Capitulo XXXIV

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Holu! xD (≧∇≦*)

Amm bueno, que decir... ¡Tengo un regalo para Maariana2720 y bueno, es la dedicación de este capitulo (✿◠‿◠) por su buena memoria entre el primer fanfic y el este (ε〃) (si quieres otro regalo puedes decírmelo) xD 

Intentare subir también esta semana capitulo (no sé por qué rayos subo una semana si, otra no) y bueno, no olviden comentar, odiar, escupir, todo lo que quieran para apoyarme :'v xD (es la inspiración de los fanfickers

Cualquier duda, a sus ordenes ^ω^

Nos vemos! Kuraudia-senpai sama fujoshi .-. (-_-)7 











"No necesito recuerdos..."





Desde la ventana lo miro.

Miro a Ciel.

Cuando el fuego donde calenté el extraño sándwich se extinguió, decidí espiarlo.

Lo hice enojar y ahora, está caminando en círculos en la arena fuera de la choza. En los siguientes segundos, se queda de pie en medio de toda la arena, mirando solo hacia el océano. ¿Qué tanto pensará?, me cuestiono preocupada. Qué terrible que se altere por mis tonterías, debería saltar a un abismo y librarlo de mi presencia. Abro un poco más la cortina al ver que se mueve hacia su izquierda, viendo algo. Antes de hacer esto, hice mis vanos intentos por arreglar el televisor que compartía esta casa, pero su antigüedad es mayor a la de cualquier anciano de cincuenta años. Pero bueno, esto es más entretenido. Mirarlo.

Luego, mira hacia atrás, viéndome a mi.

Me aparto de un salto de la ventana y regreso al baúl que inspeccionaba. ¡Jo! Supo que lo espiaba, ¿eso lo molestará más? Sacudo la cabeza y caigo sentada en el piso viendo las cosas del baúl. Hay decenas de pelucas y bigotes postizos de disfraces. Hay ropas de hombres y mujeres y unos cuantos de niños y niñas. Me detengo unos momentos al escuchar las olas rompiendo contra la arena de la orilla. Es el sonido más bello que he escuchado (después de los grillos de Bourton on the water).

Me coloco un sombrero de sol y me miro en el espejo que me queda cercano entre el pasillo de la habitación y la cocina. ¿Qué tanto molestaré a Ciel? No deja de rondar la misma pregunta por mi cabeza una y otra vez. Frunzo la boca pensando. ¿Qué le haría pensar al Sepulturero que dejarnos solos a nosotros dos sería buena idea? ¿Esto lo sabrá Kotaro? ¡Kotaro! Ni siquiera sé cómo está...

Espero que estés bien y a salvo.

Miro mi brazo anteriormente fracturado y me siento en una especie de trance entre un alivio y un extraño malestar por perder los recuerdos de los detalles de lo que sucedía en Londres. La cicatriz de mi brazo también es un enigma extraño; cada vez más grande y notoria, como si recién me hubiera lastimado. Si... Sólo Kotaro podría responderme al porqué de esto, pero no lo hará, como siempre.

Meto mi cabeza en el baúl, buscando por más cosas "interesantes". A lo lejos, logro escuchar la puerta nuevamente abriéndose.

— ¿Qué no te dije que me dejarás en paz? ¿Por qué me espiabas?

Me incorporo entre un montón de telas tiradas a mis pies y lo encaro, un poco segura de mi misma. Ciel está delante del umbral de la puerta principal, un tanto perdido por solo enfocarse en mi persona. Supongo que, reclama mentalmente el porqué existo.

—Clarooo—inclino la cabeza—. Si quieres, tampoco respiro y duermo en el techo, para evitar cualquier interacción contigo.

Nadie podría creer lo siguiente, pero ahora mismo lo veo carcajearse a todo pulmón, tirándose en el piso girando mientras estruja su estomago en señal de querer detenerse... Pero no lo hace, se burla de mí en todo su esplendor.

Kuroshitsuji: Vitam Et Mortem IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora