Capítulo catorce

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Unas semanas después de que se hubiera decidido a callar tanto su desliz, como su conocimiento de los besos ocurridos entre su novio y el rubio enfermero y por lo tanto seguir adelante como si nada hubiera pasado, Pavel se enteró de que ya su novio no necesitaría seguir haciendo más horas extras.

Dome ciertamente las había estado haciendo por miedo a no tener suficiente dinero para pagar su parte de los gastos y también para enviar a su madre pero finalmente no había resultado ser uno de los despedidos, cuando el hospital publicó el listado.

La noticia fue mucho más aliviadora, cuando también supieron que Sam si lo había sido, por lo que la pareja volvió a tener tiempo libre para los dos e incluso Dome comenzó a dormir nuevamente en casa, las noches que no tuvo guardia.

El sexo también comenzó a ser habitual entre ellos, cuando el trasero del fotógrafo ya estuvo totalmente recuperado, sin embargo pareciera como si ya no lo disfrutara como antes, a pesar de que Dome siguiera encendiendo su deseo.

Muchas noches, su desliz con el veinteañero volvió a perturbarme en sueños, haciéndolo despertarse repentinamente entre sudores fríos y jadeos acelerados, terminando por tener que meterse en la bañera para calmarse.

Muchas noches, su desliz con el veinteañero volvió a perturbarme en sueños, haciéndolo despertarse repentinamente entre sudores fríos y jadeos acelerados, terminando por tener que meterse en la bañera para calmarse

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Pavel entonces comenzó a sentirse molesto, ya que al no conseguir que su mente lo enterrara todo, no descansaba bien y eso hizo que su nerviosismo también se hiciera visible.

Ni siquiera tuvo ganas de tener sus habituales charlas, con su mejor amigo donde solía contarle todo lo que le sucedía y calmar su desasosiego pues temió  que este se burlase de él si le confesaba que extrañaba sentir lo que sintió  siendo pasivo.

Ni siquiera quiso ir por él restaurante y tampoco atendió sus llamadas, ya que no creyó posible que Sailub pudiera darle un buen consejo para sobrellevar esa confusa situación, el cual no fuera otro que la bebida.

Por ello, el mismo decidió hacerlo, por lo que volvió a salir a beber cada noche y a pesar de que sabía que su novio estaba esperándolo en casa.

Su irritabilidad llegó a ser tan grande, que muchos de los hombres y mujeres a los que rechazó, huyeron despavoridos por la furia con la que lo hizo.

Entre tanto, las cosas para Sailub tampoco fueron demasiado buenas pues su ayudante de cocina, el cual había estado enfermo en la inauguración del restaurante y luego había comenzado a trabajar días después, se volvió a enfermar y gravemente esa segunda vez, por lo que terminó siendo hospitalizado.

El cocinero se quedó muy preocupado cuando horas después le llamó nuevamente para decirle que iba a ser para largo, así que no tendría más remedio que buscarse a otro y así poder seguir atendiendo la demanda de sus muchos clientes.

Varios anuncios fueron puestos en los periódicos y la radio, presentándose varios aspirantes en ese mismo día y en los siguientes, al cual más incompetente, ya que optó por hacerles la prueba de elaborar su mejor plato para poder escoger al mejor.

9. Buen chico -PoohPavelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora