Capitulo XLIV

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HOOOOOOOOOLA.

Y adiós.

No es cierto, esta vez ya voy finalizar el fanfic  (・ω・')b (ㆆᴗㆆ)  

Me faltan como unos... ¿4 capítulos? (σ'-ω-')σ Si, maoh menoh.

Bueno, ojala puedan leer.

bai.




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  "Como la nieve que cae en verano, nuestro amor fue algo efímero"





Los ojos de Aileen estaban abiertos de par en par mirando el rostro marchito de Kotaro. Sus ojos e habían ya cerrado para siempre, y ningún Cinematic Record tuvo que ser recuperado por los Shinigamis.

Los oídos les punzaban, su ojo izquierdo, el verde perdía aquel pentagrama que los unía. El silencio se expandió tan incómodamente para los demás... Pero Aileen seguía dentro de sus pensamientos, junto con la otra voz que la guiaba. "Mátalos, mátalos a todos, no los necesitas, pronto lo que quieras será tuyo, todo el mundo..."

Como un zombie, Aileen se incorporó y dejó atrás el cuerpo de Kotaro. Ciel la miró desesperado; se dirigía sin detenerse hacia el libro.

— ¿Asustado, Conde?

El Sepulturero apenas había hecho acto de presencia. Los ángeles y Shinigamis estaban en shock esperando algo más. Ciel quería intervenir de inmediato, pero un aura oscura ya envolvía a Aileen peligrosamente. De todas maneras, si alguien deseaba detener a la pequeña, todo sería un caos. El libro ya tenía a su Ama preparada. Daría poder por fin después de tantos años abandonado. El recuerdo de su primer Amo sería revivido. Las altas paredes del monasterio empezaron a temblar con fuerza, el piso se cimbró y todos los que presenciaban la escena perdieron un poco el equilibrio.

— ¡¿POR QUÉ ESA MOCOSA ESTÁ TAN DETERMINADA?!—Vociferó Grell más tenso que nunca—. ¡Hagan algo!

Pero aun así, ya sería demasiado tarde. Por alguna razón, todos se contuvieron de hablar o decir en esos momentos; la mano de Aileen suspendida encima del libro definió todo lo que sucedería... Y provocaría. Un brillo poco común comenzó a salir entre las páginas del oscuro Vitam et Mortem, era un resplandor eléctrico rojo que llegaba a tocar las puntas de los de dedos de Aileen en un modo "atrayente", como un imán. Su precioso ojo verde cambio de café a un negro profundo y volvía a ser café hasta convertirse en verde. Un viento intenso empujó tanto a los Shinigamis como a los ángeles y demonios. La pasta del libro se abrió bruscamente ante la niña quien... Ya no sentía el control sobre su cuerpo. Unos ojos la miraron dese la pagina en negro que tenia ante ella, el lugar se convirtió en algo destruido, lleno de escombro, maleza y oscuridad espesa. Pero no pasó mucho cuando cascadas de agua brillante aparecerían por todos lados con ríos entre ellos y flores que desprendían fácil sus delicados pétalos.

Cien intentó ir por Aileen una vez más pero una enredadera se ajustó a su pie, dejándolo caer. Sebastian rápido acudió a ayudarlo a incorporarse.

— ¡No se muevan!—Advirtió Will con la voz quebrada.

Naoki miraba aterrado a las enredaderas que empezaban a sacar espinas. Muy grandes.

Kuroshitsuji: Vitam Et Mortem IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora