¿verdad?- preguntó cambiando ligeramente el tono.- ¿Aún piensas en ellos? ¿Extrañas algo de aquella vida?

La pregunta me tomó por sorpresa. Habían pasado años desde que consideraba a los Cullen como mi familia. Ahora los veía más como un fragmento del pasado, un eco distante de lo que solía ser. Sin embargo, Aro había tocado un punto sensible y mis emociones se revolvieron levemente.

- No he olvidado lo que los Cullen me enseñaron, pero ahora entiendo que pertenezco a algo más grande.- contesté con firmeza.- Mi lugar está aquí, donde puedo usar mi potencial.

Aro asintió complacido.

- Sabias palabras, querida. Pero incluso la lealtad más firme debe ser fortalecida... y probada.- añadió con un brillo en sus ojos.- Ahora, quiero que observes a Lía de cerca. He decidido que ella tendrá mis favores por el momento, siempre y cuando demuestre lo que prometió.

Su última frase me hizo fruncir ligeramente el ceño. Era como si estuviera dejándome entrever que, si bien valoraba mi lealtad, también estaba dispuesto a poner a prueba la de Lía. ¿Estaría considerando una especie de "sustitución" en caso de que yo fallara? Apreté los puños manteniendo la calma y asentí.

- No tienes nada de qué preocuparte, padre.- le dije con serenidad.- A Lía no le interesa nuestra causa de la misma manera. Puedo asegurarle que su compromiso no es tan sólido.

Aro asintió lentamente, como si ya hubiera previsto mi respuesta.

- Sé que eres observadora, Renesmee. Aprecio tu sinceridad. Pero este mundo, nuestra familia, a veces requiere más que lealtad. Exige visión, propósito... y un instinto que no todos poseen.- su mirada se tornó penetrante.- Quiero que confíes en tu propio criterio y vigiles a aquellos que podrían representar una amenaza, incluso si parecen aliados.

___

Después de la reunión con Aro, fui a entrenar para despejar mi mente. Pero el eco de sus palabras me seguía. Aunque había aprendido a no temerle, su forma de analizar cada detalle, de manipular incluso las emociones de quienes lo rodeaban, hacía difícil mantener la confianza sin cuestionar sus verdaderas intenciones.

Mientras ensayaba un par de movimientos con la espada Alec apareció en la puerta y se apoyó en el marco, observándome en silencio. No había tenido mucho tiempo para hablar con él desde nuestra visita a Forks; ambos habíamos estado ocupados con nuestras propias tareas.

- Te ves concentrada.- dijo finalmente, acercándose hasta detenerse a un par de metros.- ¿Algo en particular en lo que estás pensando?

Solté un suspiro y bajé la espada, girándome hacia él.

- Aro me pidió que observe a Lía.- confesé.- Parece estar probándome de nuevo. Quiere que le demuestre mi lealtad, como si todos estos años no hubieran sido suficientes.

Alec asintió, comprensivo.

- Es su naturaleza Renesmee. Aro es... complicado. Incluso para nosotros, quienes lo conocemos bien, es imposible saber del todo en qué piensa. Y Lía, con su habilidad... es una pieza atractiva para él, eso es innegable.

Lo miré con seriedad, sintiendo la frustración acumulada.

- A veces me pregunto si todo esto tiene un propósito claro o si solo somos piezas en un juego que nunca termina.

Alec esbozó una sonrisa casi melancólica.

- Eres una de las mejores en la guardia Renesmee. Y sabes que para Aro cada habilidad es una herramienta. Pero tú... tú eres más que eso, incluso para él. No lo olvides.

Intenté sonreír en respuesta, pero las palabras de Aro seguían rondando en mi mente. Mientras Alec y yo nos quedamos en silencio escuché una voz conocida al final del pasillo. Chelsea estaba hablando en voz alta, seguramente lo suficiente para que ambos la oyéramos.

- Así que la gran "hija de Aro" aún necesita probarse.- murmuró con un toque de burla.- Aro siempre sabrá quién realmente merece su favor... y quién simplemente está de paso.

Sentí la rabia subir a mi rostro, pero Alec puso una mano en mi hombro, calmándome.

- No vale la pena Renesmee. Chelsea solo quiere provocarte.

Sin embargo, me solté suavemente de su agarre y miré a Chelsea directamente.

- ¿Sabes, Chelsea?- dije con frialdad.- Aro confía en mí para vigilar a quienes podrían amenazar el equilibrio de la guardia. Quizás debería empezar contigo.

Chelsea sonrió, claramente divirtiéndose.

- Haz lo que quieras, querida. Pero ten en cuenta que Aro no tolera los errores, ni de ti ni de nadie.- luego con un último gesto despreciativo, se alejó, dejándome sola con Alec.

Él me miró con cierta preocupación, pero también con una pizca de orgullo.

- No puedes evitar que intenten menospreciarte, pero puedes recordarles por qué eres quien eres.- me dijo dándome una mirada significativa antes de marcharse.

___

Esa noche, en mis aposentos...

A solas en mi habitación, reflexioné sobre todo lo que había ocurrido. Había dejado atrás la vida en Forks para convertirme en alguien fuerte, respetada, temida. Sin embargo, las dudas comenzaban a invadir mis pensamientos. ¿Qué tan sólida era mi posición aquí? Aro siempre encontraba la manera de poner a prueba mi lealtad, pero ahora, con Lía en la ecuación, sentía que todo mi esfuerzo estaba a punto de ser comparado o incluso reemplazado.

Una cosa era clara: no permitiría que ni Chelsea ni nadie intentara subestimarme. Al amanecer volvería a entrenar. Me aseguraría de ser no solo la mejor, sino también la más confiable. Nadie pondría en duda mi lugar en la guardia ni mi lealtad a los Vulturi.

Si Aro quería lealtad y determinación, se la demostraría. Si Chelsea intentaba hacerme dudar, le enseñaría que había subestimado a la Renesmee que ahora estaba en Volterra.

...

Esa es la actitud Renesmee.
Esperemos a ver que pasa en un próximo capítulo.

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