Renesmee POV
Las noches en Volterra se habían vuelto una rutina silenciosa y sombría, rota solo por las misiones y las reuniones en la sala de tronos. Poco a poco, el castillo de los Vulturi dejó de ser un lugar extraño y aterrador para convertirse en un hogar, aunque todavía algo ajeno a lo que alguna vez consideré mío. Cada misión, cada instante con la guardia, me hacía sentir que estaba cambiando, como si una parte de la antigua Renesmee se fuera desvaneciendo.
Hoy habíamos regresado de una cacería más. No era mi primera vez cazando humanos, pero había algo distinto en esta ocasión. No sabría explicarlo; tal vez fue la familiaridad, o quizá la aceptación de lo que significaba ser una Vulturi. Mis ojos, ahora de un carmesí profundo, reflejaban la metamorfosis que estaba ocurriendo en mí.
Aro, acompañado por Caius y Marcus, nos reunió para el informe. Caius, con su habitual desdén, me evaluaba con una mirada fría, mientras Marcus parecía indiferente. Pero Aro, con esa sonrisa calculadora, observaba cada uno de mis movimientos con satisfacción.
- Renesmee, hoy demostraste tu valía en el campo.- Aro hizo una pausa, permitiéndose disfrutar de la expectación.- Has llegado a encajar entre nosotros con una precisión que resulta... encantadora.
Asentí, manteniendo mi expresión neutral. Aprendí a medir mis palabras y acciones con ellos, aunque internamente una pequeña parte de mí seguía recordando algo más, algo que estaba dejando atrás con cada misión.
La reunión terminó, y Alec se quedó a mi lado mientras los otros se retiraban. Su presencia siempre me brindaba una extraña sensación de alivio, algo que aún no entendía del todo, pero que agradecía. Observó mis ojos rojos durante un instante, casi pensativo.
- ¿Te encuentras bien, Ren?- preguntó suavemente llamándome por el apodo que había inventado para mí en las últimas semanas.
- Sí, Alec. Solo estoy cansada.- Sonreí un poco. Tenerlo cerca era reconfortante, casi como un ancla en medio de esta vida sombría.
Alec sonrió, pero su mirada se volvió seria. Parecía tener algo en mente, algo que lo perturbaba, aunque intentaba ocultarlo. Sabía que había algo especial en nuestro trato, pero nunca habíamos hablado de eso abiertamente. Desde que llegué, sentí una tranquilidad inexplicable con él, como si fuera el único rayo de esperanza en este mundo sombrío.
- Cansada, ¿eh?- Se burló suavemente dándome un leve empujón.- Apenas estamos empezando, Ren.
Le di un pequeño golpe en el brazo fingiendo enojo.
- Claro, para ti esto es normal, pero yo estoy aprendiendo.- respondí con un tono desafiante.
Él sonrió más ampliamente, pero sus ojos no dejaron de mostrar ese conflicto interior que no lograba entender. Me quedé mirándolo por un momento, y una idea cruzó mi mente, algo que tenía ganas de pedirle.
- Alec...- dudé antes de continuar.- ¿podrías tocar esa melodía en el piano? La que tocaste cuando llegué aquí. No sé, siento que la necesito.
Alec parpadeó sorprendido, pero luego asintió lentamente.
- Por supuesto. Ven conmigo.
Lo seguí hasta una sala privada de la fortaleza, donde estaba el piano. Alec se sentó frente a las teclas, y por un instante, simplemente dejó que sus manos descansaran en ellas, como si tomara aire antes de comenzar. Finalmente, sus dedos empezaron a moverse, y la melodía llenó la habitación, envolviendo cada rincón.
Cerré los ojos, dejando que cada nota me envolviera. Había en esa música algo agridulce, una mezcla de serenidad y melancolía que resonaba en lo más profundo de mí. Abrí los ojos, y vi a Alec mirándome de reojo, con una expresión cálida que me hizo sentir en paz.
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Alec POV
Ver a Ren perderse en la melodía era un recordatorio de lo que había perdido y de lo que había encontrado. Ella era mi luz en este mundo de sombras, el único rayo de esperanza que me hacía cuestionar cosas que nunca antes había dudado. Desde el primer momento en que la vi, sentí que era mi Tua Cantante, mi anhelo más profundo y prohibido. Pero, por lealtad a la guardia, reprimí ese deseo y me convencí de que no debía aferrarme a ella de ese modo.
Aun así, cada vez que la veía, sentía una conexión que desafiaba la lógica y la razón. Era un lazo irrompible, algo que no podía negar aunque quisiera. Terminé de tocar y ella se quedó en silencio, mirando algún punto en el vacío, perdida en sus pensamientos.
- Ren, ¿te arrepientes?- pregunté sin saber muy bien por qué.
Ella abrió los ojos con una expresión tranquila y resuelta.
- No. Creo que esta es mi vida ahora y estoy empezando a aceptarlo. Quizás... la Renesmee de antes ya no existe.
Sus palabras me sorprendieron y me dolieron a partes iguales. Era evidente que la antigua Renesmee estaba quedando en el pasado, pero una parte de mí se alegraba de verla cada vez más integrada en nuestro mundo, y en mi vida.
- Es una decisión sabia.- respondí suavemente.- Pero, si me lo permites, creo que siempre llevarás algo de ellos contigo. Aunque ahora seas una Vulturi, siempre serás única.
Ella asintió con una sonrisa ligera.
- Gracias, Alec.
Se levantó y salió de la sala, y yo me quedé contemplando el piano en silencio. Mi conciencia me molestaba constantemente, recordándome lo que significaba su existencia para mí. Era mi Tua Cantante, y aunque debía mantenerme firme, me preguntaba cuánto tiempo podría resistir esa conexión sin que se volviera insostenible.
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Alice POV
En Forks, una sensación de inquietud no me dejaba en paz. Había intentado ver a Renesmee, pero las visiones se volvían cada vez más borrosas y erráticas. Sin embargo, sentía que algo estaba a punto de revelarse, así que cerré los ojos y me concentré en ella, dejando que mi mente la buscara.
Entonces, la visión me golpeó.
Renesmee estaba en una sala oscura, rodeada por figuras que reconocí demasiado bien: los Vulturi. Sus ojos, antes dorados, eran ahora de un profundo color rojo carmesí, signo evidente de su cambio. Mi corazón se encogió. Ella se veía distinta, con un aire más frío y distante que la hacía casi irreconocible.
Salí de la visión, respirando con dificultad, mientras el pánico empezaba a crecer.
- Edward... Bella...- susurré y ambos se acercaron al ver mi expresión.
- ¿Qué sucedió Alice?- preguntó Bella con una nota de temor en su voz.
Tomé aire antes de responder.
- Es Nessie. Sus ojos... son rojos. Se ha unido por completo a los Vulturi.
Bella y Edward se miraron, horrorizados. Sabíamos lo que eso significaba: no solo Renesmee había cambiado físicamente, sino también espiritualmente. Edward cerró los ojos con un dolor evidente.
- No podemos perderla.- dijo Edward con un tono de voz tenso.- No podemos dejar que se quede allí.
...
¿Renesmee siente cosas por Alec?
¿Qué planea hacer Edward?
Holiii... no olviden dejar su ☆ y comentario, apoyarían mucho a esta historia, los quiero bellos lectores.♥️
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MI ETERNIDAD ESTÁ JUNTO A TI
Fiksi PenggemarAunque Renesmee solo ha vivido un año, su apariencia es la de una niña de siete. El momento del enfrentamiento con los Vulturi ha llegado, y los Cullen han reunido a todos los testigos posibles, listos para hacer frente a la amenaza que se avecina...