Capitulo XXXIX

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Ya subí capitulo :'v (つ◕౪◕)つ━☆゚.*・。゚

Me alegra mucho que aceptaran el grupo del fanfic con buena respuesta (recuerden, si quieren que l@s agregue a whatsapp, dejen su numero en los comentarios) 

Y bueno, ya tengo nueva Beta (asistente en corrección de capítulos  ( ̄ー ̄)b :'3 ) y bueno, ¿qué más puedo decir? Me temo que ya estamos cerca del final 7u7 y estos capítulos serán más decisivos (σ*'3')σ ... Amm, ¿más preguntas? Por Whatsapp xD 

Ya me voy, las veo en el grupo (tal vez eue) _('ཀ'」 ∠)_

Kuraudia-senpai





"Dentro de mis sueños..."





Elizabeth y Sebastian habían llegado a París. Los Ángeles caídos por error se desviaron hacia las partes norestes de aquel país. Deambulaban por la ciudad de Nancy, debidos a los rumores de cierta "villa". Mientras que los Ángeles se encontraban muy cerca de Ville de Rouen pero no lo suficiente; dudaban cada segundo de que su ubicación fuera la correcta y temían que los demás ya hubieran llegado al libro. Pero hablando de eso, no es lo que haremos ahora.

La bruja rubia y el demonio encantadoramente trajeado, buscaban con paciencia cada rincón de París. Elizabeth estaba molestándose por el hecho de que no había rastros de Ciel y Aileen, pero en cambio, presentía a un Shinigami rondando por esos lugares. La Catedral de Nortre Dame estaba justo frente a ellos pero nunca les importo detenerse a admirarlo. Claro, quizás en tiempos atrás ya lo habían visitado. Caminaron hasta centros públicos en donde las personas bailaban, cantaban y pasaban una agradable tarde/noche en la capital francesa. Elizabeth se robaba la mirada de varios hombres; llevaba un vestido verde botella pero este, no era tan corto como los otros descritos. En corte princesa, le hacía resaltar muy bien su pequeña cintura, no llevaba mangas y en el cuello llevaba un imponente collar de perlas. Su cabello suelto era lo que más envidiaban las mujeres, no podían creer que un rubio tan natural se encontrara presente frente a sus ojos.

Pero, tampoco Sebastian quedaba a un lado. El ex mayordomo llevaba unos pantalones grises oscuros con un cinturón negro, una camisa negra y corbata del mismo color, sin importar el hecho que luciera bastante sombrío, las mujeres lo encontraban como un hombre "perfecto". La pequeña plaza con júbilo de fiesta, había quedado silenciada al paso de esa pareja tan misteriosa.

—Estaría bien que te comportarás como un sirviente para mí—le decía Elizabeth a Sebastian—. Me parece una falta de respeto no tener ese sentido común hacia alguien superior de ti. Puedes hablarme como cualquier persona, pero al menos intenta servirme de algo.

Sebastian intento no perder los estribos y matarla...

—Soy un demonio, yo solo sirvo a quien me plazca y en verdad me lo ordene como Amo.

Elizabeth lo miró de soslayo. Más personas se quedaron sin respirar al ver que estaban detenidas frente a ellos. La bruja rubia sentía... Miedo.

—Y entonces dejaste de servirle a Ciel.

—Si.

— ¿Y no te preocupa que sea un inútil? Al menos debiste haberle cogido cariño en todo este tiempo. Por lo que recuerdo, ni él mismo sabia atarse los cordones, o abotonarse una camisa.

Kuroshitsuji: Vitam Et Mortem IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora