Capítulo 25: Potter estas muerto (literal) ¡tú lo sabias! Ahora solo teme...

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Kendra Prince...


Él lo sabía, claro que lo sabía. Si se enteró el año pasado... ¿por eso la distancia? No te distraigas Kendra, no lo hagas. Necesitaba refuerzos y no a Malfoy y su tonto sequito, no podía meter en esto a Albastru, necesitaba a los chicos...

Fui directo a mi habitación y lo primero que hice fue escribir una carta extensa con explicaciones y lo más importante... pedía su ayuda. En momentos como estos mi hermano y los chicos eran mi única salida. Si quería hacer las cosas bien, tendría que hacerlas yo misma. (Bueno yo y ellos)

Después de ello solo tenía que dormir tal vez en mi sueños tendría la solución, muy aparte de ello había bloqueado mi mente Azul no se tenía que enterar de esto, al menos no hasta que todo ya este realizado.

[...]


-A la mañana siguiente-


Casi me pasaba de la hora con el sueño, me aliste lo más rápido que pude, llegue saltando a la mazmorra, mi cabello estaba aun húmedo y enmarañado, pero al menos había terminado de ponerme los zapatos. Para la clase me senté junto a Malfoy, no podía sentarme con Harry.

-¿Que te paso ahora Prince?

-Me quede dormida, ¿que no puedo?

Él se sorprendió un poco.-Creí que ahora estábamos en buenos términos.

Lo mire directamente a los ojos.-Y lo estamos, solo que no me gustan las preguntas tontas por la mañana.

-¿Mala noche?

-Fue buena para mí, pero no para Peeves.-Quería alardear un poco...

Sus ojos mostraron un brillo especial.- ¿Qué hiciste?

-Ya sabes lo mismo que hice con los her...-Me quede callada, él no debía de saber nada relacionado a mis habilidades o a lo que había hecho con estas.

-¿Con los que?

-Nada, nada de interés.-Me gire en mi asiento una vez más, esta vez sin mirarlo, solo mirando al frente.

Snape entro al salón hecho una furia. Me miró fijamente... realmente estaba molesto.

-A mi oficina ¡ahora!

Di un brinco en mi asiento, cogí mis cosas y solo lo seguí.

Escuche la puerta cerrarse, de la peor manera.

-¿Qué es esto?

-¿Que es qué?

-Esto... me mostro un pergamino.

-Un pergamino.

-No te hagas la tonta conmigo Prince.

Ahhh estábamos en pleno papel, de acuerdo. Entonces no me lo tenía que tomar tan en serio.

-De verdad no sé de qué me está hablando profesor.

Me miró fijamente otra vez, pero en su rostro percibí una sonrisa.

-Diríjase a su habitación y medite el contenido de este pergamino.

-¡¿Pero qué?!

-¡Ahora!

-Pero usted no puede.

-No será alumna de esta escuela, pero su grupo se queda en mi casa, así que señorita Prince, si puedo. Valla a su habitación en las mazmorras y medite, de inmediato.

Kendra... Y el Torneo de los Tres MagosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora