Encontrarte (Camren)

Capitulo 20: La noche es joven

Narra Lauren

Hoy estaba dispuesta a hacerlo, seduciría a Camila como nadie lo había hecho antes. Esta noche, era la noche. Tenía tantas ganas de besarla como se merecía, hace dos años no la correspondí por miedo, pero hoy le haría conocer a la verdadera Lauren. Conocería mis besos, mis caricias... Conocería todo lo que no le pude dar. No quería amor, tampoco una relación, jamás había buscado eso. Pero Camila era especial, quería hacerlo con ella como nunca había deseado hacerlo con nadie. Me gustaba la idea de Dinah, de amigas con derechos, pero la Camila que recuerdo era muy romántica para eso. Pero bueno, quien no arriesga no gana, ¿no?

Terminé de arreglarme. Llevaba unos tacones negros y un vestido negro ajustado a mi cuerpo que quedaba por encima de mis rodillas, el escote dejaba ver un poco mis pechos. Era sexy pero sin excederse. Me maquillé ligeramente, tampoco quería que pareciera que me habían disparado con la escopeta de Homer, pero me veía bastante bien. Bajé para encontrarme con Dinah, que estaba esperándome. El pub quedaba a dos manzanas de nuestra casa, así que no había prisa.

-Laur, ¿intentas pasarme a tu acera? -reímos.

-¿Te gusta? -giré sobre mi misma para que me viera por todos los ángulos.

-Joder, sí, por un momento he pensado en si se te vería mejor puesto o en el suelo mientras te lo hago en el sofá. -estallamos en risas.

-Dinah estas loca. -dije sin parar de reír. -Aunque si quieres... -levanté una ceja sugerente. 

-Ew, no, vayámonos antes de que la cosa se ponga seria. 

Fuimos andando hasta el pub y fuera nos esperaban Normani, Ally y Camila. Tengo que decir que estaban preciosas todas pero... Dios, Camila estaba impresionante. Llevaba un vestido color crema pegado a su cuerpo, de estilo parecido al mio y sus tacones eran de color blanco. Su pelo caía ondulado por sus hombros y no pude evitar mirar el toque rosado de sus labios, recordándome a la noche de nuestro primer beso. Sonreí y ella me sonrió de vuelta.

-¿Estáis listas para darlo todo? -exclamó Dinah y todas reímos. 

-¿A qué esperamos? -siguió Normani.

Entonces todas entramos al local. Luces tenues y flashes de colores, cuerpos sudorosos y besos sin amor, deseo entre miradas chocolate y esmeralda. Me dirigí a la pista y bailé con las chicas, pero sin alejar la mirada de una en especial, quien tampoco tenia la intención de apartarla de la mía. Pasaron los minutos y Camila se alejó para sentarse en la barra, después de unos segundos la seguí.

-¿Como te lo estas pasando? -pregunté elevando la voz por el fuerte sonido de la música.

-Muy bien. -contestó ella con el mismo tono.

-Me parece que esta música no es muy de tu tipo, recuerdo que eras más de One Direction. -me burlé y ella rió suave.

-No soy de un tipo de música, soy del tipo de música que me haga sentir. Da igual, de que época o estilo. Puedo escuchar rock y sentirme salvaje, puedo escuchar lentas y sentirme emocionada, puedo escuchar pop y sentirme alegre... Esta noche hay música electrónica y me siento eufórica. Siento que quiero bailar toda la noche, hacer esta noche única... La noche es parecida a nuestras vidas, ¿sabes? La noche a estas horas todavía es joven, y nosotras queremos disfrutarla para que cuando llegué el final pensar en lo bien que la vivimos y disfrutamos, lo mismo sucederá con nuestras vidas, ¿entiendes? -la miraba con la boca entreabierta, ¿de donde habían salido esas palabras? Ella abrió los ojos dándose cuenta del discurso que acababa de soltar y se ruborizó. -Perdón, esta noche estoy sensible. -rió.

-Eres increíble. -Y de verdad lo era. Ella me miró un poco tímida y me sonrió. No podía ser más dulce.

-Aquí tiene, su malibú con piña. -le entregó el camarero.