Capitulo XLVI

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(Capitulo 46 :v)

Yo creo este fin de semana ya por fin termino el fanfic ('•ω•'๑)

Mañana subo otro capitulo  (・∀・) 

-muere ignoradamente ignorada-




"Si no hubiese podido conocerte, no sabría nada sobre mi propia fortaleza y mi amabilidad..."





Aileen escupió sangre. Sus ojos estaban completamente blancos, y miraban hacia la nada. Ciel se paralizo de pies a cabeza pensando en lo peor. El cuello de la pequeña se estiró un poco, y ésta misma trato de ponerse a ella misma de pie, pero no tenía fuerzas. Los Ángeles, algo lastimados, decidieron acercarse, al igual que los Shinigamis que miraban atónitos la escena.

No, no podía pasar lo mismo con ella.

Aileen dio un grito ahogado, escupió más sangre y se retorcía con dolor. Los ojos de Ciel dejaron escapar unas primeras lágrimas. Empujó a Sepulturero para que él pudiera estar junto con ella.

—No, ella no...

—Conde...—el Sepulturero, dejó de sonreír.

El lugar retumbaba entre sismos leves, el agua se alzaba en pequeñas olas y las flores que brillaban en la oscuridad, se marchitaban.

— ¡ELLA NO...!

Sebastian lo apartó, pero Ciel le dio una bofetada.

— ¡DEJENME CON ELLA!

Nadie sabía lo que sucedería después, y en verdad, nadie estaba reflexionando el peligro que significaba permanecer ahí. Aileen se convulsionaba con violencia, Ciel en su intento de desesperación, se inclinó a besarla para ver si solo así... Podía volver a despertarla. Se calmó, pero sus ojos se fueron cerrando ésta vez.

Los puños de Ciel se hicieron fuertes. Se limpió con coraje la poca sangre que había embarrado en su rostro, y esperaba una reacción por parte de la pequeña. Se puso lentamente de pie, inconsciente, perdiendo la esperanza que albergaba en él.

En segundos, todo el cuerpo de Ciel Phantomhive se vio envuelto en un dolor agonizante; muy similar a que lo quemaran vivo, le arrancaran pedazos de carne y su estomago explotara. Cayó de bruces envolviéndose con sus propios brazos.

— ¡AHHH!, ¡¿QUÉ RAYOS SUCEDE AHORA?!—Grell gritaba histérico, alejándose. Estaba en verdad asustado.

—Je, je, je...—el Sepulturero retrocedió. Mucho. Alejándose bastante. Ni siquiera le prestaron atención. Arrojó una flor muerta y fue ignorado.

— ¡No es el momento!—Odette fue la única quien reaccionó.

—Bueno... ¡JA, JA, JA!—se alejó más.

El asunto en sí, era muy grave.

—Bocchan...

Sebastian fue detenido por William. Will estaba sereno, con semblante inexpresivo, mirando a Ciel.

—No es nada malo—explicó, sin más.

Una persona normal habría perdido el conocimiento ante tal dolor que experimentaba el demonio de ojos azules, pero el tenia un propósito, y era salir de ahí con Aileen. Salir sanos y salvos, a un mundo en donde ya nada los molestaría. Ciel pronto miró el libro del Vitam et Mortem, extraño. El libro, a pesar de ser oscuro, ya no parecía representar una amenaza, lucia apagado y en pocas palabras y más precisas, quemado.

Kuroshitsuji: Vitam Et Mortem IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora