Encontrarte (Camren)

Capitulo 24: ¿Enamorada?

Narra Lauren. 

Salía de casa a toda prisa ya que me había dormido. Ese día había quedado con Karen, una amiga de la universidad, para hacer un trabajo conjunto. Mis piernas iban todo lo rápido que podían hasta que, choqué con alguien en el portal de mi bloque. Justamente tenía que ser ella.

-Buenos días. -saludó... ¿tímidamente?

-Hola Camz, tengo prisa. -intenté pasar por su lado, pero su voz me detuvo de nuevo.

-Puedo... Puedo llevarte, si quieres. -fruncí el ceño mirándola. -tengo el coche aquí fuera.

-¿Conduces? -pregunté confusa.

-Ahora sí. -respondió mostrándome una sonrisa orgullosa. Sonreí. Era inevitable no hacerlo. Maldita sea Lauren.

-Si no es molestia... -susurré. Pero ella ya me estaba llevando a rastras hasta su coche.

Ya dentro ella encendió el coche, calándose al acto. Levanté una ceja clavando mi mirada en ella. 

-No me mires así Jauregui, sé conducir, son errores de principiante. -se defendió encendiendo esta vez el coche. -¿Ves? -me sonrió. -¿A donde vamos, señorita? 

-Yo te indico, tira recto. -ella asintió. El coche salió disparado, haciendo que me agarrara al salpicadero. -¡Camila! -exclamé.

-Tranquila Lauren, por Dios. -contestó totalmente calmada. ¿Como podía estar tan malditamente calmada?

-Está bien... -resoplé. Me senté bien de nuevo y me dediqué a observarla. Estaba tan concentrada... Su ceño ligeramente fruncido, su lengua asomándose entre sus labios... Era perfecta. Bufé sin dejar de mirarla. Jamás me había sentido así por nadie y justamente tenía que ser por ella. Que me quería, sí, pero en la cama. Eso no era suficiente para mí, porqué yo la quería para más que eso.

El coche frenó de golpe, haciendo que yo devolviese las manos al salpicadero asustada. Casi se salta un jodido stop.

-¿Camz, quién te ha regalado el carnet? -pregunté al borde de un ataque.

-Errores de principiante, Lauren, errores de principiante. -contestó intentando mantener la calma, pero se notaba que hasta ella estaba exaltada.

-Demasiados errores de principiante para tres segundos que llevas conduciendo. -repliqué. 

-A lo mejor no me distraería si... si dejaras de mirarme tan fijamente. -se ruborizó y yo abrí los ojos en sorpresa. -Me desconcentras... -terminó con un susurro.

-Lo siento...-murmuré avergonzada. Al intentar arrancar de nuevo el coche se volvió a calar. Y otra vez. Y otra. Los coches no dejaban de pitar detrás nuestro. -¿Camz que haces? -pregunté desesperada.

-No sé Lauren, se cala solo, te lo juro. -seguía intentando y fallando. Era tan jodidamente tierna, me hablaba como si fuera su madre regañándola. Finalmente consiguió arrancar.

Le indiqué el camino hasta casa de Karen, llegando finalmente. 

-Gracias por traerme. -dije todavía dentro del coche.

-De nada, para eso están... -Dudó un poco antes de decirlo, como si no quisiera. -las amigas. -finalizó con una sonrisa que no llegó a sus ojos.

-Hablando de eso... El otro día no te rechacé porqué no quisiera... Ya sabes... -musité nerviosa. -Es solo que, creía que llevábamos mucho tiempo juntandonos solo para eso. Y dijimos que primero sería nuestra amistad y creo que la estábamos dejando de lado. -Ahí estaba yo, mintiendo. Lo que más quería era tenerla entre mis brazos, pero no así. Me dispuse a seguir los consejos de Dinah y esperar a ver si ella sentía algo más por mí.