Kendra... Y el Torneo de los Tres Magos

Capítulo 22: ¿Ustedes son los hermanos Weasley?

Kendra Prince...

Antes de ocuparme de mi revancha con la descendencia de aquellos bromistas de la época pasada. Tenía que encontrar a mis informantes, los Weasley.

Recorrí todo Hogwarts y no los encontré...

Así que abandone un momento mi orgullo y fui a buscar a Ronald. Lo encontré en la biblioteca junto a la amiga de Harry, por más imposible que sonara, aun no me sabía su nombre, era algo complicado de pronunciar, y era muy mala con los nombres nuevos.

Me plante delante de Ronald.

-¿Dónde están tus hermanos?

-Quien sabe... yo no soy su niñera.

-¿Así? Pues eres su hermano, deberías de saber.

-Pues pregúntale a Ginny, ella también es su hermana.

-¿Quién es Ginny?

-Mi hermanita menor.

-¿Tenias una hermanita menor?

-Si.

-¿Y dónde está ella?

-¡Y yo que sé!

-Si me mandas a buscarla, ¡mínimo dime donde esta!

La castaña a su lado se levantó de una, cogió el libro que estaba leyendo y golpeo a su amigo con él en la cabeza.

-¡Ronald! Kendra te está hablando.

-¡Auu! No tenías que agredirme de esa manera.

-Lo siento... suele ser así.-Dijo a manera de disculpa.

-Ginny está por venir, vamos a hacer los deberes juntos. Si quieres puedes quedarte y esperar con nosotros.

-Descuida.-lo volví a pensar.-De hecho no la estoy buscando a ella, sino a los hermanos Weasley.

Ella me vio de manera interrogante.

-¿Te refieres a Fred y George?

-¿Ellos son los bromistas de Hogwarts?

-Sí, ¿te hicieron algo?

-No, ¿deberían?

-No solo que ellos se pasan la vida asciendo bromas, y pensé que los estarías buscando por haber sido afectada por una de ellas.

-No de hecho... los buscaba, porque necesitaba su ayuda.

-¿Su ayuda?

-Sí, bueno veras... tengo un asunto pendiente con ellos. A pesar que ellos no lo sepan.-respondí con una pequeña sonrisa.

-¿A claro?-Fue lo único que me respondió la castaña.

-¿Sabes dónde están? o ¿dónde los pueda encontrar?

-No tengo ni la menor idea, pero ya los has buscado en el campo de Quidditch.

-No pero... gracias. Me había olvidado de ello.

Salí disparada de la biblioteca, rumbo a los campos de Quidditch, en los que por cierto... se había llevado a cabo la primero prueba del torneo...

[...]

Los encontré al fin... no habían estado en el campo de Quidditch, ni en la biblioteca y mucho menos en la sala común... se encontraban en las cocinas del colegio. Menudo lugar para ocultarse. Los encontré con las bocas llenas de ¿chocolate?