Kuroshitsuji: Vitam Et Mortem II

Prólogo

Ohhh!! Gracias, en serio, :'( sé que me pongo un poco histerica (^～^;)ゞ cuando no me dejan comentarios o algo respecto a los anuncios y/o capitulos pero ahora, me sorprendieron, alcanzaron a poner 9 comentarios :'D Yey! Gracias a @Heylinli, @im_a_potatokawaii, @Prinflo, @Fantodoxd, @JuryHimoni08, @LeslyGisselVillalob, @sealheart, @Glowmist, @Susana09Luna, @PiMaBoHuxD quienes dejaron sus beshos comentarios :* Mil gracias

Por cierto, les dejo la canción del fanfic... O de Aileen, o como quieran considerarla, ya que la letra parece estar hablando de ella, lean la letra, en serio, a mi me ha hecho llorar (Ｔ▽Ｔ)

Y aprovechando de que sigo aquí, ¿cuando les gustaría que empezara a publicar el fanfic? Digo, para irme dando una idea de como ir aventajando con la historia. Ustedes díganme, soy todo oídos XD

Saludos!

Mis ojos notaron el cambio de luz en la habitación. No se escuchaba nada más que un río cercano, las voces de personas y algunos cantos de las aves, el viento movia tejas y ramas golpeteaban con las ventanas. ¿Qué era este lugar? El rechinido de la madera en la cama me hizo abrir los ojos. Solo pude abrir uno, ya que mi ojo izquierdo estaba cubierto por una venda. De inmediato note la presencia de alguien más junto a mi.

Un hombre de bellos ojos carmín me sonreía, tenía el cabello tan largo en un color negro profundo y vestía con ropas humildes, una camisa blanca y pantalón algo desgastado y cubierto de tierra de jardín. Su honesta sonrisa me hizo sentir mejor, segura, protegida por él. Toqué mi ojo izquierdo y me dolió, y como era de esperarse, al instante me queje, sintiendo una peor sensación.

—Me alegra que hayas despertado—me dijo.

¿Quién era? Me refería a mi persona, ¿quién era yo? ¿Por qué estaba aquí? Un montón de preguntas se acumularon en mi cabeza en segundos.

— ¿Qué le pasó a mi ojo?—pregunte, antes que nada.

—Lo has perdido, de alguna forma.

Me sobresalte. Al sentir que mis respiraciones iban en aumento, un alivio me inundo, como si fuera la primera vez que respirara. Tenía un monton de sensaciones, tales como sí apenas viviera y no conociera nada del mundo exterior. ¿Por qué estaba él conmigo? Tenía miedo de pensar que es lo que era yo.

— ¿Quién soy yo?—Sacudí la cabeza comenzando a alterarme más—. ¿Quién eres tú?

Su mano tomó la mía. De inmediato me tranquilice. Sus manos grandes transmitieron algo especial, trate de sonreír pero no pude.

—Soy tu fiel sirviente Kotaro, has hecho un contrato conmigo y a cambio he tomado tu valioso ojo izquierdo.

Extrañamente, aquello no me asustó. Se puso de pie para inclinarse sobre mí y retirarme la venda que me cubría incomodamente sobre el rostro. Cuando mi ojo estuvo descubierto, solo percibí sombras. No veía nada más. Me puse triste.

—No entiendo—tartamudeé—. ¿Quién eres tú?

—Un demonio. Estoy obligado a cumplir tus mandatos por el contrato entre nosotros.

Su mano se posó en mi mejilla. Su calidez me reconfortaba con gran efectividad.

—Yo cuidaré de ti.

Aun no habia respondido a mi pregunta anterior, ¿quién era yo? No recordaba absolutamente nada, por más que buscará en el fondo de mis pensamientos, no encontraba algo claro. Todo parecian manchas borrosas, y era espeluznante no poder saber nada. Trate de recordar algo, hice el esfuerzo con todo lo que pude, pero ni el ayer estaba presente en mi.

Mover mis manos de por sí era raro, tocarme el rostro, sentir mi cabello, mi voz. Sin pensarlo dos veces, mis brazos lo rodearon, abrazandolo fuerte. Comence a llorar. Tuve el presentimiento de que solo él y nadie más me podría cuidar, fue mi cariño correspondido de inmediato. Solo lo necesitaba a él.

—No recuerdo nada—mi voz se rompió por el llanto—. Tengo mucho miedo.

Sus dedos enjugaron mis lágrimas y luego los probó con su boca.

—No tienes porqué—su mano toco mi ojo izquierdo—. Estaré siempre a tu lado, pequeña ama Audrielle.