Lamento la demora en actualizar. Estaba regresando a la ciudad en donde vivo y me tocó viajar el fin de semana, ¡y el viaje fue horrible! Incluso terminé vomitando. UnU Sigo con agruras.
Comenta o te pateo, ¡no aviso dos veces, eh?
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Severus soltó un suspiro mientras sus dedos se enterraban en la camisa blanca de James. Los labios del auror acariciaban con ternura y una suavidad extrema los suyos, aunque la carga de deseo que había en ellos era inconfundible. Ambas túnicas yacían en el suelo, y Severus suspiró nuevamente cuando los labios de James se apartaron de los suyos para besar su cuello.
—J-James... —tartamudeó, sintiendo el endurecimiento del mayor contra su trasero. James estaba sentado en el único sillón del recibidor, y Severus, acomodado sobre su regazo. Casi tratando de fusionar sus cuerpos a pesar de que ambos llevaban ropa.
—No sabes cuánto he deseado esto, Severus —susurró James, rozando sus labios nuevamente con los de él entre cada palabra, acariciando su cuerpo con delicadeza, temiendo que tal vez estaba en un sueño—. Eres perfecto para mí.
El rostro de Severus ardía de rubor. No estaba seguro de por qué... ¿Qué era lo que iban a hacer?
Las manos del auror acariciaron su trasero, provocando que Severus gimoteara. En un impulso de deseo, presionó su propia dureza contra la de James, arrancándole un jadeo. Las manos de James subieron hasta su cintura, y aferrándose a ella, empujó suavemente contra su trasero.
Los delgados labios de Severus se abrieron, dejando escapar un jadeo. —¡A-ah! —gimió, sin poder evitarlo.
James observó su expresión y volvió a buscar los labios del chico. —Me estás volviendo loco, Severus.
El joven de ojos oscuros lo miró fijamente. Los dedos que antes se aferraban a la camisa blanca ahora subieron para sostener el rostro del auror. —Tú... ¿Estoy en otro sueño? —Preguntó, pensando que tal vez, estaba dormido y su imaginación nuevamente le estaba jugando una broma.
James sonrió al escuchar sus palabras. —¿Sueño...? —repitió, besando sus labios con suavidad—. ¿Has soñado conmigo, Severus? —Preguntó, aunque el auror sabia la verdad.
El joven pocionista desvió la mirada, avergonzado. —Y-yo...—. Tartamudeo sintiendo la vergüenza apoderarse de él.
—Yo también he soñado contigo, Severus —se apresuró a decir el auror—. He soñado que estamos juntos, que nos casamos, que tenemos hijos... Yo... —James soltó su cintura para tomar ambas manos del joven, mirándolo a los ojos con intensidad—. Quiero todo eso contigo. No estoy bromeando, y espero que me creas. Yo...—. James llevó una de las manos de Severus hasta su pecho, justo sobre su corazón. —Me vuelves loco, te amo, Severus. Quiero... quiero compartir mi vida junto a ti. Te deseo desde el primer momento en que te vi.
Si ya el corazón de Severus latía rápidamente antes de eso, luego de escuchar la confesión del hombre pareció latir de forma incontrolable. No estaba seguro de cómo responder; nunca había imaginado que alguien podría quererlo de esa forma tan... intensa. Tan sincera.
Sintió sus ojos negros picar, y una lágrima se deslizó por su mejilla.
—Oh... no, no, no tienes que llorar, mi amor —murmuró James, apresurándose a limpiar la humedad de su rostro. ¿Se había enojado? Tal vez se apresuró en hacer su confesión, pero James sentía que no podía ocultar aún más sus sentimientos.
—L-lo siento —tartamudeó Severus, mientras se bajaba de su regazo y se limpiaba rápidamente las lágrimas que ahora bajaban sin control, escapando de sus ojos.
James suspiró, acercándose a él y sosteniendo su rostro entre sus manos. —Incluso llorando eres hermoso —susurró—. No tienes que... Si no sientes lo mismo, está bien, Severus. —James bajó la voz, mirándolo con dulzura. —No voy a presionarte. Solo quería ser sincero contigo, quería que supieras lo que siento. Mis sentimientos son reales... son sinceros hacia ti.
Severus asintió, sin sentirse realmente sorprendido por lo que James sentía hacia él. Quizás porque, durante todo este tiempo, había sido tan obvio, y él solo había querido negar la verdad que sus ojos le mostraban. Su corazón latía con fuerza; sentía una mezcla de felicidad y, al mismo tiempo, una extraña tristeza. ¿Así era como se sentía el ser amado?
Harry nunca había sido así con él. Tal vez porque el único enamorado durante el tiempo que estuvieron juntos había sido él mismo. Había estado tan cegado por su amor por Harry que había ignorado su indiferencia. Lo poco interesado que estaba en la relación que ambos tenían. Había sido realmente estúpido ¿Verdad?
James acarició el rostro de Severus y besó sus labios suavemente. —¿Estás molesto?
Severus negó, limpiándose las lágrimas. —N-no... lo siento —se disculpó de nuevo por llorar, sintiendo cómo sus mejillas se enrojecían—. No, no estoy molesto. —. Le aseguro.
El auror sonrió y juntó su frente con la del joven. —No tienes que responder a lo que te dije, Severus.
Los labios de Severus temblaron, y sus dedos se aferraron nuevamente a la camisa de James. —Yo... yo creo que siento lo mismo —susurró con suavidad, mirando los ojos chocolate del auror.
James sonrió, lleno de felicidad. —¿Me quieres?
El joven pocionista asintió, mientras sus mejillas ardían aún más. —Sí. Te quiero, James.
La sonrisa de James se extendió de oreja a oreja. Atrajo aún más al joven pelinegro hacia su cuerpo y lo besó suavemente. —Oh, Sev, escucharte decir eso me hace muy feliz —murmuró antes de buscar sus labios otra vez, casi derritiéndose al sentir cómo Severus lo besaba con tanta suavidad. —. Mi vida entera te pertenece.
Los labios de Severus temblaron—¿Si?
James asintió, haciendo entrelazar sus dedos—. Si—Repitió, mientras sentía la felicidad recorrer su cuerpo. Severus lo quería, había dicho que sentía lo mismo. James sentía que estaba en el cielo, tocando el propio paraíso con sus manos. —. Te amo, príncipe.
De repente, la chimenea rugió con fuerza y una voz furiosa los sobresaltó.
—¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁS, JAMES?! —el grito de Sirius resonó a través de la chimenea—. ¡TE ESTAMOS ESPERANDO DESDE HACE MEDIA HORA! ¿SEVERUS YA LLEGÓ?
Las mejillas de Severus enrojecieron aún más, casi alcanzando el tono de un tomate.
—Sí, Sirius, lo lamento, enseguida vamos para allá. —Respondió con rapidez James, había olvidado la cena. Estar con Severus le hacía olvidar su entorno, todo. Por qué a sus ojos lo único importante para él era Severus. Además, estaba feliz.
—Espero que eso sea cierto —gruñó la voz del otro auror a través de la chimenea.
James rodó los ojos y acarició por última vez el rostro de Severus. —Hablaremos... luego seguiremos hablando de esto, ¿vale? —le murmuró, dándole un beso rápido en los labios.
Severus asintió.
Ambos se turnaron en la chimenea y viajaron directamente a Grimmauld Place.
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Los que querían que estos dos follaran, busquen de Dios.
No todo es sexo, gente. O sea, si, pero No.
Jksjsk Primero tenían que hablar de sus sentimientos, ya resuelto esto, diría que dentro de dos capítulos hay cosheo. Se vienen cosas.
Que les gustaría que pasara en el próximo capítulo. ¿La cena y que Sirius y Remus noten lo enamorado que esta James de Sev y como es reciproco?
Lily jodiendo de nuevo?
Que aparezca Regulus?
Los leo, la idea que mas guste la desarrollare.
Quiero agradecerles por su apoyo <3
Nos leemos el próximo fin de semana.
Bye!
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Inesperado
FanfictionLos dos últimos años no habían sido fáciles para Severus, sus padres habían muerto, la única familia que le quedaba era su hermana mayor Eileen pero ella estaba casada con un detestable muggle, aun así, él la adoraba. No estaba solo en el mundo, te...