Cap 11- Los chupetones de siri (second part)

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La situación empezó a volverse aún más cómica cuando Siri, con su tono monótono, comenzó a decir algo cada vez que cambiaba una foto en el celular de Vivian. Primero fue una foto de nosotros besándonos, luego otra, y luego otra. En cada una, Siri repetía lo mismo, como si estuviera narrando una película que no habíamos pedido.

"Recuerdas que esta foto la tomaste hace un día," decía Siri, provocando que Carlitos y yo nos miráramos entre risas. Parecía que el celular de Vivian tenía un toque de humor propio, algo así como si el destino quisiera que Alan se pusiera aún más incómodo.

Pero fue cuando Siri pronunció las palabras que terminaron por colmar el vaso:

"Recuerdas que esta foto la tomaste hace una hora antes de salir de casa."

De repente, todos miramos la pantalla del celular de Vivian. La foto que apareció era, sin lugar a dudas, la más reciente. Era una de nosotros dos besándonos antes de salir de la casa, justo antes de que Alan, Carlitos y yo nos subieran al coche. La foto había sido tomada un momento antes de que todo comenzara.

Alan, que ya no podía contener más su frustración, giró hacia Vivian, quien, en lugar de sentirse avergonzada o preocupada, solo mostró una sonrisa traviesa.

—¿¡En serio!? —gritó Alan, visiblemente furioso—. ¡¿No puedes dejar de hacer esto?!

Carlitos, entre risas, no pudo evitar agregar con sarcasmo:

—Vamos, Alan, no te pongas tan serio. Es solo una foto. ¡Deja que Siri haga su trabajo!

Vivian, con una sonrisa divertida en su rostro, se acomodó en su asiento y miró a Alan, sabiendo exactamente cómo había afectado su paciencia. La situación, que ya era una broma constante para nosotros, se convirtió en algo aún más grande para Alan. Era como si Siri fuera la narradora oficial de nuestra pequeña guerra de fotos y bromas.

—Creo que Siri tiene más sentido del humor que tú, Alan —dijo Vivian con calma, disfrutando de la reacción de Alan.

Yo, por mi parte, no podía dejar de reír. Al ver a Alan tan tenso y enfadado, me pareció aún más divertido. Pero, al mismo tiempo, había algo liberador en ver cómo Vivian tomaba las riendas de la situación y convertía una broma en algo divertido, en lugar de darle demasiado peso.

Alan, sin embargo, no parecía estar dispuesto a ceder. Su rostro estaba tan rojo que parecía que iba a explotar en cualquier momento. De repente, dejó escapar un suspiro frustrado, y con un tono de voz mucho más bajo, dijo:

—Esto no tiene gracia, ¿verdad?

Pero lo que no entendía Alan, era que para nosotros, este pequeño caos era la manera en que disfrutábamos de la vida, de los momentos simples y de la compañía de los demás. Al final, esa foto, esa reacción de Siri, y la mirada divertida de Vivian fueron solo una excusa para hacer que todos nos riéramos un poco más.

La tensión en el coche comenzó a desaparecer, y lo que antes era una guerra de bromas, ahora era simplemente otro momento de camaradería.

La tensión en el coche había llegado a un nivel casi insoportable cuando Siri, sin piedad, empezó a narrar lo que parecía una serie interminable de fotos que Vivian había tomado de Lukas y ella. El tono de Siri era tan casual, tan imperturbable, que parecía una broma interminable para todos excepto para Alan, que estaba al borde de la explosión.

Ahora te voy a mostrar las 56 últimas fotos que tomaste de Lukas Urkijo y tú besándose, entre ayer y hoy en la mañana, después de levantarte, y también en la madrugada. —Siri dijo con una calma impresionante, y las fotos comenzaron a aparecer en la pantalla del celular de Vivian.

Cenizas (HER 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora