Capitulo 14: Nada

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Narra Lauren. 

No podía quitarme de la cabeza a Camila y la manera en que la había encontrado. Estaba tan preocupada por ella, algo realmente serio debía pasar con ella. La costumbre de verla siempre sonriendo, tan frágil, tan buena... Y de repente encontrarla golpeando las puertas del baño fuertemente y llorando, eso definitivamente me había roto el corazón. No quería dejarla sola ni un segundo, si se volvía a romper quería estar a su lado para unir sus trozos. Por eso la invité a mi casa.

La estaba esperando a la salida del colegio. Dinah, Normani y Ally ya se habían ido, así que solo estaba yo. De repente la vi aparecer, estaba tan tierna, con sus tejanos de color azul clarito, su sudadera gris de Bob Esponja y su particular forma de andar, que me hizo sonreír. Pero todavía sonreí más cuando ella se encontró con mi mirada y mostró una gran sonrisa que iluminó el mundo entero. Miles de mariposas empezaron a revolotear dentro de mí y me maldije por ello. Que tenía esta chica, por Dios.

-Hola. -dijo sonriente cuando llego a mí.

-Hola. -contesté del mismo modo. -¿Vamos?

-Por favor, no puedo esperar más para reírme de ti. -su tono era vacilón.

Rodé los ojos con una sonrisa en mis labios y negué con la cabeza. El caminó fue silencioso, pero para nada incomodo. Nada era incomodo con ella. Llegamos a mi casa y lo primero que hicimos fue merendar en la cocina. Hablábamos de cosas sin importancia, pero con ella todo era un festival de risas siempre. Odiaba admitirlo, pero me hacía reír como nadie.

-Lauren, ¿puedo preguntarte algo? -su voz de tornó seria y me asustó un poco.

-Claro, lo que sea. -intenté sonar tranquila.

-El otro día te vi besándote con un chico, ¿es tu novio? -no me miró cuando me preguntó eso, su mirada había bajado a la taza de chocolate caliente que había entre sus manos. Y lo agradecí, porqué mi cara era un poema.

-Algo así... No somos novios, pero casi... Es complicado...

-Oh... Vale... -su voz no sonaba muy emocionada.

Cualquier amiga me hubiera atacado con preguntas sobre nuestra relación, cualquier amiga me hubiera felicitado, cualquier amiga estaría feliz por mi, pero no Camila. Desde el momento que tuvimos en la piscina, empecé a pensar que a lo mejor ella sentía algo por mi. Ella quería besarme otra vez y yo... Bueno, yo estaba confundida, mucha gente se suele confundir entre amor y amistad.  A mi definitivamente no me gustaban las chicas, no... No podían gustarme, ¿que pensarían mis amigas? ¿Y mi familia? ¿Y la gente de mi pueblo? Todos me conocían de toda la vida, sabían que me había besado con bastantes chicos, ¿que dirían si ahora dijera "hola, me gustan las chicas"? No podía ser, todo era una estúpida confusión, que con el tiempo se pasaría. Tenía que dejarle claro a Camila que me gustaban los chicos y que ahora estaba con uno.

-Él es muy atento conmigo, ya sabes... Me hace sentir bien y...

-Tienes que mostrarme tu secreto. -me interrumpió y yo tragué en seco.

-Es... Es verdad... -me puse muy nerviosa. -Vayamos a mi habitación...

Me levanté y puse rumbo a mi habitación, ella siguiéndome. Caminé lo más lento que pude para retrasar todo, pero acabé llegando de todos modos. Le indiqué que se sentara en mi cama, ella me miraba expectante esperando a que hiciera algo. Nerviosamente me agaché y cogí la guitarra de debajo de mi cama. La saqué y me senté al lado de Camila. Nos sentamos de forma que quedamos cara a cara. Pude ver que miraba la guitarra sorprendida.

-Bien, bueno... Un día en tu casa te dije que no tenía hobbies, pues era mentira... Sabes que me gusta la música, pero no solo escucharla... También tocar y cantar... A veces me dejan actuar en un pub a las afueras del pueblo, lo hago gratis porqué me gusta... Y bueno, las veces que me viste por la mañana, venía de estar allí cantando...

Encontrarte (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora