¿Estás bien?, preguntó
Kotaro sintió cierta inquietud por lo cual se despertó. Esperaba encontrar a la pequeña Aileen entre sus brazos, pero no. Estaba completamente solo en ese dormitorio. Se sintió mal (y tonto), por volver a quedarse dormido. Claro que, lo beneficiaba para sus planes, pero no le gustaba perder de vista a la pequeña.
Se sentía mucho más que débil, un inútil.
—Audrielle—hablo con voz fuerte y clara.
Pero no hubo respuesta. Busco indicios en la habitación, cada rincón, e incluso echo un vistazo en el viejo y feo armario. Kotaro comenzó a tensarse.
—Maldita sea, esa niña. Espero que no esté con Phantomhive de nuevo—espetó golpeando la puerta del armario.
Salió muy apresurado de ahí, teniendo solo en mente a ella, así podría localizarla pero como más de un maleficio, no lograba concentrarse. Como sí ella hubiera dejado de existir. A punto de bajar las escaleras, se encontró con Sebastian.
— ¿En dónde está Phantomhive?—Tomo a Sebastian por la camisa, casi a punto de empujarlo por la bajada.
—Abajo, leyendo un libro.
— ¿Mi Ama está con él?
Sebastian rodó los ojos.
—Por supuesto que no.
Kotaro lo soltó, ahora estaba confundido pero también mucho muy asustado.
— ¿Qué sucede?—Sebastian le bloqueó el paso—. Luces muy desesperado. ¿Tus siestas de belleza no te ayudan a relajarte?
— ¿Quién te crees para hablarme así?
Su mano estuvo a punto de darle un puñetazo en la cara de Sebastian, pero este último la detuvo estratégicamente apenas rozándolo.
—No encuentro a Audrielle, ahora deja de estorbar y ayúdame.
Sebastian no se sorprendió por eso; a lo que notaba, Aileen se salía fácilmente del control de Kotaro. Algo bastante estúpido. Ambos bajaron velozmente, dispuestos a contarle las malas noticias a Ciel, pero lo que no imaginaron es que él también estaba arriba y que también los seguía por detrás.
— ¿Qué acaso no puedes localizarla?—Le demandó Ciel.
Kotaro lo ignoró.
— ¿Problemas?—Apareció Arnold caminando muy cerca de ahí.
Todos de inmediato captaron el detonante del problema.
— ¿En dónde está Aileen?—Mascullo Ciel.
— ¿Ahh? Ahora estoy muy confundido—llegó a detenerse frente a ellos—. Esa niña... ¿Se llama Aileen o Audrielle?
Su sonrisa se expandió de forma sarcástica y picara.
— ¿En dónde está ella, maldito fantasma?
Apenas iba a golpearlo cuando desapareció y volvió a visualizarse junto a la puerta de la entrada principal, girando un par de llaves amarradas a una cuerda. Sus carcajadas no se hicieron esperar, empezó a reír tan fuerte y animadamente, como si apenas le hubieran platicado una broma.
— ¿Por qué le toman tanta importancia a una niña? ¿Es acaso un tesoro? ¿Por qué no dejarla descansar si ya había muerto...?
Kotaro no pudo contenerse. Corrió hacia allá y sacando de su manga, extrajo una gran daga de plata, amenazando a ese ser.
ESTÁS LEYENDO
Kuroshitsuji: Vitam Et Mortem II
FanfictionSEGUNDA PARTE DE KUROSHITSUJI VITAM ET MORTEM: Mis ojos notaron el cambio de luz en la habitación. No se escuchaba nada más que un rio cercano. El rechinido de la cama me hizo abrir los ojos. Solo pude abrir uno, ya que mi ojo izquierdo estaba cubie...