MINHO
Fiel a mi palabra, le di a TaeMin el tiempo de estudio que me pidió.
Largas y tortuosas horas, de hecho, en las que todo lo que podía hacer para pasar el tiempo era pensar en diferentes maneras de desnudarlo más tarde.
—Te juro que estoy en el último párrafo —gritó TaeMin desde el salón, como si percibiera mi impaciencia.
No es que hiciera falta ser un genio para verlo. Nunca se me dio bien esperar. Demonios, nunca fui bueno ocultando que odiaba esperar. Incluso ahora me paseaba por la cocina, con un bourbon sour en la mano, mientras contaba los minutos que faltaban para que empezáramos un pequeño juego.
¿Tendría yo la sartén por el mango en este juego que había ideado? Sí.
¿Lo sabría TaeMin cuando aceptara? No tanto.
Pero todo valía en el sexo y... el sexo, ¿no? O algo así.
—Listo. —TaeMin cerró el portátil y estiró los brazos por encima de la cabeza. Se crujió el cuello de un lado a otro antes de levantarse del sofá, y yo me sentí muy feliz de hacer de camarero. Serví un poco de vodka, Kahlua y un chorrito de nata sobre hielo y rodeé la barra.
—Tu recompensa —le dije, entregándole el vaso.
—Gracias. —Tomó un sorbo largo y agradecido—. Tengo que admitir que supuse que mi recompensa implicaría algo con mucha menos ropa.
—¿De verdad? ¿Y eso por qué?
—Porque eres tú.
Parecía que chico de oro ya me conocía, porque eso era exactamente lo que tenía en mente.
Golpeé mi vaso contra el suyo y le guiñé un ojo.
—¿Es eso lo que quieres? ¿Desnudarte para mí?
Los ojos de TaeMin se calentaron sobre el borde de su vaso, y yo sonreí satisfecho.
Eso es lo que pensaba.
—Así que estaba pensando que podríamos tener un juego —dije, alcanzando sus dedos mientras caminaba hacia atrás, hacia mi habitación.
—¿Ah, sí? ¿Qué tipo de juego?
—De esos que uno juega para... conocerse mejor.
TaeMin arrugó el ceño y me reí.
—¿No es lo que esperabas? —pregunté, abriendo la puerta de par en par.
—No, pero estoy abierto a nuevas experiencias. ¿No te lo dije?
Solté los dedos de TaeMin y retrocedí hacia un lado de la habitación. Cuando empezó a seguirme, levanté la mano.
—La forma en que esto funciona es, te quedas allí. Sin trampas.
TaeMin imitó mi postura, apoyándose en su lado de la pared.
—Empezaré contándote algo sobre mí. Tú puedes decidir si es verdad o mentira. Si aciertas, me quitaré algo. Si adivinas mal, tendrás que quitarte algo.
—Así que estás intentando desnudarme. —TaeMin puso su bebida en mi escritorio y extendió las manos—. Aunque creo que puedo contigo.
—Eso ya lo veremos. Verdadero o falso, mi actor favorito es Lee Byun Hun.
—Ooh... —TaeMin se tocó el labio mientras me estudiaba. Como si mi cara fuera a revelar la respuesta—. Sus películas parecen de tu gusto, así que diré que sí.
—Incorrecto. Ese sería Yoo Hi-Tae. —Miré sobre el cuerpo de TaeMin, para mirar las opciones que pudiera quitar. No llevaba zapatos ni calcetines, sólo un par de jeans, una camisa y ropa interior, lo que significaba que no me llevaría mucho tiempo desnudarlo. Perfecto—. Quítate la camiseta —dije.