Kendra... Y el Torneo de los Tres Magos

Capítulo 20: Tienes que pensar en ello...

*Las compensare por no haber actualizado ayer. :/

Pero ayer fue el cumpleaños de mi mamá y no pude hacerme tiempo para actualizar, lo siento.

En compensación haré de esta capítulo más largo.*

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Alexander Greenwood...

-Tienes que pensar en ello.-Eso fue lo último que me dijo Kendra.

Y realmente estaba pensando en ello, como puede ser posible que ella me dijera algo como eso, bueno viniendo de ella... ya nada me debería de sorprender.

No tenía que pensarlo más, ya que al fin de cuenta le ayudaría.

[...]

Las clases a habían comenzado, pero eso no me importaba mucho... tenía que encontrarla para darle mi respuesta. Aceptaba ayudarla con lo que sea que viniera sobre nosotros. Ella estaba equivocada. Yo si la veía como mi amiga, desde el día en el que nos conocimos en aquel parque. Desde ahí he pensado en ella como mi amiga, de hecho ella era más que eso para mí. Sin saber si ese era su verdadero nombre... ella a mí me gustaba, no por cómo se veía, sino por cómo era... por ella misma. Haberme convertido en su guardián resulto siendo algo paradójico, algo que ni yo me esperaba...

Volverme a reencontrar con ella de aquella manera. No podía regresar a Durmstrang sin antes aclarar todo esto, yo la quería proteger. ¿Por el hecho de que sea mi destino? No lo sabía, o tal vez por el hecho de que era que realmente quería hacer por mí mismo, porque la quería. Tenía que aclarar todo esto, y tenía que hacerlo rápido... ella era mi misión, y los sentimientos no deben de estar relacionados con tu misión. Esto no formaba parte del código, estos sentimientos que aún no descifraba, podrían interferir con mi cometido de protegerla.

No la encontré, ¿Dónde rayos estaba ahora?

[...]

Kendra Prince...

-¿No estas emocionado?

-No deberías estar aquí.

-Vamos Harry, tu no me quieres sacar de aquí, además te estoy dando apoyo moral.

Harry se asomó al filo de la carpa, para poder mirar hacia las gradas...

-No puedo creer, están apostando a costa de mí.

-Por suerte y me tienes aquí apoyándote.

Harry se sentó en uno de los muebles de descanso.

-Sabes... me alegro de haberte conocido... casi nadie me cree, salvo tú.

-Te creo porque sé que tú no te metiste en este embrollo. No eres tan tonto como los demás creen.

-Gracias, supongo.

-De nada.

Me acerque a él e hice que se ponga de pie. Vamos anímate, tu puedes en contra de ellos. Demuéstrales que no eres tonto Potter.

[...]

Igor Karkarov...