Capitulo XL

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hOi! xDDDD ayyyyyyyyyyy muero lentamente (la cabeza me amartillea) pero logré terminar c': 

Y es un capitulo lo bastante extenso según mi parecer :'v 


Bien, ya no les hago perder tiempo 

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Bien, ya no les hago perder tiempo 

El lunes quizás, (ESO ESPERO TTwTT) subiré especial de halloween. 

NO OLVIDEN LOS COMENTARIOS >:'V

Kuraudia-senpai ;D




"Oye, ¿por qué no desapareces...?" 




Kotaro sabia la ubicación del Vitam et Mortem, y claro que era evidente eso. Diecisiete horas después de su escape del departamento administrativo había llegado a Caoburg, (lo que serian unas dos horas hacia Ville de Rouen); una pequeña ciudad dedicada más que nada a la cosecha de cereales y un poco al turismo de sus costas altas. Aun se encontraba débil, el barco de carga que había tomado era espectacularmente veloz pero el hecho de haber sido lastimado de gravedad y llevar tres meses sin comer lo dejaba como un demonio inútil. Caminó por las avenidas más importantes de la ciudadela, no había muchos turistas, la mayoría parecían preferir la costa y descansar en las arenas. Llegó a recargarse a la pared de una tienda abandonada, sus ojos carmín se pusieron tristes. Extrañaba a Aileen. Nunca pensó permanecer tan tiempo sin ella. Respiró profundo y cerró los ojos, poco a poco se deslizo por la pared tras el cansancio.

"No comeré comida normal, es un asco", se repetía una y otra vez, pero su estomago ya no lo soportaría.

Se sentó en la acera. Ninguna persona lo observaba, se limitaban a tener algún problema con él asi era mejor no entremeterse. Kotaro se sintió tranquilo para descansar. Las casas de Caoburg eran de piedra de canteras. Francia era muy similar en todos sus lugares.

Volvió a cerrar los ojos. Dormitó de inmediato, aun pensando en Aileen se traslado a un día cuando ella era pequeña...

"La sombra siempre la observaba, desde lo más alto de las copas de los arboles hasta lo más cercano que deseaba tocarla. Un ser completamente distinto a él..."

Kotaro abrió los ojos y vio una tarde más oscura, las luces de la plaza central ya atraían a los visitantes de la playa pero ninguna perdía el tiempo en mirarlo. Miro sus manos y de él irradiaba cierto poder. Si, tenia largas uñas negras pero estaban más quebradizas por alguna razón.

Tener a Aileen lejos... Lo ponía mal, literalmente. Intentó no preocuparse, recordando algo más cercano.

—"Bien, ya has escrito tu nombre, ahora intenta escribir el mio".

Kuroshitsuji: Vitam Et Mortem IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora