Capítulo cuatro

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La sesión de fotos con el diseñador extranjero que se hizo realidad días después fue todo un éxito, ya que este se quedó muy satisfecho con el increíble trabajo de Pavel y de los modelos que previamente había elegido en la agencia de modelaje, propiedad de una buena amiga de Vorarit.

En verdad el empresario temió en todo momento que el diseñador se echase atrás, al no recibir respuesta del guapo fotógrafo pero respiró aliviado cuando este se presentó de la mano de un rubio jovencito en la firma del contrato, el cual al parecer había conocido en el hotel donde se hospedaba y se habían hecho inseparables.

El resto de la semana pasó sin grandes cambios en la vida de Pavel, más que la jugosa cantidad extra que Vorarit le ingresó por la venta de los tantos ejemplares que estaban vendiendo y también por una conversación a medias y sexo a prisas con Dome, en la noche de jueves en la que el enfermero finalmente fue a dormir a casa.

Sin embargo en las restantes noches, el fotógrafo se las había pasado fuera del apartamento, regresando al restaurante de su amigo y así seguir echándole una mano, aunque la del sábado cuando ya no hizo más falta, salió a desestresarse por la zona de locales de ambiente.

Estaba molesto por todo pero sobre todo por haber tenido que ir solo pues su amigo había preferido quedarse a descansar para su gran inauguración del domingo.

Pavel se sentó en la barra del local que vio más despejado de gente y acto seguido se pidió una cerveza, de la cual aún no se había bebido ni el primer sorbo, cuando ya un tipo se le acercó con intenciones de pedir sexo.

Tras rechazarlo soltó un profundo resoplido, seguido de un chasquido con la lengua.

...-Joder...maldita sea..¿sería mucho pedir que hoy no fuera más de lo mismo?...es agotador- protestó mirando su botella- estoy tan harto de esto

Durante las dos horas siguientes, uno tras otro se le fueron acercando más admiradores, al cual más atrevido pues se tomaron la libertad de tocarle, abrazarle, intentar besarlo e incluso beber de su cerveza.

Cuando ya estaba por irse del local, totalmente asqueado, escuchó que alguien se dejaba caer en el taburete de al lado, mientras soltaba un profundo resoplido.

-Joder...a menudo antro me han traído esos idiotas. Esto está lleno de jodidos feos y encima estrechos- le escuchó despotricar- camarero ... ponme lo más fuerte que tengas, quizás así pueda encontrar a alguien interesante esta maldita noche

Pavel soltó entonces una risa casi involuntaria, la cual hizo que este se molestase y tras girarse lo comenzase a increpar.

-Oye tú, imbécil ...se puede saber qué problema tien...oh vaya

-¿A quién llamas im-imbécil - habló el fotógrafo girándose también y encontrándose a un jovencito con la mirada más hermosa que había visto jamás.

-Vaya...wow...¿y tú de dónde sales, hermosura?- le habló este nuevamente mirándolo de arriba abajo, mientras se relamía- joder... esto si es otra cosa

 esto si es otra cosa

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9. Buen chico -PoohPavelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora