La expresión de Amanda no tenia precio, se quedo congelada en la puerta intentando entender lo que decía eran unos meses desde que se conocieron, y esta la primera vez que tenían sexo, ella no podía concebir manera humana de que este hombre realmente estuviera enamorado de ella, era imposible.
Para ella el amor iba más allá de tener una química enorme en la cama, para ella el amor se trataba de encontrar consuelo, cercanía, planes... pero ahora que hacia esa rápida lista en la cabeza se daba cuenta que de una u otra manera ya tenían todo eso.
La cuestión aquí era si ella en realidad le amaba.
No estaba segura de ello.
El alma de Adán colgaba de un hilo, se apresuro demasiado, de nuevo aquellos sentimientos desbordantes le ganaron, no estaba preparado para las respuestas y aun así se atrevió a hacer la pregunta.
¿Y si ella decía que no? Esa era la respuesta más probable y entonces él se aferraría a su existencia intentando ser el "si" algún día.
Pero si decía que si... jamás en su vida podría manejar tanta felicidad y miedo a la vez, porque cuando miraba atrás, todo lo que hizo, las armas que disparo, los golpes, el pasado... ojalá tuviera las manos limpias, ella se merecía al alguien con las manos limpias.
-No puedo darte ahora una respuesta... todo esto ha pasado tan rápido, y estoy tan agradecida de encontrarte. Se que no fuiste tu quien me rompió el corazón, este desastre que ves aquí- toco su cabeza- no es culpa talla y aun así aquí estas pidiéndome algo que ahora mismo para mi parece realmente abrumador, pero no creo que sea justo que arregles algo que tu no rompiste-
-Madi...-
-Espera... solo espera un poco, yo en realidad lo que te ofrezco es esperar, veamos que sucede por ahora y te prometo que cuando yo tenga esa respuesta para ti, te la daré...-
Adán no esperaba esa respuesta, se enfrasco en el si o el no de la situación, pero aquí estaba la posibilidad del sí... esto era su respuesta, "si" tenia tiempo de reordenar su vida, de ser honesto e intentaría dejar que ella también se ordenara, la atrapo entre sus brazos con tanta felicidad que Amanda sintió paz al dar esa respuesta.
No lo quería perder, pero tampoco podía apresurarse. Debía ordenar su cabeza y eso llevaría tiempo, quería poder conocerlo más, saber sus miedos, sus defectos solo un poco mas de lo que tenia ahora.
Pero muy dentro de ella sabía perfectamente que al final de la vida el seria la persona con la cual compartiría su existencia.
Amanda comenzó a quedarse en las Flores mas veces a la semana de lo que pudo esperar, el baño tenia ya sus cosas y la cocina olía a ella por las mañanas, ver a Adán llevarla al trabajo era algo habitual, lentamente comenzó a descubrir cosas en el que no esperaba.
Ese rubio era un hombre inteligente, siempre tenia un libro en la mano cuando ella llegaba del trabajo, no le gustaba ensuciarse en el campo y era tan meticuloso con cada uno de sus casos que algunas veces pasaba madrugadas estudiando.
Le encantaba verlo entrar a la cocina de traje y portafolio, era tan contrastante con ese lugar que le quitaba el aliento, y a pesar de ser tan impresionante jamás se sintió pequeña a su alrededor.
Durante los festivales de navidad lo vio aplaudir entre la gente, ella estaba vestida de esfera y la tenia un traje que seguramente costaba mas que todos los disfraces de las presentaciones, aun así, la tomo de la mano, sonrió para las fotos y le ayudo a cargar todo de vuelta a los salones.
Parecía imposible que un hombre así existiera... pero aquí estaba, conduciendo en mitad de la noche a la que ahora parecía mas su casa que cualquier lugar en el que estuvo antes.
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Las Cumbres
Teen Fiction"Una vez que encuentras al amor de tu vida, lo demás va en declive" esa era la frase que durante años definió los pasos de Vicente, jamás pensó volver a sentir amor, muchos menos a mirar a alguien y que se le acelerara el corazón... o al menos así f...