Capitulo 5: Coincidencias

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Había pasado una semana y algunos días desde el día de la fiesta, todo seguía igual, excepto una cosa, Lauren y Camila ya hablaban, tampoco eran mejores amigas, de hecho ni amigas, solo... se estaban conociendo, pero ahora, sin las impertinencias que soltaba la ojos verdes, quien por cierto ese día llegó un poco distinta a la escuela.

-¡Laur! ¡Pareces toda una rockera! -gritó Dinah mientras Lauren llegaba a sus taquillas, donde estaban todas reunidas.

-Os dije que lo haría. -sonrío ampliamente mientras acomodaba su pelo, ¿lo nuevo? Estaba teñido de negro.

-Antes ya eras guapa, pero ahora eres irresistible -Normani puso un brazo alrededor de los hombros de Lauren. -incluso para mi -guiñó un ojo.-¡vas a volver locas hasta a las chicas! -todas rieron. Su comentario más que inocente, la incomodó a ella y a Camila, quien por cierto no quitaba la vista de la pelinegra. Sus miradas se cruzaron por unos segundos, pero la morena apartó la vista incomoda y fingió guardar algunas cosas en su taquilla.

EL PRIMER DÍA ESCOLAR DESPUÉS DE LA FIESTA...

Lauren caminaba hacia la escuela algo nerviosa, no se había cruzado con la morena desde su beso con ella, ya que se fue a casa totalmente confusa, queriendo dormir para olvidarlo todo, aunque fue en vano. El alcohol le había jugado una muy mala pasada. Todo se iba a hacer incomodo, compartirían mucho tiempo juntas por sus amigas en común y eso la aterraba. El hecho de que todo cambiara, ella siempre había vivido la misma vida, con las mismas personas, besando a chicos, no a chicas... Su monotonía se rompió por primera vez en su vida, y eso le asustaba.

-Jauregui. -una voz que sonaba seria y conocida se escuchó detrás de ella, paralizandola por unos segundos antes de darse la vuelta.

-¿Que pasa? -intentó parecer normal, aunque con Camila en frente se le dificultaba, las imágenes de aquella noche se repetían una y otra vez en su cabeza.

-Tenemos... Tenemos que hablar, ¿no crees? -se acercó un poco más a Lauren, quien por un momento tuvo el pensamiento de que ella fuera a besarle otra vez, pero no, se mantuvo distanciada.

-¿Sobre que? -haciéndose la desentendida.

-Camila se quedó pensativa, bajó la mirada al suelo unos segundos y luego volvió a encontrarse con los ojos de la otra chica. -¿No recuerdas que pasó en la fiesta? -frunció el cejo.

-No -era mejor fingir que nada de aquello había pasado y echarle la culpa al alcohol de no recordar, era la escusa perfecta. -bebí mucho aquella noche, se me fue de las manos. -le regaló una sonrisa fingida para hacerlo más creíble. -¿sobre que querías hablarme? -concluyó esperando que aquella no se lo dijera.

-Ah... -se quedó callada unos instantes y luego sonrió. Sonrió como si un gran peso se liberara de su espalda. -Nada, solo que... Aunque no lo recuerdes me ayudaste, casi vomité -sacó la lengua y puso sus ojos en blanco durante un segundo, luego rió de su propia cara sin ni siquiera haberse visto, ahí estaba, la Camila risueña.- estuviste a mi lado, eso lo valoro mucho. -sonrió.

-Vaya... si que tuve que beber para llegar al punto de ayudarte. -bromeó.

-¡Tonta! -le dio un manotazo en el brazo y Lauren sonrió como respuesta, la verdad es que Camila le parecía graciosa. -Estas sonriéndome, ¿debería asustarme o eso significa que te has ablandado un poco y quieres ser mi amiga? -levantó y bajó las cejas varias veces mientras pronunciaba la ultima parte de su pregunta.

-Significa que voy a intentar soportarte y hacerme amiga tuya. -las dos rieron y siguieron el resto del camino hacia la escuela, hablando.

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