Pavel Naret Phoom es un conocido fotógrafo de veintisiete años, que trabaja para Retro, una de las más famosas revistas de moda de Tailandia. Además es un hombre terriblemente guapo pero aunque tiene a muchos seguidores y seguidoras a sus pies, se m...
En la tarde-noche del domingo, a la majestuosa mansión Krittin, situada en la zona más adinerada de Bangkok, llegaron sus dos nuevos moradores.
Estos eran Lyn Aiemkumchai, la mujer con la que Earth, el dueño se había casado unos días atrás, luego de llevar su noviazgo en total secreto y su hijo Pon.
...-Wow pues si que está forrado el viejo verde-habló Pon bajándose del coche y admirando el vello lugar.
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Su madre lo miró molesta.
-Hijo, por favor...habla con educación. De verdad muestra las enseñanzas que te he dado y no me dejes en evidencia
-No soy un niño, madre. Soy un adulto y no te perdono esta traición
La mujer iba a decir algo más para regañarlo de nuevo pero entonces varios empleados salieron del interior de la mansión y se les acercaron.
-Buenas tardes, señora Lyn, bienvenidos... el señor Krittin nos dejó dicho que los acomodemos cuanto antes - habló la ama de llaves de pelo canoso- mi nombre es Berta
-Oh muchas gracias. Muy amable
Rápidamente las dos doncellas que estaban paradas junto a esta, se llevaron las maletas de madre e hijo, mientras Berta les indicaba el camino, aunque tan solo Lyn siguió a la mujer, ya que el más joven se separó tras decidir dar un paseo por los alrededores e inspeccionar la gran propiedad.
Tras rodear la casona este descubrió algo fantástico, ya que en la parte trasera había una gran piscina, la cual le hizo sonreír ampliamente.
-Vaya..si no fuese porque me repatea la gente rica que se cree más que los demás, lo cierto es que no estaría tan mal vivir aquí
Luego de pasear durante unos minutos más, este decidió entrar en la casa y entonces una de las doncellas le indicó cuál era su habitación.
Este la siguió y entonces tras la gran escalinata llegaron a una puerta, la cual dio paso a una hermosa y lujosa habitación.
-Esta es... espero que sea de su agrado joven Pon. Si necesita algo no dude en oprimir el botón central del mando a distancia sobre su mesilla y acudiremos enseguida
Pon asintió sin mirarla, mientras tocaba los muebles del lugar y tras soltar un gran resoplido, se dejó caer en la mullida cama.
-Bueno....¿Y qué se supone que voy a hacer yo aquí, apartado del bullicio de la ciudad?
-Tú habitación es muy hermosa, ¿verdad?, vamos a ser muy felices aquí, hijo ya lo verás-dijo Lyn entrando muy sonriente.
El más joven levantó la cabeza y la miró con desgana.
-¿Porqué no me dejas seguir viviendo en el condominio de la escuela de cocina?, esto está muy lejos y además solo os estorbaria
La mujer negó y a continuación se sentó en el borde de la cama.
