Cap 10- Los chupetones de Siri

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29 de Julio

Lukas Pov:

Antes de las revelaciones de Siri...

La mañana comenzó como una bomba. Literalmente.

Yo estaba apenas despertando, mi cuerpo agotado por lo que había pasado la noche anterior, cuando de repente, un estruendo desgarrador resonó por toda la casa. Fue un sonido ensordecedor, tan fuerte que casi sentí cómo mis huesos vibraban. En un principio, pensé que estaba soñando. Pero los gritos de Vivian confirmaron que esto era real.

—¡Alan, por Dios! —se escuchó su voz desde su habitación, seguida de un grito más fuerte y lleno de frustración—. ¡No te cansas de joder!

Salté de la cama, mi corazón latiendo con fuerza. No sabía qué estaba pasando, pero si Vivian gritaba así, seguramente Alan estaba detrás de ello. A mi lado, Carlitos se frotaba los ojos mientras intentaba procesar el caos.

—¿Qué diablos fue eso? —preguntó medio dormido, pero sin perder tiempo, se levantó conmigo y corrió hacia la habitación de Vivian.

Cuando abrimos la puerta, ahí estaba Alan, con una enorme bocina en las manos, riendo como si fuera el rey del mundo. Había levantado a todos, pero claramente su blanco principal había sido Vivian. Ella estaba sentada en la cama, despeinada y con las almohadas cubriéndole los oídos. Su rostro estaba rojo de la furia.

—¡Por el amor de Dios, Alan! ¿Qué te pasa? —le grité, todavía aturdido por el ruido.

Alan simplemente se encogió de hombros, como si lo que acabara de hacer fuera lo más normal del mundo.

—¿Qué? —respondió con una sonrisa cínica—. Solo quería animar el ambiente. ¿No creen que está muy aburrido todo últimamente?

Carlitos, que había llegado detrás de mí, se frotó las sienes y lanzó un suspiro exasperado.

—Alan, te pasaste. Otra vez. ¿Qué parte de no fastidies más no entiendes? —dijo, su tono más cansado que enojado.

Vivian, aún cubierta por las almohadas, finalmente se levantó de la cama, visiblemente alterada.

—¡Eres un imbécil! —le gritó, apuntándolo con un dedo—. ¿No tienes límites? ¿O es que simplemente disfrutas arruinarle la vida a los demás?

Alan fingió un puchero, como si las palabras de Vivian le hubieran afectado, pero luego estalló en una carcajada.

—Oh, vamos, no exageres, princesa. Solo era una pequeña broma para empezar el día con energía.

En ese momento, sentí cómo mi paciencia se agotaba nuevamente. Di un paso hacia él, señalándolo con firmeza.

—Alan, déjala en paz. Ya fue suficiente. No sé qué te pasa, pero si sigues así, las cosas no van a terminar bien para ti.

Alan alzó las manos en señal de rendición, pero su sonrisa burlona no desapareció.

—Tranquilo, Lukas héroe. Solo era una bocina. ¿Qué tan grave puede ser?

Carlitos intervino, cruzándose de brazos.

—Grave es que siempre estés cruzando la línea. ¿No ves que nadie aquí está disfrutando tus "bromas"? —dijo, su tono lleno de autoridad.

Por primera vez, Alan pareció perder un poco de su compostura. Pero solo por un momento. Luego lanzó otra risa seca y se dio la vuelta.

—Bueno, bueno, ya entendí. Relájense. No es para tanto —dijo mientras salía de la habitación, llevándose la bocina consigo.

Cenizas (HER 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora