Dylan 22

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Caminamos por el pasillo hasta una antecámara, nada especial. Una sala cuadrada de concreto, con pocas luces en el techo. Al fondo una escalera para bajar a la fiesta. Ted nos detuvo antes de poder acercarnos, lo que me molestó un poco. Uno simplemente no te muestra la mejor fiesta del mundo mundial y te niega la entrada.

El volumen de la música disminuyo.

-¿Ahora qué?-pregunté.

Ted me sonrió. Llevo su mano a su bolsillo y nos mostró una extraña lámpara. ¿Qué planeaba?

-Helena…luces-le pidió, y la chica bajo el enorme interruptor y quedamos en la oscuridad.  Acto seguido, la extraña lámpara de Ted iluminó la sala con una gran y extraña luz morada. Que utilizó para alumbrar las paredes, en las cuales fueron apareciendo diversos garabatos con tinta amarilla, verde y azul fosforescente conforme la luz tocaba el concreto.

Nos acercamos lentamente a los garabatos de la pared…leí: Leroy, Larry, Abraham, Stanley, Rose, Fred, Han, etc. Nombres. Cientos de nombres, tal vez miles, todos escritos con tinta invisible fosforescente en esas enormes paredes de concreto solido. Y no solo nombres, sino saludos y chistes…todo tipo de bobadas y ridiculeces.

Miré a Matt. Nos entregó una extraño bolígrafo laser.

-Su firma-nos guiñó un ojo.

-¿Firma?-repitió Kate.

-Todo Elohim de la Academia que haya entrado a este lugar, tiene su firma en el Sótano-explicó Ted-Vamos…

Nos acercamos al muro, y buscamos un espacio suficientemente grande para nuestros nombres. Me sentía extraño. No solo sentía que tenía verdaderos amigos por primera vez, no era diferente. Me sentía parte de algo, miembro de algo. Era una sensación extraña y gratificante.

-Esperen-nos detuvo Zoe.

La observamos.

-!Que primero disfruten!-dijo Zoe.

Ted se encogió de hombros.

-Como quieran-dije.

-! A divertirnos!-gritó Ted, ya ansioso, encaminando la marcha escaleras abajo-!Síganme los buenos!

Llegamos justo a un lado de la cantina. Zoe y Helena se marcharon a jugar billar, Matt fue al baño así que nos quedamos al cuidado de Ted, en cualquier otra situación me habría preocupado. Pero en ese momento me alegraba, así disfrutaríamos el lugar al máximo. Nos acercamos a la barra, donde un hombre alto y delgado, de piel morena y  de gran afro, nos saludó mientras servía algunas bebidas. Me recordó un poco a Redfoo.

-!Ted!-saludó-¿Qué te sirvo?

-Dame un Bowgle-pidió el chico.

-En seguida….

Redfoo se marchó, hacía las vitrinas de detrás, llenas de botellas de diferentes bebidas, colores y texturas.

-¿Qué es un Boogie?-pregunté.

-Bowgle-me corrigió el chico-Es la Ambrosía de los Dioses…la bebida del Sótano, les gustará…!Hey, dame otros tres!

Redfoo asintió, mientras preparaba mas bebida. Observé el lugar, había tan buen ambiente. Todos los chicos bailaban y brincaban al ritmo de la atronadora música.

-Aquí tienen-nos dijo Redfoo, otorgándonos cuatro grandes vasos llenos de un extraña sustancia amarillo pipí. ¿Eso era comestible?

Ted seguro nos vio inseguros.

-!Vamos chicos! Sabe mejor de lo que parece…¿o era alrevez? Como sea, les agradará…espero-nos animó-Y es Azul el resto del año.

Miré a mis amigos, cada uno tan inseguro como el otro.

Academia Neregunthur I: ElohimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora