Pavel Naret Phoom es un conocido fotógrafo de veintisiete años, que trabaja para Retro, una de las más famosas revistas de moda de Tailandia. Además es un hombre terriblemente guapo pero aunque tiene a muchos seguidores y seguidoras a sus pies, se m...
Pavel estaba tumbado en el sofá de su apartamento un tanto aburrido pues ya llevaba bastante rato sin hacer nada, en esa lluviosa tarde de domingo.
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Desde allí, veía las cajas apiladas con las cosas de su ex, las cuales al parecer este no tenía pensado ir a buscar, a pesar de que hacía muchas semanas de su ruptura.
En varias ocasiones le había mandado un mensaje de texto, pidiéndole que se las llevase pero el enfermero no le había contestado a ninguno de ellos, ni tampoco había ido por allí.
Por ello, estaba pensando en que quizás sería una mejor opción si lo llamaba, sin embargo no le apetecía nada escuchar reproches o reclamos por parte de este pues probablemente todavía seguiría resentido por su infidelidad.
Las pertenencias de su ex permanecían allí inmóviles y cogiendo polvo, desde que harto de verlas esparcidas por cada rincón de la casa, las había recogido todas, ya que su ex no había aprovechado su ausencia para hacerlo, sin saber siquiera el motivo de su falta de interés.
En verdad se sentía dolido y a la vez confuso pues aunque muchas de estas eran libros y fotografías de ellos, también estaba casi toda su ropa y parte de su amada colección de discos de vinilo, regalo del fotógrafo.
Incluso había pensado en alguna ocasión, el llevárselas personalmente a la casa de la madre de este, dónde creía que se habría mudado pero siempre había desistido, por el simple motivo de no ver llorar a la adorable mujer.
Pavel se sentía triste, ya que tras perder a sus padres, su ex suegra había sido lo más cercano a una madre que había tenido, aunque debido a la ruptura con Dome, no veía bien molestarla y volver a darle un disgusto con su presencia.
No le gustaba ver sufrir a nadie y mucho menos a una persona mayor, sin embargo no tendría más remedio que hacerle una forzada visita, si Dome seguía ignorando su petición.
Todo había sido doloroso y confuso y en verdad todavía se sentía frustrado por el término de esa relación, aunque no podía negar que los sentimientos que alguna vez había tenido por Dome, nada tenían que ver con los que sentía por el veinteañero.
De repente, Pooh vino a su mente y molesto consigo mismo se regañó.
...-Deja de ser tan tonto. No puedes seguir pensando en él. Es un mentiroso y solo busca su propio beneficio, sin importar el pisotear tu corazón
Lo ocurrido en el restaurante, unas noches atrás también vino a su reflexión y aunque realmente no sabía toda la historia de cómo había sido que Pon y este eran hermanos, le pareció un tanto extraña la actitud del veinteañero, defendiendo el bienestar de su madrastra, a la cual parecía usar nada más que para su propio beneficio.
Curioso, incluso había visto en internet fotos de la familia, donde sorpresivamente había descubierto que Earth Krittin era un empresario bastante conocido y bastante atractivo, entendiendo el porqué Pooh era tan maliciosamente lindo.
