Pavel estaba recostado en el sofá totalmente abatido, mientras el plato de lasaña que se había servido para cenar en soledad, permanecía intacto sobre la mesita central.Tras leer el mensaje de su novio, se le había cerrado el estómago y no había parado de llorar, preguntándose nuevamente qué demonios estaba pasándoles.
De repente escuchó su móvil, el cual tenía sobre su pecho y tras chasquear la lengua con desgana miró quién era, entonces molesto descolgó.
-¿Qué pasa Sailub?, no estoy de humor para salir
-Maldito idiota, ¿De qué salida hablas?, ¿Por qué todavía no llegas?
-¿Llegar a dónde?
-Joder...no me digas que te has olvidado
Pavel se incorporó mientras fruncía el ceño sin entender.
-¿Olvidarme de qué?
-De echarme una mano con mi restaurante, idiota- le dijo su amigo muy enfadado- me prometiste que vendrías y eres el único que no está aquí...hace un mes que te dije que quería abrir este fin de semana. Incluso te señalé el día en el calendario de tu cocina
Pavel se pasó la mano libre por la cabeza.
-Mierda...oh joder, amigo. Perdona pero se me pasó completamente
-Si, ya veo. En fin, debería de estar acostumbrado a que las cosas que me conciernen no te importen
-Si me importan es solo que...
-Ya...ya...tu novio ha venido a casa, ¿Verdad?
-No...todo lo contrario
-¿Entonces?, ¿Por qué no estás aquí ayudando a tu mejor amigo?
El fotógrafo se levantó rápidamente y a continuación corrió a la habitación para vestirse.
-Estaré ahí en diez minutos
-Más te vale, esto es un caos
Tiempo después, Pavel bajó al garaje y tras subirse a su moto recorrió los kilómetros necesarios hasta llegar al local de su amigo, un antiguo asador que el cocinero había alquilado tras dejar su trabajo en el hotel de su padre.
-Ya...ya estoy aquí - habló tras entrar atropelladamente luego de rmpujar el portón entreabierto
Los chicos y chicas de su grupo de conocidos alzaron los brazos en señal de alivio.
-Al fin llegas, Pavel. Necesitamos mucha ayuda y Sailub está atacado de los nervios- habló Lee.
-Lo siento...lo siento- se disculpó mientras cogía una escoba y un paño y se ponía a limpiar.
Poco después, vio salir de la cocina a su mejor amigo, quién traía una bandeja con bocadillos y sandwiches para dar de comer a sus ayudantes.
-Gracias a todos por venir. Por ahora tenemos solo esto pero os prometo que cuando mi restaurante esté en marcha os prepararé una gran comida.
Todos soltaron lo que tenían en las manos y a continuación se acercaron pues llevaban varias horas allí y estaban hambrientos.
Pavel en cambio siguió limpiando la vitrina a la que se había acercado pero entonces notó una mano en su hombro, por lo que se detuvo.
-Gracias por venir, amigo y lamento hacerme puesto tan capullo por teléfono
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9. Buen chico -PoohPavel
Fiksi PenggemarPavel Naret Phoom es un conocido fotógrafo de veintisiete años, que trabaja para Retro, una de las más famosas revistas de moda de Tailandia. Además es un hombre terriblemente guapo pero aunque tiene a muchos seguidores y seguidoras a sus pies, se m...