Encontrarte (Camren)

Capítulo 35: Jamás dudando

Narra Lauren

-Señorita Jauregui. -oí a mis espaldas.

-Hola, Jack. -contesté girándome. -Llámame Lauren, no me gustan los formalismos. -le ofrecí una sonrisa educada, y besé su mejilla.

-Como quieras, Lauren. -sonrío.

-¿Entramos? -señalé la cafetería detrás nuestro.

-Por supuesto.

¿Que, qué hacía con Jack tomándome un café en esos momentos? Bien, es una larga historia con días de investigación por detrás.

Dinah había llegado a casa días atrás, con la noticia de un sobre con dinero, el nombre 'Ramiro Yeste' y una Camila muy asustada. Ella me dijo que iba a respetar que ella quisiera guardar el secreto, pero yo necesitaba saber. Joder, necesitaba saberlo desesperadamente.

Rápidamente empecé a buscar todo tipo de información en Internet, y tras desesperarme mil veces... Robé el número de Jack de la agenda de contactos de Camila. Sí, ya le pediría perdón más tarde.

Cuando lo llamé, le pedí citarnos en algún lugar, y bueno, aquí estabamos.

-¿Qué era tan urgente, Lauren? -preguntó el hombre, acariciando su barba gris.

-Te llamé por Camila, obviamente. -me aclaré la garganta. -No quiero invadir su privacidad, ni ponerte en un compromiso... Pero te pido que me ayudes a entenderla. Ella es una persona fría, reservada... Tienes que sacarle las cosas a punta de pistola, y a veces ni eso. Yo la conocí años atrás, y ella era todo lo contrario. -Jack sonrió, nostálgico. -¿Qué pasa?

-Sé que la conocías, ella y yo solíamos hablar mucho, ¿sabes? En los ratos libres... -tomó un sorbó de su café, sin borrar esa sonrisa. -Y eres exactamente como te describió... Grandes ojos verdes, sonrisa impecable... -río. -Cuando te vi en ese parque, no pensé que fueras tú, pero cuando llamaste y me dijiste tu nombre, en seguida até cabos. -se encogió de hombros. -Por eso decidí reunirme contigo, sé que eres especial para ella.

Esas palabras me tocaron en lo más hondo. Camila, cuando se fue, habló de mí, se acordaba de mí...

-Ella también es muy especial para mí. -admití, y el hombre sonrió sincero. -Por eso quiero ayudarla... No sé qué le ha pasado, pero ya no confía en nadie... Sé que ella tuvo problemas, porqué ahora acabo de escuchar de un juicio con un tipo que ni conozco, y cuando éramos más pequeñas, me dijo que no era feliz... y luego desapareció de la faz de la Tierra. Ayúdame a entenderla, ayúdame a entender que le pasó para que sea así. -mi voz se quebró un poco. -ella antes sonreía, no era feliz, pero era una chica risueña, optimista... Ahora no veo nada de esa chica. -mi mirada había bajado al café que tenía entre mis manos, desde que empecé a hablar.

-Lauren... -el hombre parecía dudar. -yo puedo contarte cosas, puedo contártelo todo... Pero eso supondría traicionar la confianza de Camila. Ella me lo contó porqué estaba desesperada, sola, pasando por cosas horribles. Horribles, Lauren, no exagero. -la seriedad en su rostro, me asustó, ¿qué cosa tan horrible le podría haber sucedido a Camila?

-Solo quiero entenderla... Solo quiero que amarla no me duela tanto como ahora. -admití.

-¿Amarla? -preguntó el hombre sorprendido.

-Sí... -murmuré. -Supongo que no llegaste a la parte de la historia en que yo también decía que me gustaban las chicas. -reí un poco, triste. -Ella tampoco estaba en esa parte de la historia. -sentí su mano tomar la mía.

-Si realmente la amas, te va a doler lo que vas a escuchar. -sonreí y asentí.

-Estoy lista. -y no hubiera dicho esas palabras, si supiera de qué iba la historia.