Cap 1-¿Vivian novia de Alan?

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05 de Julio del 2025

Lukas Pov:

Estaba en la cocina, sentado junto a la ventana, mirando la taza de café con la mente en blanco. Afuera, en el jardín, los demás chicos charlaban y reían, disfrutando de la tarde. Fede no estaba, Carlitos ya se había ido, y la casa parecía tranquila, pero algo en el aire me decía que no lo estaba. Quizás era la falta de ruido, o tal vez era solo mi instinto, pero me sentía inquieto. Algo estaba pasando, algo que no podía ignorar.

De repente, las voces comenzaron a elevarse desde fuera. No sabía si era el viento o si realmente estaba escuchando, pero la voz de Vivian era inconfundible. En ese momento, el café dejó de importarme y mi atención se centró en las palabras que llegaban desde el jardín.

Alan estaba discutiendo con Vivian.

Intenté no prestar demasiada atención, pero era imposible. La tensión en su tono me llamó la atención. Cada palabra que decía Alan se me metía en la cabeza como una flecha. Hablaban sobre algo que, a pesar de la distancia, me parecía demasiado cercano. No me di cuenta cuando empecé a acercarme a la ventana, ni cuándo me quedé parado allí, prestando atención a cada frase.

La conversación se tornó más aguda, más violenta, y no por las palabras, sino por el dolor detrás de ellas. Los murmullos de los chicos en el jardín se fueron apagando poco a poco mientras los sollozos de Vivian comenzaron a invadir el aire. Mi corazón dio un vuelco. Ella estaba llorando. No era algo nuevo, claro, pero había algo diferente en ese llanto. Algo que no podía explicar.

Alan la estaba atacando con palabras que no entendía bien, pero lo suficiente para saber que algo no estaba bien. ¿Cómo podía estar pasando esto? Alan... Alan era mi amigo, siempre lo fue. ¿Qué había hecho para que Vivian llegara a este punto?

No podía quedarme allí, sin hacer nada. Mi instinto me empujó a actuar, pero no era tan fácil. Me quedé en la cocina, paralizado por un momento, escuchando cómo las palabras se volvían más claras, más intensas.

—¿Sabes lo que me duele, Alan? —la voz de Vivian sonó rota, como si le estuvieran arrancando algo muy profundo—. Lo que me duele es que estuve ciega todo este tiempo. Creí en ti. Creí que eras lo que necesitaba. Pero me equivoqué.

Alan respondió con una voz fuerte, aunque vacía de compasión.

—No tienes idea de lo que estás diciendo, Vivian. Estaba contigo, pero ya no podía más con todo esto. Estaba agotado.

Vivian soltó un sollozo y mi estómago se tensó. La escuchaba y cada palabra me calaba más hondo, como si estuviera siendo golpeado a través de la distancia. ¿Qué había pasado entre ellos? ¿Cómo era posible que ella no hubiera notado lo que sucedía?

—¿Agotado? —repitió Vivian entre lágrimas, su voz quebrándose—. ¿Eso es lo que me dices después de todo? ¿Después de todo lo que creímos ser? Fuiste mi apoyo, mi refugio... pero ahora no sé ni quién eres.

El dolor en sus palabras me aplastó el pecho. No podía escuchar más, pero tampoco podía apartar la mirada de la ventana. Sabía que tenía que actuar, pero no me atreví a interrumpir lo que estaba pasando. Mi mente estaba en caos, intentando comprender cómo todo había llegado a este punto.

De repente, la conversación cambió de tono, se volvió más cruda, y fue cuando escuché lo que no quería escuchar.

—Alan... —dijo Vivian, y su voz ya no era la misma—. Me fuiste infiel. ¿Cómo pudiste? ¿Por qué?

Las palabras me golpearon como un martillo. Alan le había sido infiel. El chico con el que Vivian había estado reconstruyendo su vida, ¿la había engañado? Mis manos se cerraron con fuerza. El aire parecía denso, como si estuviera atrapado en una nube de desesperación. ¿Cómo había pasado esto? ¿Por qué no me lo había dicho antes?

Cenizas (HER 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora