Capitulo 19: No me tiene

100 6 0
                                    

Narra Camila

Había quedado para desayunar con Normani y Ally. Estábamos todas en mi casa y después de que Sofi se fuera al colegio iríamos a comprar algún conjunto para esa noche. La verdad estaba emocionada, los coqueteos de ayer de Lauren me ponían los pelos de punta. Meter en la cama a la chica que te rechazó una vez y que ahora te persiga... Podía considerarse un gol, ¿no? No podía quitarme de la cabeza como sería hacerlo con ella, con solo imaginármelo necesitaba un cubo de agua fría, pero eso era culpa de Lauren y su físico de infarto. Y es que tenía una debilidad por los ojos verdes, y los suyos eran los más bonitos que había visto.

-Mila, ¡quiero más! -exclamó mi hermana y yo reí.

-Toma. -serví más cereales en su bol, llenándolo por completo.

-Mila, vas a cebar a la pobre niña, es la cuarta vez que repite. -dijo Ally preocupada.

-¿Y qué? Si tiene hambre que coma, tiene que crecer. -me encogí de hombros.

-Pero tiene que crecer a lo alto, no a lo ancho. -rió Normani.

-Ni que fuera una muerta de hambre. -Normani y Ally rieron, y yo reí sin ganas.

Flashback:

-Mila, tengo hambre... -susurró Sofi tumbada en la cama de aquel motel. Aquella era nuestra última noche, mis ahorros se habían terminado.

-Voy a ver que puedo conseguir, no te muevas de aquí, ¿vale? -me levanté de mi cama y me dirigí hacía la puerta. -Voy al super de la esquina, será un segundo.

-Puede... ¿Puede ser algo de carne? Hace tiempo que no comemos carne... -dijo insegura. Sofi sabía que yo era muy cuidadosa con el dinero que gastábamos. Miré el monedero, a penas cinco monedas. Eso era todo lo que nos quedaba.

-Miraré que puedo hacer... -aunque sabía de sobras que no podría comprar nada de carne.

Salí de aquel motel y hacía un frío que helaba. No podía imaginarme que sucedería mañana con nosotras, no tendríamos donde refugiarnos, ni dormir. Tampoco tenía dinero para comida. Fui a todas esas entrevistas de trabajo que había visto en internet, pero supongo que mi madre tenía razón, odiaba reconocerlo, pero las cosas eran más difíciles de lo que jamás pude pensar. Nadie quería a una chica de dieciocho años que ni siquiera había terminado el instituto, esa era la verdad. Los últimos días me los pase buscando trabajo en locales, paseaba buscando carteles de "se necesita personal" en los escaparates de los negocios, pero parecía que todos se habían puesto de acuerdo en rechazarme.

Compré una bolsa de patatas fritas. Había bastante cantidad y me llegaba para pagarla, no era sano, pero era comida. Volví al motel y Sofi casi me salta encima. Vi su cara de desilusión al ver lo que había comprado, pero el hambre era más grande y empezó a comer como una muerta de hambre. Me dolía verla así, yo le había prometido el cielo si venía conmigo y todo lo que tenía era una habitación sucia del motel más barato, y una bolsa de patatas a media tarde, cuando lo único que llevaba en el cuerpo era un vaso de leche que se había tomado por la mañana. En ese momento me prometí que la haría feliz, costase lo que costase...

Fin del flashback.

-Hora de irte al colegio, Sofi. -me levanté y cogí su mochila

-Adiós Ally, adiós Normani. -se despidió con la mano y ellas le devolvieron el gesto sonrientes. 

-Ahora vengo chicas. 

Salí de casa con Sofi de la mano. Hablábamos y reíamos por tonterías, como solíamos hacer. Hasta que sentí una presencia a mi lado, su fragancia se me hacia inconfundible. 

Encontrarte (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora