Academia Neregunthur I: Elohim

Kate 39

Kanabe nos obligo a pasar la noche en su edificio, se preocupaba por nosotros pero cuando se lo dijimos, se mostró enfadado. Ese hombre sí que era extraño. Dormimos en el Albatraoz. Dylan y yo dormimos en una de las literas, mientras que Jake había pasado la noche jugando XBox en la "sala" El chico de fuego se había quedado dormido en su sillón. Mientras que yo no podía dormir. Algo grande estaba ocurriendo a mi alrededor y lo peor era que no podía entenderlo. Al día siguiente nos embarcaríamos en una verdadera misión, no me sentía muy a gusto con ello, pero sí volvíamos a la Academia sería demasiado tarde y el ataque Elohim iniciaría.

Como deseaba ser una chica normal y hacer cosas de chicas normales. Hablar de chicos y famosos. Escuchar música tranquila. Ir de compras y al cine con mi grupo de amigas. Como deseaba saber qué era sentirse normal. Escuché a Dylan tararear una canción debajo de mí, me asomé por la orilla.

-¿Estas despierto?-pregunté.

Tardó en responder.

-Creo que sí-respondió sin ánimos.

-No puedo dormir-le dije, cruzándome de brazos.

-Yo tampoco-me respondió.

-¿Cómo crees que las cosas vayan mañana?-me atreví a indagar.

-No lo sé...sería bueno tener a Themis y poder preguntarle...

Pensé en la loca de la cabaña en el bosque. Abrí los ojos de golpe.

-Oye...Themis ha acertado-le dije.

El chico se arqueó las cejas en la oscuridad.

-¿Qué?-preguntó confundido.

Bajé de la litera y el chico me hizo un espacio a su lado, me recosté junto a él y me giré para poder verlo acara a cara.

-Dijo que nunca fuéramos al baño en un avión, Jake lo hizo y nos delató-revelé.

-Tienes razón-dijo Dylan-Y dijo algo sobre un hombre con mariposas...Yelram...tal vez.

-Exacto. También dijo que Manhattan nunca duerme...estamos en Manhattan y no podemos dormir-fruncí el ceño.

-Esa mujer me da miedo-respondió Dylan observándome a los ojos.

-¿Qué dijo sobre Leslie?-pregunté.

-Que era peligrosa o algo así.

-No suena muy agradable-hice una mueca.

Miré hacia la sala, donde Jake descansaba roncando profundamente. ¿Sí se sobresaltaba con un sueño, podría encender fuego? Me estremecí y analicé la sala en busca de un extintor o algo por el estilo, lo encontré. Justo al otro extremo de la habitación, me preparé mentalmente por sí tenía que utilizarlo.

-¿Sabes?-me dijo Dylan-Sinceramente, prefiero estar aquí con ustedes que solo en el internado.

Lo observé. Era cierto, Jake y Dylan no tenían familia, ambos vivían en un internado o quién sabe dónde. Viéndolo de cierta forma, yo era la más afortunada de todos. Vivía en una mansión, había asistido a una prestigiosa escuela y tenía a mi abuela. Me sentí culpable.

-¿No preferirías estar en la Academia?-le plantee-Apuesto a que es más interesante que todo esto.

-De cierta forma-convino el chico.

Estuvimos en silencio un buen rato, hasta que ambos caímos dormidos. Desperté al día con la luz del día entrando por las ventanillas. Estaba recostada sobre el pecho de Dylan, tenía que levantarme. ¿Y sí lo estaba lastimando? Sin embargo era tan cómodo y tenía tanto sueño que no me importó en lo absoluto. Me acomodé y me acerqué más al chico, pude sentir su leve respiración y los latidos de su corazón. Olía a una extraña combinación de desodorante y ropa nueva. Cerré los ojos lentamente intentando conciliar el sueño, pero la luz me molestaba demasiado.