► Liars ◄ || Liam Payne ||

Chapter 33

Cuando Alex despierta al día siguiente las cosas se sienten un poco diferentes; comenzando porque Liam se encuentra junto a ella con el brazo envuelto en su cintura y su pecho pegado a su espalda.

La posición se torna íntima y agradable, mientras termina observando las manchas pintadas en la piedra y el fuego consumido por el viento.

Alex se levanta con suavidad, mientras que Liam sigue durmiendo, con el rostro sereno y las facciones relajadas, y ella va en busca de la bolsa por algo comestible y su cepillo de dientes.

La marea está bajando, mientras que Alex baja en busca de una roca apartada para lavar sus dientes y buscar un poco más de ramas secas.

La playa es húmeda y serena, y Alex suspira. Está relajada y el agua en sus pies es agradable. Ella rodea el acantilado y lava sus dientes con una botella de agua que Liam tenía en la bolsa, y se dedica a recoger su cabello rubio, ahora castaño, fuera de su vista.

Sus ojos escanean la playa, hasta que algo negro se mueve con rapidez y gracia sobre una roca en medio del acantilado.

—Joder. —Murmura. —Se suponía que no había cangrejos aquí.

Ella vuelve con rapidez, recordando el episodio de la huida más estúpida de su vida, junto con el mismo hombre que dormía sobre la roca.

—¡¿Por qué siempre sales sin avisar?! —Liam gruñe a penas se asoma por la piedra. Se ve preocupado y agitado. Trae únicamente su ropa interior, y Alex se siente enrojecer. —Casi muero cuando despierto y no estás en ningún lugar.

« Y yo estoy muriendo por lo que traes puesto... » Piensa a cambio.

—Salí a lavar mis dientes. —Alex responde tranquila, dejando la botella y el cepillo en su lugar. —Y adivina qué encontré.

—¿Una tortuga?

—Nop, pero es parecido.

—¿Una tortuga hombre?

—¿Cómo sabes cuando son mujer u hombre? —Ella pregunta confundida.

—No lo sé, realmente. —Liam se encoge de hombros.

—¡Un cangrejo! Nuevamente en una playa con cangrejos.

Liam se ríe, mientras Alex sonríe; y Liam cree que las cosas han comenzado bien, o al menos el día. Ellos desayunan galletas y sodas, y para Liam está bien.

Pasan el resto de la mañana bajando todo de la enorme roca, y finalmente llevando todo hasta el auto de Liam.

Caminan a la orilla del mar, con Alex enganchada a uno de sus dedos, hablando un poco de la universidad y de los planes a futuro, y planea irse  antes de lo que parece ser el medio día.

Ellos están caminando cuando Alex se detiene, y Liam voltea a verla con una ceja alzada, entonces ella sonríe.

—¡Te dije que había un tesoro!

La sonrisa, amplia y sincera en el rostro de Alex, lo hace sonreír de vuelta, antes de borrar la sonrisa en una cara de confusión.

—¿Qué cosa?

Alex rueda los ojos, y de quita del agarre entre sus dedos para ir a un enorme conjunto de rocas, Liam la sigue en silencio, observando la forma en que ella corre para terminar frente a pequeños puntos rojos.

—Ahora hay que subir. —Ella anuncia sonriendo.

—No entiendo, Alex. ¿Qué estamos haciendo?

—Te traje al tesoro —Ella rueda los ojos —y aún no te has dado cuenta que yo he conducido el viaje desde que salimos de esa roca.

Liam rueda los ojos, y se dedica a escalar las enormes piedras amontonadas. Para cuando llegan a la cima, Alex ya está saltando dentro de lo que parece ser una grieta.