Chapter 24

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Alex y Dallas habían terminado en un café nocturno. En el sentido inocente.

Dallas se había negado a volver al fastidioso baile, y Alex estaba de acuerdo, por otro lado, Dallas quería saber la historia a fondo.

-Me interesas mucho -Le había dicho, aún estando en el estacionamiento. -pero tengo que saber toda tu historia para saber si puedo avanzar.

Alex le había encontrado la razón, y habían terminado en el pequeño café de una calle poco transitada, con dos mocca y un enorme tazón con galletas.

-Entonces... Tu no lo mataste. -Dallas razona antes de mirarla.

Alex mantiene su mirada perdida en la ventana. -Exacto.

-¿Cómo fue eso? -Pregunta mientras muerde una de más galletas. -Estar en prisión.

-Es difícil. -Ella dice perdida. -La cárcel tiene grupos cerrados, o te vuelves blanda y todos juegan contigo, o eres dura y tu juegas con ellos.

-Tu eras dura.

-Exacto. -Murmura. -Aunque no me gustaba. Me volví piedra estando ahí, y era conocida porque los guardias me daban todo lo que quería. Estaba a salvo mientras entregara algunas cosas, y mientras tenía un paño rojo en la cabeza.

-¿Por qué el paño rojo?

-Había un chico en la cárcel, casualmente fue mi amigo en la infancia. Entonces él era el mayor jugador. Sus chicas eran intocables, y no tenía miedo a matar a nadie, ya tenía una cadena perpetua. El paño rojo simbolizaba su propiedad. -Alex explica tomando de su café. -Nunca nos acostamos, él me quería demasiado como para eso, pero las otras chicas... Eran objetos.

Dallas asimila todo. Alex está relajada, pero su voz es tensa y cruda. Ella ha cambiado, él puede deducirlo. ¿Era él suficiente para cambiarla otra vez?

Alex tenía algo, esa noche, en el departamento con Jake, ella había reído y jugado todo el tiempo en una faceta tranquila y divertida. Alex podía manejar situaciones difíciles con demasiada facilidad, tenía eso que hacía que la gente la amara, y era hermosa.

Pero tenía un pasado oscuro, y tantos secretos como todo el mundo. ¿Ellos iban a poder?

-¿Qué hay de Jake?

Alex suspira otra vez. -Jake me apoyó todo el tiempo, al principio era porque su ex novia murió y dejó un diario, pero no lo podemos descifrar, él quería que yo lo hiciera cuando saliera. Pero con el tiempo, nos hicimos muy cercanos, se volvió mi apoyo. Era mi esperanza de salir.

Dallas sonríe. -Pero no te gusta.

Alex ríe. -Es un hermano, es un apoyo. Sería una estupidez demasiado grande enamorarme de él.

-¿Y tu familia?

-Mi madre murió en Canadá hace unos años, y mi padre murió poco después que entré en prisión. Lo atropellaron.

-Yo...

-Y este año llegó Dereck. -Dice sonriendo. -¿Quién iba a pensarlo? Tengo un maldíto hermano mayor, y es lo más genial del mundo.

-¿Es el chico del otro día? -Alex asiente.

Un silencio suave se hace presente, y Alex se permite deslizar suavemente entre el espacio que la separa de Dallas. Ellos siguen hablando, en murmuros y risas pequeñas, mientras permanecen abrazados entre los grandes almohadones.

La noche es tranquila y pocas personas aparecen para un desayuno nocturno, la anciana tras la barra no aparta su mirada de la rubia y el chico a su lado. Ellos se ven bien estando juntos, entonces ¿por qué ella parece herida?

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