Dylan 11

3.7K 306 16
                                    

Al día siguiente, Matt nos despertó temprano, alrededor de las seis de la mañana. Que flojera. Ted tuvo qué amenazarnos con electrocutarnos si no nos despertábamos, para que nos levantáramos. Dormir había sido un poco difícil gracias a la gran cantidad de cosas que tenía que asimilar, como que me encontraba en una especie de Base Secreta debajo del mar, que tenía poderes, etc.

-¡Despierten, rápido!-nos gritaba Matt cuando comenzábamos a levantarnos-El Gimnasio de la Academia abre en media hora, y quiero llegar temprano.

-¿Y a qué hora cierra?-preguntó Jake con voz floja.

-A las diez de la noche-nos dijo-Rápido.

-Voy a bañarme-dije.

-No, te bañarás después, sólo cámbiate, de todas formas vas a sudar a montones-me dijo Ted apurado.

Los observe. Ted se había puesto unos shorts verdes, y una camisa sin mangas. Matt se hallaba sólo en shorts, mostrando su marcado abdomen, esperaba que se pusiera una playera. Y como si me leyera el pensamiento -como lo hace el Profesor Browning- fue a buscar algo que ponerse encima. Me puse un short y una simple playera blanca; tampoco es que tuviera mucha ropa que usar, hay que recordar que crecí en un orfanato. Jake se puso unos pantalones y una playera roja.

Una vez que nos hubiésemos cambiado, salimos de la casa, caminamos por las calles y nos dirigimos al Monorriel. Lo compartimos con otros chicos que no conocía, y nos dirigimos a la esfera que le correspondía al gimnasio, teatro, sala de entrenamiento y no sé qué más. Ahí no había jardín, entrabas directo al lugar. El teatro estaba en los pisos bajos...los sótanos, el gimnasio en la planta baja. Así que sólo tuvimos que caminar por unos pasillos. Al entrar, nos hallamos en una enorme sala rectangular. Con piso de tablones de madera amarilla y paredes de concreto gris.

A lo largo de la sala había diferentes...estaciones. En una, probadas tu puntería con las armas disparando a unos maniquíes, en otra levantabas pesas, en otra escalabas una pared de piedra de unos diez metros de alto, también había tiro con arco, esgrima, etc.

Había varios chicos, todos entré doce y diecisiete años, realizando diferentes actividades, unos en grupo, otros individualmente. Por un momento, la flojera desapareció. Me dieron ganas de intentar cada una de las estaciones. Fue una sensación extraña.

Helena, Zoe y Kate vinieron a nosotros. Se veían más despiertas que nosotros con más energía.

-Hola-las salude.

-Hola-respondieron-¿Por qué tardaron tanto?

-Olvídalo-dijo Matt-Ahora, ¿Qué haremos?

-Bueno, -dijo Helena con su extraño acento- Yo podría ayudar a Kate con sus habilidades, tu puedes ir con Dylan y que Ted vaya con Jake. Zoe podría ayudarte con Dylan.

-Está bien, chica gótica-dijo Ted alegre-Jake, sígueme.

Yo fui con Matt y Zoe a una zona vacía, y alejada del resto. Estaba nervioso.

-Muy bien chico-me dijo Zoe-Tu ventaja es que no necesitas...controlar poderes.

-Emm..Okay....

Eso dolió.

-Sólo necesitas aprender cosas extras-dijo Matt.

-Como yo-explico Zoe-Hacerme invisible no me ayudara mucho en el campo de batalla, así que necesito aprender algo de esgrima, artes marciales, etc.

-¿Campo de Batalla?-pregunté confundido-¿Creí que WICA se encargaba de...?

Matt se me acercó.

-Dylan-me dijo-Allá afuera, existe todo tipo de gente. Muchos humanos, muchos como nosotros; y tu nunca podrás saber quién es que, o que intenciones tengan. Hay cientos de Caza recompensas humanos , que te cazaran; cientos de gobiernos que darían millones por tu sangre. ¿Me entiendes? Debes aprender a defenderte...WICA no pude estar proporcionándonos protección privada a cada uno...no superhéroes, solo defensa personal.

Asentí.

Primero practicamos mi puntería con los cuchillos, lanzándolos a unos extraños muñecos rellenos de arena. De las cincuenta veces que lo intente, solo lo logré unas veintisiete, así que creo que no estuve tan mal. Luego siguieron las armas. Como alguien podía fallar y dispararle a alguien por accidente, las balas eran de pintura. Al principio me fue bien, pero luego comencé a fallar repetidamente, no es tan fácil como suena.

Después, Zoe tuvo que ayudar a Helena con Kate, sobre un problema que no entendí muy bien. Así que Matt decidió enviarme a entrenar, ya sabes, correr en la caminadora, abdominales, lagartijas, sentadillas, etc. Yo ya me hallaba muy exhausto, pero Matt seguía y seguía; el logró hacer hasta trescientas lagartijas, y hubiera logrado más si no lo hubieran interrumpido. De hecho, eso es algo que no puedo omitir.

Era un chico como de nuestra edad, de piel muy pálida, alto, delgado, tenía unos ojos fríos y grises; de cabello largo y color castaño, peinado hacia atrás. Vestía un suéter con cuello de tortuga, y unos pantalones negros. Tenía un seria expresión de asco, pero lo que más me sorprendió, fue su elegancia, demasiada para ir a un gimnasio.

-Hola-dijo el chico con una voz llena de arrogancia.

-¿Que quieres, Blake?-preguntó Matt enfadado, por su interrupción.

El chico me miró.

-Solo venía a conocer al...chico nuevo-dijo, y se dirigió a mi-Soy William Blake.

-Soy Dylan-dije y le tendí mi mano, más no la acepto.

-Lárgate Blake-le espetó Matt-Vete con tus..."amigos".

-¿Que ahora uno no puede, llegar con sus antiguos amigos a saludar?-preguntó retóricamente.

-¿Amigos?-Matt se levantó-La última vez que socialice contigo, destruiste mi habitación.

-!Vamos, chico! Los accidentes pasan-dijo Blake-Hablemos, cuentame....¿Tus padres aun atienden esa vieja tienda de televisores robados en New York?

-Mi padre,-respondió con expresión seria.

Matt se enfadó.

-Oh, es cierto-dijo lamentándose-Lo había olvidado.

-Ya lárgate, Blake, y déjanos en paz-lo corrió Matt.

-¡¿Pero qué educación?! Lástima que tu madre no tuvo tiempo para mostrarte buenos modales, Matt.

Acto seguido, Matt se abalanzó sobre Blake y comenzó a golpearlo con su fuerza sobrehumana.

Academia Neregunthur I: ElohimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora