—Woah, eso debe doler —Dice Scott desde el otro lado de la malla de alambre.
—Un poco —Dice Alex mientras intenta ponerse de pie.
Los programas en la cárcel exigían que los presos hicieran deporte, y Alex prefería mil veces pegarle una patada a alguien de forma accidental que terminar con una pelota en la cara. La gimnasia no iba tal mal, en un año había logrado extenderse de piernas.
Scott, por otro lado, prefería finguir que hacía algo similar.
—¿Ya sabes si saldrás? —Pregunta el albino mientras levanta algunas pesas.
—Mi abogado cree que saldré dentro de medio año. Este sería mi último invierno —Ella admite con una sonrisa triste.
—Eso es bueno —Scott comenta.
—No cuando nadie te espera afuera —Ella completa.
Jake había conseguido la computadora, y el detective de George había logrado doce testimonios que admitían que los que se ocuparon en la corte fueron falsos, eso, y que el fiscal a cargo había sido sobornado.
La libertad estaba cerca.
No había vuelto a saber de Liam, y Jake estaba en los certámenes, de forma que ella otra vez estaba sola.
Ronnie hace una semana que estaba en el agujero, y lo habían encontrado con doce gramos de cocaína. Él estaba en problemas.
Scott había sido el único que estaba con ella últimamente.
Los programas de deporte terminan y Alex camina hasta las duchas comunales. El pañuelo rojo descansando en su muñeca mientras el agua fría recorre todo lo que puede. De la cañería sale un pequeño hilo de agua, y Alex decide que su cabello será lavado al día siguiente.
—Hayle —Charot la llama desde el otro lado de su celda. Ella es una ruda y grande pelirroja, y Alex debe aceptar que algo en ella no suena bien.
—¿Qué quieres? —Ella responde saliendo con la tohalla mojada, se necesita un poco de aire libre para que se seque, y hay suficiente sol afuera.
Ambas caminan a paso apretado y rápido por los pasillos grices —Necesito cigarrillos.
—No tengo —Alex contedta cortante mientras intenta llegar al enorme patio de concreto.
—Debes tener alguno, Hayle —Ella afirma segura cuando Alex deja la toalla en un tubo bajo la escalera de emergencia de los vigías.
—No, Charot. No tengo, los fumé. Cada uno que tenía fue consumido por mi —Y no era mentira, Alex había encontrado gratificante el poder de la nicotina en ella.
—Hayle, no estoy para juegos —Charot gruñe.
—Pues yo tampoco —Alex gruñe de vuelta.
Antes de que lo espere las manos grandes de Charot están en su cabello, y hay gritos y golpes resonando en alguna parte del lugar. El dolor en su cabeza no la deja pensar bien.
Alex puede sentir un rasguño en su cara, y algo caliente bajar por su cuello, pero no está segura de nada, todo se siente muy bien, relajado, en cámara lenta.
Los rostros preocupados se asoman con rapidez, junto con los gritos y las peleas. ¿Dónde esta Charot?
—Llamen a enfermería, rápido —Un guardia grita. —¿Puedes ver cuántos dedos hay?
—Cuatro —Ella dice.
—Es uno —Él afirma antes que Alex cierre los ojos.
(...)
La estación está llena en el momento que Liam llega. Él solo lleva su mochila y un cigarrillo en su boca. Él realmente necesita relajarse.
Su boleto está guardado junto a su teléfono, en su billetera. Tiene grabado el número de la línea junto a una hora en específica: Las 16:50 son dentro de poco.
Una mujer vestida de un brillante naranjo grita el número de su tren y Liam se dispone a subir. Él lleva una hora en espera, no puede cambiar el boleto por su dinero ahora, de forma que solo se obliga a empujarse contra las pocas personas que suben al tren y deja que las puertas se cierren a tiempo. El sí puede ir a ver a Alex.
El día se oscureció de repente. Había suficiente sol en la mañana, y Liam había tenido un agradable examen de contabilidad. Su salida de la universidad había terminado en almorzar junto a su compañero de escritorio, Oliver. Y finalmente había terminado en la estación.
El tren avanza muy rápido y con fuerza por las vías. La ciudad lentamente es dejada atrás, y solo son veinte minutos para que Liam solo vea los campos que rodean a Manchester.
El baja cinco minutos más tarde en una pequeña estación. Gracias a la oficial de la vez pasada supo que las visitas podían ser re-programadas con tiempo. Él había llamado hace dos días, pero Alex no sabía nada, claro.
Son solo dos pequeños tramos antes de llegar al horrible edificio de cemento. Su estómago se apreta y su mente divaga entre la tortura que Alex debe tener adentro.
Pasar es algo difícil. Incluye su cédula de identidad y mucho papeleo. Solo quince minutos más y ed escoltado por un enorme hombre de piel negra.
—Ella va a tardar un poco —El hombre dice bostezando un poco. —Creo que tubo una pelea hoy.
La sala en la que han llevado a Liam tiene algo parecido a lo que son cabinas de teléfono. Al no ser una visita en los días correspondientes, el método era ese. Un teléfono a ambos lados de un grueso cristal.
—¿Pelea mucho? —Liam pregunta confundido. Alex nunca demostró ser agrevisa. (Y mucho menos una asesina)
—Lo regular. —El hombre afirma.
Y enntonces ocurre.
Del otro lado des cristal hay un corredor. De entre toda esa oscuridad vienen dos guardias, una mujer y un hombre. La mujer carga con una gruesa cadena, mientras que el hombre la empuja por detrás.
Ella está ahí, realmente.
Se ve más alta. Lleva un traje naranja abierto hasta la mitad del pecho, algo así como sobre su ombligo, trae una camiseta blanca debajo y las mangas del traje subidas hasta la mitad del brazo. Sus botas resuenan entre las cadenas atadas a sus pies, y lleva ma cabeza orgullosa en alto.
Su piel se ve más pálida y tiene los ojos ligeramente enrojecidos. Sus labios están pintados de un furioso rojo, y ella se ve más atractiva que nunca.
Su cabello está más rubio, y lo lleva en un ajustado rodete, atado con un paño rojo.
Ella parece liderar el lugar.
Los guardias la sueltan contra la silla y la cadena es asegurada en ésta. Finalmente sus manos se liberan y ella las entrelaza contra su regazo.
Ella está ahí, mirándolo a los ojos y Liam no sabe qué era lo que realmente le iba a decir. O quizás sí lo sabía, pero la impresión de verla en ese estado parecía irreal.
Aunque todo era una cruel verdad, después de todo.
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► Liars ◄ || Liam Payne ||
FanfictionHan pasado dos años y medio desde que se descubrió la verdad sobre el afamado "The Blogger". Dos años y medio desde que Alex Hayle fue descubierta por toda la escuela. Dos años y medio desde que Liam no ha vuelto a ver a la chica rubia, como todos d...