Caminos cruzados 1

capitulo 26

Ezequiel, mirando con una sonrisa burlona la interacción entre Sofía y Bruno, no pudo evitar soltar una risa.

—Parece que la tienes bien controlada —comentó con tono de broma, dirigiéndose a Bruno.

Bruno, que no era de dejarse llevar por esas provocaciones, respondió con calma, pero con una firmeza que hizo que Ezequiel dejara de reír.

—Es por su bien —dijo Bruno, sin vacilar, mostrando que su prioridad siempre era el bienestar de Sofía.

La respuesta de Bruno hizo que Ezequiel frunciera el ceño, dándose cuenta de que, aunque se estuviera burlando, Bruno tomaba muy en serio su relación y su protección. No había nada que Bruno no hiciera por ella, y eso era algo que siempre quedaba claro en sus palabras y actitudes.

Bruno, sentado en su banco, se concentraba en el instagram de Sofía mientras revisaba se movía rápidamente entre las solicitudes de amistad, las personas que ella seguía y aquellos que la seguían a ella. Sin pensarlo mucho, rechazaba a todas las solicitudes de personas que no conocía, borraba a los seguidores que consideraba indeseados y dejaba de seguir a aquellos que no compartían un vínculo cercano con Sofía.

Lo hacía con una mirada decidida, sabiendo que quería protegerla de cualquier influencia negativa o de personas que pudieran causarle algún malestar. Para Bruno, no era solo cuestión de seguridad, sino también de asegurarse de que Sofía estuviera rodeada solo por personas de confianza, lejos de cualquier distracción o peligro.

Al terminar, se quedó unos minutos mirando la pantalla, asegurándose de que todo estuviera en orden, como un pequeño recordatorio de que, en su mundo, Sofía siempre tendría su apoyo incondicional.

Bruno continuó navegando por las redes sociales de Sofía, ahora en Facebook. Con una determinación firme, comenzó a revisar la lista de amigos, buscando a aquellos que no conocía. Con un par de toques, eliminó a los desconocidos, aquellos que ella había aceptado sin pensarlo demasiado. Sabía que Sofía, a veces, era un poco más abierta a hacer amigos en línea, pero él quería asegurarse de que no estuviera rodeada de personas que pudieran causarle problemas o aprovecharse de su amabilidad.

Mientras borraba a esas personas, Bruno no sentía remordimientos. Para él, todo lo que hacía era protegerla. A pesar de que no le gustaba mostrar su control, sabía que todo lo que hacía era por el bienestar de Sofía. Terminó con un suspiro de satisfacción, sintiendo que todo estaba más seguro y bajo control.

Sofía, con una sonrisa, salió del aula y fue a buscar el anime que había comprado en Komorebi para mostrárselo a sus amigas. Mientras caminaba, se sentía emocionada por compartirlo con ellas, sabiendo lo mucho que les gustaría. Cuando regresó, sus amigas la esperaban en la entrada, ansiosas por ver qué había traído.

"¡Chicas, miren lo que conseguí!" dijo Sofía, mostrándoles con entusiasmo la edición especial del anime. Las chicas la rodearon, admirando la compra y compartiendo su emoción por verla juntas. Sofía se sintió feliz de tener a sus amigas cerca, disfrutando de ese momento de complicidad.

Mientras tanto, Bruno, desde su lugar en el aula, observaba en silencio, aunque no podía evitar sentir una pequeña preocupación al ver a Sofía rodeada de tanta gente. Sin embargo, sabía que no podía interferir con todo, solo esperaba que estuviera bien y disfrutara de su tiempo con ellas.

Cuando Alexia, una de las amigas de Sofía, vio el anime en sus manos, su curiosidad la llevó a pedir verlo. "¿Puedo verlo un momento?", preguntó con una sonrisa. Sofía, siempre dispuesta a compartir sus intereses con sus amigas, asintió y se lo pasó.

"Claro, te va a encantar. Es una edición especial con algunos extras", le dijo, mientras las otras chicas comenzaban a hablar entre ellas sobre lo que esperaban ver en el anime.