► Liars ◄ || Liam Payne ||

Chapter 3O

Alex se encuentra sorpresivamente tranquila. Responde las preguntas con lentitud, y serenidad, con una voz firme y mirando a todos a los ojos. Ella no miente.

Liam se queda apoyado en la pared del lado de la ventana, mientras guarda silencio y mira el comportamiento que Alex lleva durante la interrogación.

Cuando se van los oficiales y los doctores, Liam se acerca rápido.

—Me encontraste a tiempo. —Ella murmura, jugando con sus manos.

—Tenía que hacerlo.

Ella asiente.

—Estas demasiado tranquila. —Murmura, como una forma de empezar una conversación.

—Me iba a suicidar, Liam. —Alex responde, mirando fijamente el muro en frente de ella. —Conozco la política de eso, tratamientos psicológicos o manicomios, no quiero nada de eso. Quiero estar sola, drogada lo más que pueda, si es posible.

Liam asiente con labios apretados.

—Dereck... Estaba fatal.

—Lo supuse. En mi mochila tenía una carta para él, sabía que no querría enterrarme.

—Ninguno querría. —Liam murmura.

Alex se voltea a verlo suavemente. Liam juega nervioso  con sus dedos, y tiene el cabello hecho un lío de mechas marrones disparatadas a todos lados. Él tampoco iba a querer enterrarla, ella sabía que él le amaba, tal vez era la única persona tan idiota como para hacerlo.

Pero no podía culparlo.

Se deja caer, suavemente contra los almohadones, y suavemente tira de las mantas delgadas, aunque antes de poder hacerlo ella, Liam las tira en su lugar.

Ella se dedica a observarlo.

Liam sólo pasa la siguiente hora en un sillón, mirando distraído la punta de sus zapatos, y soltando suaves suspiros. Está meditando todo lo ocurrido. La misma reacción de cuando le insinuaba lo de Sophia.

•••

—¿Por qué no duermes?

Ella se había preguntado lo mismo. Desde que Wesley había sido un constante pensamiento, el dormir era una pesadilla segura. El disparo sonaba demasiadas veces en su cabeza, y las lágrimas se sentían angrias en su boca.

Pero nadie podía saber esto.

Alex mira suavemente al psicólogo en frente de ella. Se han reusado a mandarla a una clínica mental, con la condición de tener tres citas con el psicólogo por semana.

—Porque no tengo sueño.

Ella lo tenía, oh, claro que si. Pero sabía que admitirlo era dar las explicaciones y un tratamiento que incluiría recordar, y ella de verdad que no lo quería.

—¿Por qué no tienes sueño?

—Es una pregunta estúpida. —Ella aclara inmediatamente. —Sabes que hay muchas causas para eso, y la única que tengo es que no tengo suficiente cansancio.

El doctor asiente antes de escribir.

Alex se siente presionada y pequeña, rodeada de las paredes verde oliva, y los muebles oscuros, no es agradable. Ella odia el verde. Es estresante y forozoso, y el doctor logra frenarla antes que pierda sus nervios en un ataque.

Las cosas cambiaron demasiado rápido.

Alex se vio sometida a los silencios incómodos de Dereck, a sus interrogatorios y a simplemente no mirarlo ni abrazarlo como antes. Camila acudía a su casa con regularidad luego de sus clases, y se iban con Zayn antes de que Dereck llegara. Liam iba cada viernes, con una película y un tonto paquete de palomitas de microondas, y ellos hablaban hasta que el sol comenzaba a salir.