Cap 24- ¡Me van a robar!

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23 de Agosto

Lukas Pov:

El aburrimiento me había llevado a abrir un en vivo en Instagram. Estaba en el centro comercial con Alan, Harold, Sebastián y Tristan, los chicos de BTW. No teníamos planes serios, solo dar vueltas y disfrutar un rato. Mientras hablábamos de tonterías, reíamos y respondíamos comentarios en la transmisión, algo inesperado ocurrió.

Un grito rompió la tranquilidad del lugar:

—¡Me van a robar! —se escuchó claramente, resonando en el aire.

Mis ojos se abrieron de par en par, y sin pensarlo, solté:
—¿Esa fue mi novia la que acaba de gritar?

Los chicos también lo escucharon, y Harold, señalando hacia una zona al otro lado del centro comercial, respondió:
—¡Sí, creo que es Vivian!

Giré rápidamente la cámara del celular para enfocar hacia donde señalaba Harold, y ahí estaba ella. Vivian corría como si su vida dependiera de ello, con un tipo tras ella y su rostro lleno de terror. Mis piernas comenzaron a moverse antes de que mi mente pudiera procesarlo.

—¡Vamos! —grité a los chicos, dejando el celular en vivo mientras corríamos.

La persecución comenzó en la planta baja del centro comercial, y las multitudes nos dificultaban avanzar. Vivian zigzagueaba entre las personas como podía, esquivando obstáculos y mesas de la zona de comida rápida, mientras el tipo que la perseguía ganaba terreno. En una esquina, ella se tropezó con los dobladillos de sus jeans y cayó al suelo con fuerza.

—¡Vivian, no te detengas! —grité, mi voz retumbando por el lugar.

Ella giró la cabeza hacia mí, y por un instante nuestras miradas se cruzaron. Su expresión de alivio mezclada con desesperación me hizo redoblar mi esfuerzo, pero ella no se quedó quieta. A pesar del golpe, se levantó rápidamente y continuó corriendo.

Nosotros tratábamos de alcanzarla mientras pasábamos junto a tiendas y vitrinas. Bajamos y subimos escaleras eléctricas, esquivamos personas, y el en vivo seguía transmitiendo todo el caos. Los comentarios en el chat se habían llenado de mensajes de preocupación y confusión:

"¿Qué está pasando?"
"¡Corran más rápido!"
"Lukas, salva a Vivian."

A mitad de camino, un segundo hombre apareció, interponiéndose en la ruta de Vivian. Logró sujetarla por el brazo, pero ella, con una fuerza impresionante para alguien de su tamaño, se zafó de un tirón. Ahora eran dos los que la perseguían, y la situación se había puesto mucho más peligrosa.

—¡No te detengas, Vivian! —grité de nuevo mientras corría con todo lo que tenía.

Ella volvió a tropezar, esta vez en la entrada de una tienda de deportes. La caída fue peor que la anterior; su cuerpo golpeó el suelo con un impacto seco, y soltó un grito desgarrador que me hizo acelerar aún más.

—¡Vivian! —grité con toda mi fuerza.

A pesar del dolor evidente, se levantó tambaleante y siguió corriendo. Harold, que estaba cerca de mí, jadeó:
—¡Esa chica es más rápida de lo que parece!

Entró a una tienda de ropa, buscando refugio entre los estantes, pero los hombres no se detuvieron. Se escuchó un forcejeo y otro grito de Vivian:

—¡Déjenme en paz!

Los clientes dentro de la tienda se apartaban, confundidos y asustados. Yo no dejaba de correr, ahora acompañado por los chicos, quienes también habían encendido su modo protector. Vivian salió de la tienda y se dirigió hacia otra esquina del centro comercial. Su respiración era cada vez más audible, y sus pasos comenzaban a perder fuerza.

Cuando alcanzamos la siguiente planta, ella volvió a caer, esta vez de manera más violenta. Se había torcido el tobillo al girar demasiado rápido. Desde el suelo, gritó con una mezcla de rabia y miedo:

—¡Déjenme en paz, por favor!

Uno de los hombres se abalanzó hacia ella, listo para arrebatarle el collar, pero llegué justo a tiempo. Lo empujé con todas mis fuerzas, haciendo que retrocediera. Mi respiración estaba agitada, y mi corazón parecía a punto de salirse de mi pecho, pero no me importaba nada más que protegerla.

—Bueno, se fueron quitando hijueputas —dije, poniéndome frente a Vivian como un escudo.

Los chicos no se quedaron atrás. Alan llegó corriendo y sujetó al otro tipo por el brazo, inmovilizándolo. Harold y Sebastián se interpusieron entre nosotros y los agresores, mientras Tristan sacaba su teléfono para llamar a seguridad.

—¿Están bien? —gritó un guardia de seguridad que llegó corriendo minutos después. Los dos hombres intentaron huir, pero fueron rodeados rápidamente.

Finalmente, con el peligro bajo control, me agaché frente a Vivian. Ella estaba en el suelo, temblando y con los ojos llenos de lágrimas, pero a salvo. Le pasé una mano por la mejilla con suavidad y le susurré:

—Tranquila, ya pasó. 

Ella asintió con la cabeza, aunque su respiración seguía agitada. La ayudé a ponerse de pie, asegurándome de que no pusiera peso sobre su tobillo lastimado. Mientras la rodeaba con mi brazo para sostenerla, los chicos de BTW se aseguraban de que los agresores fueran detenidos.

El en vivo seguía, capturando cada segundo del incidente. Aunque no me importaba lo que estuviera grabando el teléfono en ese momento, los comentarios ahora eran de apoyo y alivio:

"¡Qué bueno que llegaron a tiempo!"
"Pobre Vivian, qué susto."
"Lukas, eres un héroe."

Vivian, con la voz temblorosa, susurró:
—Lukas, mi collar... casi lo pierdo.

Le sonreí con ternura, abrazándola con más fuerza.

—No voy a dejar que te pase nada, ni a ti ni a tu collar.

La llevamos fuera del centro comercial, donde pudo finalmente calmarse. A pesar del caos y del susto, sabía que lo más importante era que estaba a salvo, y no permitiría que nada ni nadie volviera a ponerla en peligro.


Cenizas (HER 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora